jueves, 28 de diciembre de 2017

domingo, 17 de diciembre de 2017

Reforma previsional: acuerdo con los gobernadores y nueva movilización el lunes 18 Impidamos el robo a los jubilados. Abajo el ajuste.

Reforma previsional: acuerdo con los gobernadores y nueva movilización el lunes 18
Impidamos el robo a los jubilados. Abajo el ajuste.

La reunión entre los ministros Rogelio Frigerio, de Interior, y Nicolás Dujovne, con los gobernadores peronistas y legisladores provinciales redundó en un acuerdo de los partidos patronales para que la reforma previsional sea tratada (y eventualmente aprobada) este lunes 18, fecha para la que se convocó la sesión especial a las 14 horas. Frente a la sesión que tiene la intenta consolidar un monumental saqueo distintas organizaciones plantearon una movilización para no dejarla pasar. La CTA Autónoma, la CONADUH Histórica y otros gremios anunciaron un paro para este lunes.


Se trata de un bono compensatorio, lo cual demuestra que teníamos razón en denunciar esta reforma porque, si hay que compensar quiere decir que venía con una quita en las jubilaciones para el año 2018 –explica el legislador Gabriel Solano–. Esta quita, en promedio, será de 6.500 pesos por jubilado. La pregunta es si el bono es de esta magnitud o es inferior”. El acuerdo entre el gobierno y los gobernadores plantea un bono compensatoria por única vez, a otorgarse en marzo a los jubilados que cobren menos de 10 mil pesos. Según El Cronista (15/12), sería de 750 pesos para quienes tengan 30 años de aportes, de 375 pesos para quienes ingresado por la moratoria y de 400 pesos para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo. Sin embargo, el monto no fue especificado en el acta-acuerdo que comenzó a circular esta tarde.

En todo caso, se trata de la reafirmación de la Reforma Previsional saqueadora, ya que se mantiene la modificación diseñada por el macrismo que consistía originalmente en una quita anual de 100 mil millones de pesos y que, obra del acuerdo de los partidos patronales, pasaría a ser de 96 mil millones de pesos. Una bicoca.


“Además, es un bono que no va a la jubilación, que no será tenido en cuenta en los aumentos posteriores y al final de cuenta va a terminar reduciendo las jubilaciones futuras", continúa Solano."Con este bono por única vez se pretende hacer pasar la reforma reaccionaria que viene de la mano del aumento de la edad jubilatoria en 70 años para los varones y 65 para las mujeres; que va a finalmente plantear la afiliación a las AFJP de manera optativa, es decir, la privatización del sistema previsional; que establece la rebaja de los aportes patronales. La Anses va a tener menos plata y el jubilado va a ganar menos.Por lo tanto, la reacción de Elisa Carrió que está planeando con Macri y los gobernadores es absolutamente reaccionaria. No vamos a entregar el sistema previsional argentino por un bono que se cobra por única vez en el mes de marzo. Así que este lunes vamos al Congreso contra esta reforma previsional y a defender el 82% móvil”.

El acuerdo con los gobernadores comprometen su presencia en la sesión del lunes para garantizar el voto de los diputados que les responden. La movilización popular introdujo una cuña entre los bloques legislativos que habían comprometido su voto o aportar al quórum. Nadie quiere hacerse cargo de este latrocinio.

Sindicatos, organizaciones sociales y partidos ya anunciaron que el lunes realizarán un paro y marcharán al Congreso.

Es una cita de honor para enfrentar el ajuste a los trabajadores y los jubilados.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

jueves, 30 de noviembre de 2017

Huelga en Interpack


La patronal de Interpack (grupo Zupan) despidió la semana pasada sin causa a un trabajador de la planta de Lomas del Mirador.
En respuesta, la asamblea de los trabajadores resolvió el paro general indeterminado. Al reclamo de reincorporación se le sumaron la exigencia del respeto al convenio colectivo y el cobro de un bono de fin de año.
La empresa -líder en el mercado de envases y propietaria de dos plantas en el distrito de La Matanza- viene llevando adelante una profunda reorganización que ha dado lugar a numerosos conflictos. Al achique de sus planteles mediante retiros y jubilaciones anticipadas, se suma la imposición de nuevos sistemas de trabajo, en línea con la reforma laboral que impulsa el gobierno.
El Ministerio de Trabajo, por pedido de la empresa, dictó una conciliación obligatoria que ahora la propia patronal desconoce, ya que no dio tareas efectivas al compañero, optando por licenciarlo. Esto fue denunciado por la Comisión Interna en las audiencias. A la continuidad del paro general por dos días siguió un plan de asambleas sorpresivas y acciones fuera de la planta.
Esta reacción de los trabajadores de Interpack -como la gran lucha de AGR o ahora mismo el paro de Sun Chemical- es una expresión de una tendencia que anida en la base del gremio a resistir los cierres, los despidos y el avance de la flexibilización.
La Federación Gráfica Bonaerense, uno de los gremios que encabeza la Corriente Federal de la CGT, rechaza formalmente la reforma laboral, pero en el gremio no toma ninguna medida efectiva. Prueba de esto es que ha convocado a la asamblea general para discutir la memoria y balance, pero el temario no incluye el plan de lucha contra las reformas macristas. La lista Naranja Gráfica reclamó ampliar el temario y transformar la convocatoria en una verdadera asamblea general para deliberar y resolver acciones de lucha y la movilización general de los trabajadores gráficos.
El miércoles pasado, los trabajadores se movilizaron a Plaza de Mayo, junto a los sindicatos combativos, para repudiar la reforma laboral y el pacto de Macri, los gobernadores y la CGT.

martes, 28 de noviembre de 2017

viernes, 24 de noviembre de 2017

Unidad contra los despidos y en defensa del convenio y el salario



La patronal de Interpack despidió ayer sin causa a un trabajador de la planta 1. En respuesta a este atropello,  la asamblea de los trabajadores resolvió el paro general. Al reclamo de reincorporación se suma la exigencia del cese de las persecuciones y el respeto a todas las conquistas.

Desde hace un tiempo el Grupo Zupan viene llevando adelante una profunda reorganización, consistente en el achique de sus planteles y la imposición de nuevos sistemas de trabajo y del cálculo de premios, en  línea con la ofensiva anti-obrera que impulsa el gobierno.

Contra esto los trabajadores hemos protagonizado diversos conflictos, en varias de las plantas. En planta 1, desde fin del año pasado resistimos un lockout por más de 90 días con el que la patronal nos chantajeó para avanzar con un régimen de premios “flexible”, hace unos meses estuvimos cinco días de paro contra otros dos despidos y realizamos numerosas denuncias administrativas, que no han tenido ningún resultado. El Ministerio de Trabajo, tanto el de Nación como la subsecretaría de La Matanza, han actuado, por acción u omisión, como cómplices de la patronal.

