Que los empresarios se hagan cargo del impuesto a las ganancias.
En el marco de la enorme ofensiva de ajuste que está llevando a cabo el gobierno contra los trabajadores ante la mirada impasiva de la directiva del gremio, la Naranja Gráfica se hizo presente en la puerta de la FAIGA (cámara empresarial) por el reclamo de una nueva paritaria del 25% para el segundo semestre del año y por la defensa de los puestos de trabajo. La Federación Gráfica firmó este año una paritaria semestral, que venció en septiembre pasado.
Más de 300 trabajadores gráficos de diversos talleres se movilizaron al canto de "por el 50 (por ciento anual) vamos a pelear, la paritaria no se puede regalar", en una clara alusión a la parálisis de la directiva del sindicato frente al reclamo salarial de la base del gremio. Además de la defensa de los puestos de trabajo y del salario, se llevó el reclamo contra el impuesto al salario, para que el sector empresario se haga cargo de su pago hasta que se elimine.
El acto realizado en la puerta de la FAIGA contó con la presencia y la solidaridad de otros gremios en lucha, como Sipreba, AGD-UBA y Sutebas combativos. Miguel Bravetti, Carlos Ponce y Pablo Viñas hicieron uso de la palabra en representación de Interpack, Morvillo y AGR-Clarín, talleres muy importantes del gremio que contaron con una numerosa presencia en la jornada de lucha. También estuvieron presentes trabajadores de otros talleres como Aluex, Tobacco, Celomat, Poligráfica, entre otros.
Las distintas intervenciones reflejaron el malestar que recorre los talleres en la base del gremio. El reclamo de un plenario de delegados para discutir cómo enfrentar los despidos y votar un porcentaje de aumento paritario, fue desoído reiteradamente por la Verde. El alineamiento de la directiva del sindicato con la Corriente Federal que le pide un paro general a la CGT pretende disimular –sin éxito– que forman parte de la tregua con el gobierno para hacer pasar el ajuste.
La Naranja se colocó a la cabeza de unir a los talleres para enfrentar los despidos que están golpeando al gremio, como en Ipesa, Buschi e Interpack II. La solidaridad desplegada por los gremios y agrupaciones combativos contrasta con las disputas intestinas en que se desangra la burocracia sindical. La intervención del clasismo ante el ajuste marca el camino para la conquista del paro general activo y el plan de lucha, necesarios para quebrar la ofensiva contra los trabajadores.