Además de ratificar el plan de lucha, nos pronunciamos contra la reforma laboral - plasmada en el ataque a los convenios colectivos y en el proyecto de ley “de consenso” elaborado por  el ministro Triacca y el triunvirato de la CGT - y contra la reforma previsional – que rebaja los ya miserables haberes y aumenta la edad para jubilarse -. Entendemos que la Federación Grafica Bonaerense, que ha declarado su oposición a la reforma debería resolver un paro de todo gremio y la movilización, el día que se trate en el Congreso.

Pbroponemos a las comisiones internas de las empresas del Grupo Zupan una reunión urgente para coordinar una posición común contra los planes flexibilizadores de nuestra patronal.

Comisión interna y trabajadores de Interpack (planta 1)
La Matanza. 24/Nov./17

domingo, 12 de noviembre de 2017

martes, 7 de noviembre de 2017

LA REFORMA LABORAL DE MACRI Y TRIACA


Un ataque a fondo a la clase obrera

Pongamos en pie al movimiento obrero
Entonado por el resultado electoral y la connivencia de la CGT, y contra lo  que había anticipado en la campaña electoral, Triaca presentó un proyecto de ley a la brasileña, de 145 artículos que atacan a fondo los derechos de los trabajadores. Ninguna asamblea obrera aprobaría este misil antiobrero, que la CGT viene pactando a espaldas de millones de compañeros. La moneda de cambio del Triunvirato es reforzar el sindicalismo vertical y patronal, y el manejo de las obras sociales, el llamado “modelo sindical”, incluido el ataque a los sindicatos de base y al clasismo. El moyanista Schmid, después de aplaudir el discurso de Macri en el CCK, dijo que no logra todavía “decodificar” a este presidente.
 
La ley destruye pilares como la “irrenunciabilidad”, por lo cual el contrato de empresa o individual puede traspasar a la baja la Ley de Contrato de Trabajo.
Estrictamente, deja de haber una ley de contrato de trabajo. El concepto de “trabajo” abarca por igual al empresario que al trabajador, borrando todo vestigio de frontera de clase y profundizando el ataque ya perpetrado por Cristina Kirchner en el Código Civil, al quitar la prelación del derecho laboral. Se ataca el concepto de que el trabajador es el eslabón débil de la cadena de explotación patronal. En esa línea del Código Civil vuelve a profundizar las garantías del régimen de tercerización, eliminando la responsabilidad solidaria de la empresa principal.
 
Pero va más lejos al permitir que el trabajador contrate trabajadores y más aún, habilita la cuadratura del círculo al permitir el “monotributista en relación de dependencia”, lo que liquida el concepto mismo de contratación laboral capitalista. Coloca a ese trabajador como un paria equivalente al trabajador en negro, pero peor, porque no puede litigar demostrando el fraude laboral. El fraude es ahora legal.
 
La burocracia sindical dice resguardar el “convenio colectivo”, lo cual es falso si ese convenio puede ir a la baja por empresa y hasta en forma individual, pero además se habilita el ataque más vasto desde la dictadura para que esos convenios arrasen conquistas centenarias. Estará permitido extender la jornada hasta 10 horas sin extras, perforando la histórica ley 11544 de la jornada de ocho horas. Cuando arrecia la desocupación, se extiende la jornada laboral posible. Ya el reciente convenio de Atilra, un sindicato con fuerte presencia kirchnerista, habilitó extras simples en fin de semana, atacando el descanso hebdomadario de fin de semana.
 
Se rebajan las indemnizaciones eliminando aguinaldo, extras y otros pagos en su cómputo, y se habilita a la formación de “fondos de cese laboral” como el de Uocra, donde el trabajador aporta a su propio despido. La ley no los impone, pero los habilita, para que las burocracias comiencen su trabajo de demolición. En esa línea consagra el “banco de horas”, que no pudo generalizar Menem en los ’90 a partir del convenio de General Motors. O sea quebrar la jornada, sin extras, que el propio trabajador autocompensa.
 
La reducción de aportes patronales progresiva hasta 11.500 pesos en 2022 golpea la recaudación previsional. Su contraparte será la caída del poder adquisitivo de las jubilaciones (modificación de la movilidad jubilatoria), la eliminación de los regímenes especiales y la eventual elevación de la edad más adelante. El “caramelo” del aumento de licencias por paternidad es una burla, en medio de semejante usurpación de derechos. El blanqueo laboral, por su parte, es un “jubileo” a los evasores. Pero, además, fracasó con Cristina, porque rige una ley idéntica desde 2014.
 
La presentación de una sola ley ómnibus, centraliza la campaña de lucha. Dejar el debate de esta ley en manos de los legisladores patronales de Cambiemos y del pejotismo, que declara subordinar su accionar a la burocracia sindical entreguista, es un suicidio. Hay que quebrar el pacto Macri-CGT. El Partido Obrero impulsa inmediatas asambleas de base y plenarios de delegados con mandato de los lugares de trabajo, llama a reagruparse a todas las fuerzas combativas del movimiento obrero para la acción común y que la reforma antilaboral no pase.
 
Llamamos a defender a todos los sindicatos inscriptos y a los cuerpos de delegados y seccionales recuperados, y a todas las organizaciones de base del movimiento obrero. Un Congreso con Mandato de Bases de todos los sindicatos argentinos, sin distinción de centrales sindicales, unificados, debería resolver un inmediato plan de lucha para quebrar la ofensiva. Nuestros parlamentarios, los que están y los electos, se ponen al servicio de esta causa suprema de los trabajadores argentinos.
 
NESTOR PITROLA

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Pitrola: “Contra lo prometido, Triaca adelantó una reforma antiobrera a la brasileña”


Declaraciones del dirigente del Partido Obrero en FM Millenium.
Néstor Pitrola se refirió al proyecto de ley anticipado por Triaca en declaraciones a FM Milenium:
 
“Contra lo prometido, se trata de una ley antiobrera a la brasileña, que arrasa con cien años de conquistas, ataca los pilares aún vigentes de la deteriorada ley laboral y flexibiliza a fondo la explotación patronal de los trabajadores. No se trata de un mero debate parlamentario, es ante todo una declaración de hostilidades a los trabajadores que debe ser respondida de inmediato poniendo en pie de lucha a todo el movimiento obrero.Por otro lado, la ley es acompañada de una ofensiva contra los regímenes jubilatorios especiales, contra la movilidad jubilatoria y contra los trabajadores públicos de todo orden, al tiempo que facilita el despido barato para los cierres y despidos masivos privados.”
 
“Los 142 artículos agravan el régimen de precarización basado en la tercerización al eximir de toda responsabilidad a la empleadora principal; crea la figura fraudulenta del monotributista en relación de dependencia; reduce la indemnización por despido; habilita extender la jornada de trabajo sin pago de horas extras; permite convenios que reemplacen la indemnización por un fondo de cese de empleo financiado por el trabajador; disminuye el plazo de prescripción de derechos violentados de dos a un año; concede disminución de los aportes patronales; establece la más total y completa amnistía a la patronal evasora y explotadora en negro”.
 
Pitrola finalizó “Dejar el debate de esta ley de ofensiva contra la clase obrera y todo el pueblo laborioso en manos de los legisladores patronales de Cambiemos y del pejotismo que declara subordinar su accionar a la burocracia sindical entreguista, es un suicidio del movimiento obrero argentino. El Partido Obrero impulsa inmediatas asambleas de base y plenarios de delegados con mandato de los lugares de trabajo, llama a reagruparse a todas las fuerzas combativas del movimiento obrero para la acción común y que la Reforma Antilaboral no pase. Un Congreso con Mandato de Bases de todos los sindicatos argentinos, sin distinción de centrales sindicales, unificados, debería resolver un inmediato plan de lucha para quebrar la ofensiva. Nuestros parlamentarios, los que están y los electos, se ponen al servicio de esta causa suprema de los trabajadores argentinos”.

martes, 31 de octubre de 2017

Perfil, segunda audiencia: un comisario desbarata la acusación del fiscal y la patronal




¡Absolución ya de los compañeros!
La patronal de Perfil ha intentado aparecer frente al juicio a los delegados y miembros de la Junta Electoral interna (bajo la acusación de “atentado a la libertad de prensa” por un paro en defensa de trabajadores despedidos realizado a fines del año 2013) como prescindente ya que la causa fue iniciada “de oficio” por el fiscal ante una denuncia de la empresa de atentado a la libertad de prensa, realizada en diciembre del 2013, con motivo de una huelga en defensa de siete compañeros despedidos.
 
La falsía de esta supuesta prescindencia quedó claramente demostrada ayer, en la segunda audiencia del proceso. Los dos directivos de la empresa que expusieron en ese carácter realizaron un ataque brutal contra los compañeros de la Comisión Interna, incluso incorporando el supuesto delito de “secuestro” que habrían sufrido con motivo de la medida de fuerza de los trabajadores.
 
No hubo que esperar a los testigos de la defensa ni a los alegatos de ésta para demostrar que, detrás de la acusación está la intención patronal de golpear y desarticular la organización gremial y para rebatir toda la patraña armada contra los compañeros. El comisario de la seccional de la zona de la planta de Perfil que, ante una llamada de la patronal, encabezó un operativo el día de la medida de fuerza destacó, ante una pregunta de la defensa, que si hubiera constatado algún delito “hubiera actuado para impedirlo” y que no realizó ninguna comunicación a la Justicia porque el día de la medida de fuerza verificó simplemente una protesta gremial. Y otro tanto surge del informe realizado por los efectivos de Prefectura que participaron del operativo y que testificaron ayer.
 
Esto es irrebatible. Si no se constató ningún delito, no corresponde sanción alguna para los compañeros salvo que, como dijo la abogada defensora, Claudia Ferrero, el juzgado entienda que el comisario –el más explícito en su declaración y que manifestó tener 25 años de servicio a fines del 2013, es decir que contaba con una vasta experiencia- hubiera incurrido en falso testimonio por partida doble, ya que lo que manifestó ayer es lo mismo que consta en su informe de hace cuatro años y que está incorporado en el expediente.
Pero hubo un hecho aún más flagrante y grave que fue puesto de manifiesto por los abogados de la defensa y tiene que ver con los vínculos entre la empresa y funcionarios del juzgado. Mientras exponía el primero de los directivos de la patronal, el  abogado penalista que atiende los temas de Perfil mantuvo una fluida conversación, por encima de la baranda que limita el espacio del público, con el secretario del juzgado quien, ante el reclamo al juez por parte de uno de los letrados de los trabajadores, utilizó la excusa de que lo conoce "desde hace mucho tiempo”, como si eso lo exculpara y no lo hiciera sospechoso de una conducta parcial.
 
El broche de la audiencia fue la intervención de León Piasek, ex presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas y letrado del Sindicato de Prensa y de la Comisión Interna de Perfil quien recordó la innumerable  cantidad de veces que debió participar en conflictos provocados por la patronal a lo largo de los últimos años, en especial por ataques a las leyes laborales, el intento de desconocer el Estatuto del Periodista y, especialmente, frente a conflictos derivados de despidos masivos de trabajadores.
 
En relación con este conflicto que se dilucida en el juicio, destacó que tanto el Ministerio de Trabajo como la Justicia habían fallado a favor de los trabajadores, imputado a la empresa una conducta antisindical y exigido a la patronal la reincorporación de todos los compañeros despedidos.
 
El tema es gremial. Fue en ejercicio del legítimo derecho de huelga. Corresponde la absolución de todos los compañeros.
 
Mañana es la tercera audiencia del juicio a partir de las 9. Llamamos a una nueva concentración en la puerta del juzgado, Avenida de los Inmigrantes 1950, en Retiro, enfrente de la terminal de ónmibus para seguir acompañando el reclamo de absolución ya de los compañeros inculpados. 
 
Nelson Marinelli

martes, 24 de octubre de 2017

Macri prepara un “gran acuerdo” para imponer la agenda contra los trabajadores


 

Flexibilización laboral, aumento de la edad jubilatoria y descalificación educativa.

En la primera conferencia electoral posterior a las elecciones legislativas, Macri confirmó la convocatoria a una reunión con los gobernadores que se haría extensiva –según Clarín– “a jefes de los bloques parlamentarios, jueces de la Corte Suprema, jefes de la CGT y a los líderes de las cámaras empresarias” (23/10).

¿Qué persigue este cónclave del ajuste en germen? Avanzar en una serie de “reformas estructurales” (deliberadamente ocultadas durante la campaña electoral) en materia laboral, previsional, educativa e impositiva, en lo que Macri bautizó como “reformismo permanente”.

Esa agenda capitalista implica una profundización de los pactos legislativos con la oposición patronal y con la burocracia de la CGT, tal como se han venido desarrollando hasta ahora.

Trabajo

En materia laboral, Macri insistió, en la conferencia de prensa, en acuerdos “sector por sector”, negociados con la burocracia sindical, y dio como ejemplos a Vaca Muerta y la industria automotriz. En el primer caso, se incorporó una adenda en el convenio colectivo de petroleros (con la anuencia del sindicato dirigido por Guillermo Pereyra) que acentúa la flexibilización de los obreros y la inseguridad laboral, al facilitar la reubicación del personal, la simultaneidad de tareas y permitir el trabajo con mayor velocidad del viento y tareas de montaje y desmontaje en horas nocturnas. Convenios análogos se han firmado en Chubut y en Santa Cruz.

Estos acuerdos “sectoriales” tendientes a un abaratamiento del valor de la fuerza de trabajo podrían ser, no obstante, el preludio de un ataque más general por medio de una ley, en línea con la reforma laboral aprobada recientemente en Brasil (y que es parte de una tendencia internacional, como lo muestra Francia).

Los diarios de hoy señalan que un proyecto legislativo de blanqueo laboral "necesariamente impactará en otras normas como la de empleo, la de higiene y seguridad e incluso las indemnizaciones por despidos. Es decir, una suerte de Caballo de Troya que a partir del resultado de ayer ampliará su vientre para sumarle soldados" (Ámbito Financiero, 23/10).

Jubilados

Macri llamó en su conferencia a lograr “un sistema previsional del siglo XXI”, adecuándose a la moda internacional. “Tiene que ver –dijo- con la evolución de la medicina (sic), el crecimiento de las poblaciones en términos de longevidad (sic)”. En criollo, el aumento de la edad jubilatoria, que el gobierno negaba o retaceaba hasta la víspera.

Macri repite una falacia, que no tiene en cuenta el crecimiento enorme de la productividad del trabajo. Se trata de una agresión en regla del capital al trabajo.

Educación

Hizo también referencias a la necesidad de una reforma educativa. Esta también fue reclamada como una cuestión central en el coloquio de Idea, donde el CEO de Techint, Paolo Rocca, llamó a modificar el estatuto del docente.

Pero no sólo se trata de un ataque a las condiciones laborales de la docencia, sino también de la transformación de los estudiantes en mano de obra barata por medio del relanzamiento de las pasantías. La reforma que Horacio Rodríguez Larreta prepara para 2017 en la Capital postula que en quinto año la mitad del tiempo de cursada se dedique a tareas no remuneradas en empresas. Y descalifica la educación con la introducción de la figura de los "facilitadores de contenidos", en detrimento de la docencia. Es la adecuación del sistema educativo a las necesidades del capital. En la provincia de Buenos Aires, ya comenzaron a circular proyectos del mismo tenor.

Impuestos

En materia impositiva, Macri procura un cambio en la coparticipación de recursos que le permita un mayor dominio político sobre las provincias. Por eso lanza la ofensiva ahora, cuando cree poder someter a los gobernadores que salieron golpeados de las elecciones. Apunta también a otorgar facilidades con respecto al Impuesto al Cheque (que grava las transacciones bancarias) y a suprimir Ingresos Brutos en un plazo de cinco años, reemplazándolo por un IVA provincial. Resumidamente, alienta una disminución de la carga impositiva de los capitalistas y la transfiere sobre las masas, acentuando el carácter regresivo de un sistema caracterizado por las exenciones o tributos irrisorios al capital (como el caso del inmobiliario rural) y la confiscación de los trabajadores (impuesto al salario).

Macri añadió que es necesaria “una fuerte reducción del gasto público”, que no implica otra cosa que el ataque a la salud, la educación, los planes sociales y los trabajadores estatales. Esto incluye la negociación del Presupuesto 2018, que ejerce recortes sobre algunas de esas áreas.

Reforzado tras los resultados electorales del domingo, el Frente de Izquierda dará pelea a esta agenda capitalista.

Gustavo Montenegro

viernes, 6 de octubre de 2017


Pablo Viñas: “Poner en pie una alternativa de los trabajadores”


El dirigente de la gran lucha de AGR-Clarín, Pablo Viñas, planteó en la apertura del encuentro: “Los trabajadores de AGR saludamos a este plenario de apoyo al Frente de Izquierda y aprovechamos para agradecer a los compañeros del Partido Obrero y el Polo Obrero, a los compañeros de Izquierda Socialista y a los del FIT que estuvieron presentes hasta el último día de nuestro conflicto, donde nos tocó enfrentar a uno de los grupos económicos más grandes del país y a todo un régimen político, que incluye no sólo al gobierno sino también a toda la oposición patronal”.
 
Esto, añadió, “con las centrales obreras que miraban para otro lado y con un bloqueo mediático absoluto, lo que demostró que no existe ninguna brecha a la hora de defender los intereses patronales: no sólo nos silenciaron canal 13 y TN, sino también el kirchnerista C5N”.
 
“Tuvimos más de 80 días de ocupación -destacó Viñas-, sacamos a la policía con las mangueras de alta presión, con lo que tuvimos y se tuvieron que ir; logramos un paro del gremio gráfico después de 30 años. Todo eso -dijo- porque estaba el clasismo presente en la lucha”.
 
Viñas concluyó: “Tenemos que pelear por la recuperación de los sindicatos; tenemos que poner en pie una alternativa de los trabajadores; por miles de votos para el FIT. A luchar contra la reforma laboral antiobrera. ¡Vamos compañeros!”.
 
También dirigió la palabra Ricardo Pacheco, delegado de Pepsico, otra de las grandes luchas de 2017, quien agradeció al Partido Obrero y al Frente de Izquierda por el apoyo a la lucha que libran los trabajadores de la empresa contra el cierre y los despidos masivos. “Tenemos que estar juntos porque la oligarquía va a venir con todo y eso no lo tenemos que permitir”, dijo Pacheco e invitó a acompañar a los compañeros de Pepsico que van a ir a ir a Mar del Plata para protestar frente a una de las plantas de la empresa.


martes, 19 de septiembre de 2017

jueves, 7 de septiembre de 2017

Por un Congreso del Movimiento Obrero y la Izquierda


Para intervenir en la lucha política


El viernes 18 de agosto, en la Mesa del Frente de Izquierda y los Trabajadores, presentamos la iniciativa de que el FIT sea convocante de un Congreso del Movimiento Obrero y la Izquierda. Al otro día de la movilización del 22 de agosto, en el balance de la movilización cegetista, Prensa Obrera hizo pública la propuesta.

La propuesta se fundamenta en la necesidad de que el activismo obrero participe activamente de la campaña electoral, ya que ninguna vanguardia obrera puede formarse bajo el principio de la neutralidad política entre los partidos burgueses y la izquierda que se reclama obrera y socialista.

Junto con ello señalamos que un Congreso de este tipo sería adecuado para explotar la crisis de la burocracia sindical que, luego de la fracasada movilización del 22, ha ingresado en un nuevo terreno de colaboración con el macrismo.

Por otro lado, una iniciativa de este tipo brindará una referencia política antagónica a la demagogia antiajuste del kirchnerismo, mostrando que el FIT se apoya en el accionar independiente de la clase obrera para derrotar el ajuste, mientras Cristina y el resto del PJ buscan disputar el favor de la burguesía para ser ellos quienes lo apliquen en sus términos.

Los fundamentos para la iniciativa expuestos en la reunión, cobran más vigencia aún en los días transcurridos. Esto como consecuencia del default de la burocracia sindical y también por el nuevo escenario de la ofensiva represiva y la lucha por la aparición con vida de Santiago Maldonado.

Pejotismo y burocracia sindical

Para satisfacción del gobierno de Macri, las distintas alas del peronismo y la burocracia sindical, incluido especialmente el kirchnerismo, han sacado de la agenda política la reacción del movimiento obrero ante el ajuste en marcha y ante el que se prepara para después de octubre.

No hay ni habrá paro nacional. Al contrario, la propia Cristina Kirchner se inclina hacia la pejotización de su campaña electoral y hace un guiño al conjunto de la burocracia sindical como recurso político que tiene la contrapartida de la tregua y la asociación a la política de gobernabilidad del ajuste que permitió al macrismo todos los ataques sufridos hasta hoy por los trabajadores. Massa y Randazzo articulan a su vez con distintos sectores de la burocracia sindical. De conjunto, forman parte de las fuerzas que aseguraron las 84 leyes del ajuste en el parlamento hasta el presente.

La movilización del 22 de agosto fue raquítica, fracturada y vaciada en los días previos. Sin asambleas fabriles ni plenarios de delegados previos, sin cese de tareas, la movilización no fue canal del activismo y menos aún de las bases del movimiento obrero.

La dirección sindical del triunvirato estuvo de espaldas a todas las luchas del período: las ocupaciones de fábrica como AGR y Pepsico, las huelgas docentes por el salario, las huelgas contra los despidos como Ingredion o Ingenio La Esperanza, las extendidas huelgas, acampes y manifestaciones del pueblo trabajador de Santa Cruz, al igual que las grandes movilizaciones y cortes de los movimientos de trabajadores precarizados y desocupados, como la realizada frente al Ministerio de Trabajo ante el Consejo del Salario Mínimo.

Ahora, la burocracia sindical aporta a la tregua para que se sigan desenvolviendo los ataques al movimiento obrero y se procese el debate electoral en los ejes planteados por las centrales patronales y el gobierno: Reforma Laboral, Reforma Jubilatoria y Reforma Impositiva, en lo que constituirá la segunda y más profunda fase del ajuste, descargando sobre el pueblo trabajador las consecuencias del fracaso de la política de endeudamiento, ajuste y tarifazo.

Ofensiva antiobrera

La política en curso forma parte de una ofensiva continental contra los derechos de los trabajadores para incrementar la tasa de explotación mediante la precarización y flexibilidad laboral, convenios a la baja y por empresa, extensión de jornada, pasantías, rebaja de aportes sociales, tras las paritarias a la baja por segundo año consecutivo.

La adaptación de la burocracia sindical a la ofensiva patronal y oficial no ha sido gratuita. Condenó al aislamiento a numerosas luchas obreras pero, por otro lado siguen los desplazamientos del activismo hacia la izquierda y las conquistas sindicales del clasismo, como lo prueban las recientes elecciones en el Suteba y la conquista del Sute de la docencia mendocina.

La columna independiente que integramos las fuerzas del clasismo y el Frente de Izquierda el 22, junto a los obreros de Pepsico en lucha, al Sutna en lucha por su paritaria, a la Unión Ferroviaria de Oeste, los Sutebas opositores, AGD-UBA, Ademys, Sitraic  y todo el sindicalismo combativo y clasista, entró cantando paro y plan de lucha, marcando una perspectiva política estratégica: la intervención de los trabajadores en la crisis para quebrar el ajuste. Senadores y diputados del FIT están y estarán al servicio de esa estratégica política.

La CTA formó parte del operativo de la burocracia sindical, adaptada en sus dos variantes al derrotero de la CGT. El kirchnerismo sindical es antagónico a una intervención independiente del movimiento obrero, como es vertebralmente antagónico a la independencia política de clase.

Hacer frente al ajuste

El Congreso del Movimiento Obrero y la Izquierda, constituye una oportunidad de debatir una gran movilización de la izquierda y el clasismo contra las reformas antiobreras en curso para la primera semana de octubre: por la ocupación de las fábricas que cierran, por paritarias sin techo y un salario equivalente a la canasta familiar, por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, por el 82% móvil a partir de reponer los aportes patronales que rebajaron Menem y Cavallo.

También por el cese de la represión, por la aparición con vida de Santiago Maldonado y la derogación de todas las leyes represivas, de la ley antiterrorista y el Proyecto X, por el fuera Bullrich y Noceti, por el juicio político a la Corte del 2x1.

Lo ideal es que el Congreso se realice en un estadio adecuado el próximo 30 de setiembre y constituya un hecho político que coloque a la izquierda obrera y socialista del FIT como referencia y canal del activismo luchador para motorizar las luchas contra el ajuste, antes y después de octubre. Y asociar la lucha por la expulsión de la burocracia sindical y por una nueva dirección del movimiento obrero a la construcción de la alternativa política de los trabajadores por su propio gobierno.

La consigna central del encuentro tiene que recoger este planteo político: Al ajuste le hacemos frente con la izquierda y los trabajadores.

Nestor Pitrola

lunes, 28 de agosto de 2017

miércoles, 23 de agosto de 2017

CGT: otra vez sin paro ni plan de lucha


Importante columna independiente del sindicalismo combativo en la marcha a Plaza de Mayo.

La reiteración de la Marcha Peronista, una y otra vez para acallar el reclamo de paro general, y las numerosas referencias al peronismo por parte de Juan Carlos Schmid, durante su brevísimo discurso como único orador en Plaza de Mayo, no alcanzaron para disimular la ausencia de un plan de lucha frente al ajuste y la fractura que atraviesa a la CGT.

El sector de los “Gordos” (Comercio, Sanidad, y otros) y algunos de los “Independientes” (como UPCN) boicoteron la movilización con el argumento de que el gobierno se fortaleció en las PASO. En las vísperas de la elección, cuando se suponía que Cristina ganaría los comicios, planteaban bajarla para no asestarle un golpe adicional a un gobierno derrotado electoralmente. El moyanismo y el barrionuevismo la sostuvieron con el propósito de posicionarse de cara a una negociación con el gobierno. Ese fue el sentido del llamado de Schmid a que se detenga la intervención sobre los sindicatos y a defender las obras sociales, una defensa de aparato. En los sucintos diez minutos de oratoria, no mencionó las luchas de Pepsico, Ingenio La Esperanza, choferes de Córdoba, Santa Cruz, ni ninguna otra.

El gobierno macrista no se privó, en la previa, de atacar la movilización. Sin sonrojarse, afirmó que el empleo está creciendo y que no habría motivos para marchar. Esto con un tercio de la población en la pobreza, cierres de empresas, jubilaciones de miseria, represión, y tarifazos.



La marcha no ofreció ninguna perspectiva al movimiento obrero frente al ajuste y la reforma laboral “a la brasileña” que el gobierno quiere aplicar. Schmid pateó la pelota hacia adelante otra vez, como aquel 7 de marzo en que el Triunvirato debió fugarse del palco, y dijo que el Confederal de la CGT del 25 de septiembre será el encargado de definir un posible paro general. Dicho Confederal será, en realidad, escenario de disputas de una burocracia sindical fracturada que ha sido cómplice del ajuste.

Schmid fue deliberadamente vago en la presentación de la “agenda social” del movimiento obrero. “Trabajo digno, salario justo”, dijo. Escamoteó, de este modo, posicionarse sobre un salario mínimo equivalente a la canasta familiar, el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario para enfrentar la desocupación, y una jubilación mínima equivalente a la canasta de la tercera edad, como planteó la columna del sindicalismo combativo.

Esta ingresó a la Plaza al canto de “paro, paro, paro, paro general”. Y contó con la participación de los obreros de Pepsico (que realizaron un corte en el Obelisco por la mañana), el Sutna, los Sutebas combativos, el Sitraic, AGD-UBA, la Unión Ferroviaria de Oeste, entre muchos otros. Los principales candidatos del Frente de Izquierda se movilizaron junto a ellos.

También reclamó la aparición con vida de Santiago Maldonado, un punto que el titular de Dragado y Balizamiento introdujo en su discurso.

Para derrotar el ajuste de Macri y los gobernadores, el movimiento obrero deberá superar a una burocracia que es cómplice de él.



   

jueves, 17 de agosto de 2017

CGT: qué pasa el 22


Marchemos en una columna independiente, por paro nacional y plan de lucha para derrotar el ajuste

El Consejo Directivo de la CGT ratificó la marcha del 22 de agosto “en rechazo a las políticas del Gobierno”, votada por el plenario de secretarios generales que se realizó en Ferro.
Los Gordos -alineados detrás de Héctor Daer- y una parte de los Independientes - UPCN, UOM, Uocra- reclamaban cancelar la movilización luego del “respaldo logrado por el macrismo en las Paso”. Esta postura confluyente con la de Triaca, adelanta lo que será la política del grueso de la burocracia sindical frente a la ofensiva de revisión de convenios y reforma laboral. Al punto que ya suena la candidatura de Guillermo Pereyra a secretario general de la central, el firmante del convenio de Vaca Muerta, que costó la flexibilización y miles de despidos a los petroleros.
Los moyanistas y el barrionuevismo plantearon realizarla de todos modos ya que "los ciudadanos no pueden valerse sólo del voto", o sea como muleta del pejotismo. La Corriente Federal, integrada por la Bancaria y sindicatos kirchneristas, que no pertenece al Consejo Directivo, emitió un comunicado “exigiendo el cumplimiento de lo acordado” mientras el Movimiento de Acción Sindical, que venía negociando su retorno a la Central, resolvió esperar el resultado de la reunión. Todos con los pies en el mismo plato.
El debate en torno a la marcha, que los medios presentan como expresión de una puja entre “dialoguistas” y “confrontativos”, tradujo una lucha por el control de la Central, más que intención alguna de poner en pie al movimiento obrero.
Otro 7 de marzo es posible. Esto es así por donde se lo mire, porque la génesis de la movilización se asemeja a aquella como factor de contención, y en este caso, de abierto tufillo electoral a favor de las listas del peronismo en el próximo octubre. Incluida, por supuesto, la de Cristina, que llamó a levantar toda movilización antes de las PASO. Una línea de derrota del movimiento obrero.
La movilización no se emparenta con ninguna de las luchas del período, y menos pretende detener los cierres y despidos masivos apoyando huelgas y ocupaciones de los lugares de trabajo. Al contrario, sus convocantes han faltado puntillosamente en cuanto conflicto se ha desarrollado, desde Santa Cruz hasta la huelga del Ingenio La Esperanza, pasando por Pepsico o la huelga de los choferes cordobeses. Todas tuvieron a esta burocracia empeñada en su derrota.

Por todo esto, por los pocos días que restan, difícilmente la movilización logre siquiera ser un canal para que sectores obreros masivos expresen su oposición y voluntad de lucha contra el ajuste.

Claramente, los sectores combativos y el clasismo deben establecer una tajante delimitación de la burocracia sindical, de todos sus bloques, y de sus programas, así como de las listas de Unidad Ciudadana, Massa o Randazzo, todos socios parlamentarios de las leyes del ajuste, incluidas la nefasta ley de ART y la perpetuación del impuesto al salario.

Nuestro planteo es la ocupación de fábricas contra los cierres, el reparto de las horas de trabajo disponibles para enfrentar la desocupación y la apertura de los libros para combatir el costo patronal, la lucha por un salario que cubra la canasta familiar y la duplicación de la jubilación mínima. Por un verdadero plan de acción que comience por un paro activo de 36 horas, para derrotar el ajuste y los planes flexibilizadores del gobierno y la oposición cómplice, de los Massa, el PJ y el kirchnerismo.

Por el apoyo a todas las luchas en curso, en particular la de los trabajadores de Pepsico, que deberían encabezar la columna independiente que llamamos a conformar, junto a los sindicatos y comisiones internas que han sido un sostén de su reclamo desde el primer día. Convocamos al Frente de Izquierda a contribuir a esta política.


 Nestor Pitrola-Miguel Bravetti

martes, 8 de agosto de 2017

Acto contra los despidos y la persecución en la UTA-Córdoba

A las 17 horas, acto frente a la Casa de Córdoba (Callao 332, CABA).

Hace dos meses 183 trabajadores y trabajadoras del transporte del Córdoba fueron despedidos por la huelga que protagonizaron en rechazo a la paritaria firmada por la UTA (8% hasta diciembre). La huelga fue quebrada por la acción de la burocracia sindical, el Ministerio de Trabajo nacional y el gobierno provincial y la gendarmería.
La conciliación obligatoria que se extendió luego “voluntariamente” con el fin de negociar reincorporaciones solo sirvió para reafirmar los despidos y viabilizar la destrucción de la organización gremial.
Uno de esos choferes, que pertenecía a la empresa AuCor, falleció ayer mientras dormía. Horas antes había recibido la noticia de que su reincorporación no se concretaría.
Romina Del Plá, secretaria general del Suteba-La Matanza, explicó que “la situación de los despedidos es dramática. Se trata de un ataque en regla orquestado entre la burocracia de UTA que persigue a los que estuvieron a la cabeza del conflicto, y de las patronales que buscan ir a fondo con la flexibilización laboral, como en Brasil”.
Un grupo de compañeras de Trolebuses sostienen frente al Municipio una “Carpa de Lucha” en reclamo de la reincorporación y el cese de las persecuciones. Algunas de ellas realizaron una prolongada huelga de hambre.  Ileana Celotto, secretaria general de AGD-UBA (docentes universitarios), declaró: “las mujeres estuvieron a la cabeza de esa huelga; aunque son una minoría del total de choferes, 60 compañeras de la empresa municipal de Troles (Tamse) fueron a la calle, más del 30% del personal de esta empresa”.
“El reclamo es que se cumpla el acta compromiso que establece la reincorporación de los trabajadores y que el intendente Ramón Mestre, responsable político de Tamse, se niega a ejecutar. Mientras, en todas las empresas crecen los abusos y la persecución”.
Por todos estos reclamos y en homenaje al compañero fallecido hoy se realizará una concentración frente a la Municipalidad de Córdoba y en simultáneo la Coordinadora Sindical Clasista, con la presencia de un grupo de delegados y despedidos, realizará un acto frente a la Casa de Córdoba (Av. Callao 332, CABA) a las 17 horas. Participarán dirigentes de la CSC-PO, como Vanina Biasi, dirigente nacional del Plenario de Trabajadoras, y Amanda Martín, secretaria adjunta de Ademys y otras organizaciones de lucha.

Coordinadora sindical Clasista - Partido Obrero –Plenario de Trabajadoras

viernes, 4 de agosto de 2017

El escenario político, a diez días de las Paso

Bien mirada, y en lo que respecta a los partidos del régimen, la campaña hacia las Paso ha sido una gran tentativa de ocultamiento de una crisis política y social de fondo, de alcance nacional y continental. Ese ensayo encubridor, sin embargo, no ha podido evitar que esa crisis se exprese cotidianamente, en términos de luchas y choques con las masas. La ocupación de Pepsico, desalojada el mismo día en que comenzaba ‘formalmente’ la campaña, colocó en las Paso una agenda que ya estaba presente desde comienzos de año, con AGR-Clarín, las huelgas docentes de todos los niveles, la lucha de Santa Cruz, de los choferes de Córdoba y un paro nacional que la CGT puso en juego sólo como recurso para contener esta irrupción obrera en vísperas de los comicios. La burocracia actuó, de ese modo, como agente de los candidatos patronales, los cuales, del PRO al kirchnerismo, se empeñaron en encauzar la inquietud popular en el corset de las elecciones.

A pesar de ello, las Paso no han podido desembarazarse de un escenario de luchas. Sólo la militarización de la planta impidió una nueva ocupación fabril -la de Cresta Roja. La lucha de Adidas, por su parte, es la punta visible de una escalada de cierres y despidos masivos en la industria del calzado. La clase obrera de los ingenios del NOA salió a luchar por el salario y sus conquistas laborales, primero, y ahora contra el cierre del Ingenio La Esperanza. En Santa Cruz, el ajuste salvaje contra docentes, estatales y petroleros tiene el doble sello de la administración provincial kirchnerista y del gobierno nacional.

La convocatoria de la CGT a una marcha con un mes de plazo sólo vuelve a refrendar el abismo que separa a las aspiraciones obreras de la burocracia, que apura la firma de convenios flexibilizadores en diferentes sindicatos. Pero la dilación de la burocracia ha contado con la venia de todas las fracciones burocráticas, incluyendo al kirchnerismo. Antes de ello, CFK había desechado una movilización de su corriente sindical para este 7 de agosto. El esfuerzo para que la clase obrera no intervenga en la crisis involucra a todos los bloques capitalistas que disputan estas Paso, del macrismo a “nacionales y populares”.

Crujidos por arriba

Los slogans de campaña tampoco han podido evitar los cimbronazos cada vez más agudos del programa económico oficial. En el curso de estas Paso, el peso sufría una devaluación del 15%. Los lenguaraces oficiales atribuyen la suba del dólar a la ‘inquietud electoral’, en un intento por disimular desequilibrios de fondo. A la corrida contra el peso de días atrás se volcó una fracción de especuladores que decidieron no renovar sus colocaciones en la deuda del Banco Central (Lebacs), aún cuando el gobierno había elevado su rendimiento. Para sofocar la corrida, el gobierno apeló a divisas que han ingresado a través de préstamos externos: o sea que el hiperendeudamiento está financiando la fuga de capitales, un escenario ya conocido en las vísperas de otras bancarrotas nacionales. La deuda pública roza las dos terceras partes del Producto Bruto y su refinanciación aparece cada vez más gravosa, a causa de su propio crecimiento y del escenario internacional. El comercio exterior del país, golpeado por la crisis mundial y continental, no puede proveer los recursos para reciclar esa hipoteca.

La brusca devaluación, entretanto, ha dañado prematuramente al nuevo programa de créditos hipotecarios, uno de los recursos que el gobierno esgrimía para una reactivación. El carácter potencialmente confiscatorio de estos préstamos -cuya capital y cuotas se actualizan por la inflación y no con el salario- se puso de manifiesto con la devaluación, que disparó el valor de los inmuebles. Pero la inviabilidad de esta burbuja hipotecaria daría por tierra con una reactivación de la construcción, un “brote verde” que, en ese caso, pasaría sólo a depender de la hipertrofiada deuda pública. Por otra parte, no se detiene la bancarrota industrial de los sectores más expuestos a la competencia internacional. Tampoco la de las producciones regionales, donde los incentivos oficiales -eliminación de retenciones e impuestos- han quedado en manos del capital financiero y los pulpos exportadores. Así las cosas, el escenario postelectoral semeja a la Argentina con una gran convocatoria de acreedores, donde la clase capitalista redobla la exigencia de trasladarle el fardo de la quiebra a los trabajadores. Esto explica la exigencia de una reforma laboral flexibilizadora en espejo con Brasil; de una reforma previsional que contemple un aumento ¡optativo! de la edad jubilatoria -optar entre morirse de hambre y seguir trabajando- y un salto en la degradación educativa, como lo revelan los planes para convertir al 5º año secundario en una pasantía a gusto de las empresas.

Crisis continental

Hasta donde les fue posible, los partidos capitalistas han disimulado también el alcance continental y mundial de la crisis en curso. La caída de los precios internacionales, por un lado, y el agravamiento de la guerra de rapiña por un mercado mundial en retroceso, del otro, no sólo han colocado en defol a los regímenes nacionalistas o pretendidamente progresistas del continente. También han puesto en tela de juicio a la tentativa de reemplazarlos por regímenes derechistas, que sólo podrían progresar a costa de desatar rebeliones populares aún más agudas a las que vivió el continente. En Brasil, la experiencia de Temer podría terminar bebiendo de su propia medicina -una destitución parlamentaria, en medio de las denuncias de corrupción y de su incapacidad para aplicar el programa antiobrero que exigen los ‘rescatistas’ del país. En Venezuela, la experiencia chavista ha derivado en un régimen bonapartista de facto, sostenido por una cúpula militar y una camarilla corrupta. La amañada Constituyente de Maduro no se propone tomar las medidas elementales para sacar a las masas de la penuria extrema ni oponerle un planteo de transformación social al programa de recolonización integral que propugna la derecha proimperialista. Por el contrario, aspira a dictar el estatuto de una reprivatización petrolera. Por eso mismo, las masas que salen a enfrentar la crisis no podrían tener una salida en manos de los ajustadores derechistas. Venezuela expresa un dilema que atraviesa a toda la clase obrera continental: la lucha y la necesidad de una salida propia, frente al nacionalismo fracasado y a los macristas de la región. La perspectiva estratégica que deja esta crisis es la lucha por gobiernos de trabajadores en todo el continente.

Las perspectivas políticas

Mientras los protagonistas de las Paso proyectan el futuro como el cambio progresivo y pacífico de las relaciones de fuerza parlamentarias, nosotros avizoramos un escenario de grandes choques sociales, crisis políticas e incluso de alteraciones de régimen político -ello, como consecuencia de la crisis capitalista y de la tentativa de trasladarle la factura de esa crisis a las masas. Este es el escenario continental, del que Argentina no es ajena. La tentativa de llevar adelante la expulsión sumaria de un diputado en el Congreso es sólo un anticipo y una pantalla para avanzar en un régimen de excepción para hacer pasar esta agenda antipopular y explica la oposición firme que desarrolló el Partido Obrero en este punto.

El escenario preelectoral destaca una fuerte contradicción entre la victoria que las encuestas pronostican para Cristina Kirchner, de un lado, y su completo silencio frente al progreso de la crisis nacional y continental, del otro. La jefa del kirchnerismo ha callado frente al ensayo de golpe parlamentario de la semana pasada y -ahora- frente a la propia crisis venezolana. Algunos voceros K se han despegado del gobierno de Maduro, pero sólo para auspiciar una mediación liderada por la OEA -o sea, por el “ministerio de colonias” del continente. A ello, se suma la ausencia del kirchnerismo en las grandes sociales del período, que han tenido como protagonistas al sindicalismo clasista y a la militancia y voceros del Frente de Izquierda.

El macrismo parece absorber una posible derrota de Buenos Aires, que aspira a equilibrar con victorias propias o de aliados en el interior. Pero principalmente, apostando a revertir el resultado electoral bonaerense en octubre, apelando para ello a una polarización política. A su favor, cuenta con la inconsistencia política del armado kirchnerista, que es lo que se ha puesto de manifiesto en estos grandes episodios de crisis que han atravesado las Paso.

El Frente de Izquierda, en cambio, no pasó desapercibido. Una campaña “en defensa de los trabajadores” lo encontró
poniendo el cuerpo en las luchas obreras, en toda la geografía del país. La tentativa de disimular el ajuste y la impunidad hacia los corruptos con un golpe parlamentario, por otra parte, encontró a nuestros diputados en la primera fila de la lucha política y la denuncia contra los nuevos y viejos cómplices de la corrupción capitalista. Tenemos indicios de que esta intervención política y de lucha ha calado entre toda una porción de los trabajadores y la juventud, lo cual debemos refrendar estos días en la conquista del voto ‘hombre a hombre’ y de miles de fiscales.


Marcelo Ramal

viernes, 28 de julio de 2017

Reforma laboral: Aquí la podemos parar

 

Apenas conocida la sanción de la reforma laboral brasileña, los principales medios de comunicación salieron a reclamar una reforma similar.
 
El diario La Nación destaca que “los acuerdos individuales entre un trabajador y su empleador, y los acuerdos por empresa prevalecerán sobre los convenios colectivos por actividad”. Señala que se ha creado la figura del “trabajador autónomo exclusivo, una suerte de monotributista que puede prestar servicios para un único empleador, sin estar atado a un vínculo laboral permanente”. Y la figura del trabajador "hipersuficiente": los empleados “podrán pactar libremente con las empresas su jornada laboral, el fraccionamiento de sus vacaciones y otras condiciones de trabajo”.
 
Además, la nueva legislación brasileña regula el teletrabajo y crea el llamado "contrato intermitente", por el cual “un trabajador podría permanecer a disposición de su empleador sin brindar una contraprestación laboral y sin garantía de recibir un salario mínimo ni de horas de trabajo. Autoriza también la posibilidad de una jornada laboral de 12 horas con 36 horas de descanso entre dos jornadas de trabajo”.
 
Otro aspecto importante es que elimina la obligatoriedad de que los despidos colectivos sean negociados con los sindicatos. Por otro, se reduce en un 30 por ciento el costo de la indemnización por despido. Finalmente, “se busca limitar los juicios, al resolverse que los trabajadores… tengan que probar que no pueden hacer frente al costo de una demanda para poder iniciarla en forma gratuita”.
 
Unión nacional
 
El legendario diario mitrista marca una agenda que es patrimonio común del conjunto de la clase capitalista. Señala que cualquiera sea el juicio que merezcan dichas normas laborales, el cambio es inevitable, como resultado de la “interdependencia” que tiene la Argentina con los países vecinos, en particular con Brasil. El Mercosur es utilizado como instrumento para alentar una competencia ruinosa y la precarización entre los trabajadores de ambos países.
Al editorialista no se le escapa que semejante paquete sólo puede pasar sobre la base de un acuerdo entre los principales bloques políticos. “Es menester que el gobierno nacional y las principales fuerzas de oposición analicen detenidamente no sólo el proceso de reforma laboral en el que se ha embarcado Brasil, sino también las razones que han llevado al vecino país a tomar semejante rumbo”. Se empieza a maquinar una "unión nacional," que se procura dé sus frutos después de las elecciones. “Para aprobar una reforma laboral, Macri deberá acordar con el peronismo" (Infobae, 21/7).
 
La oposición
 
Massa se cuidó muy bien de denunciar la reforma brasileña y los anuncios del gobierno de hacer lo propio en la Argentina una vez finalizados los comicios. El Frente Renovador plantea una política de promoción para las pymes que, entre otras cosas, promueve la reducción de las cargas sociales y, con la excusa del empleo joven, la promoción de pasantías, con sueldos y condiciones de trabajo por debajo del convenio.
 
Cristina Kirchner, a su turno, tampoco se ha pronunciado contra la reforma laboral. Plantea “prohibir los despidos por un año” mientras se hace la distraída y deja pasar la ola de despidos y cierres en curso. Habla de una “emergencia laboral” cuyos términos son difusos. No olvidemos que el kirchnerismo dejó un tercio de los trabajadores en negro y la mitad de la población precarizada con un salario promedio de un 40% de la canasta familiar y el impuesto al salario para los que se arrimaban a esa canasta. Los K fueron parte activa en el aliento de las tercerizaciones, empezando por las concesiones del Estado (¡ferrocarriles!). En 2015, por iniciativa de Cristina, se aprobó un blanqueo laboral, que ya contiene algunas de las cláusulas que ahora el macrismo pretende profundizar. Con el pretexto de mejorar el empleo registrado, se rebajaron las cargas patronales, agravando el desfinanciamiento de la Anses. Este enorme subsidio a los empresarios no sirvió, sin embargo, para mejorar la ocupación. Una vez más, quedó demostrado que la crisis no se origina en el costo laboral, sino en la gestión capitalista de la economía y sus contradicciones insuperables. La reducción de los costos laborales no revirtió las tendencias recesivas sino que terminó agravando sus efectos. Cristina no está dispuesta a sacar los pies del plato y a rebelarse contra la clase social de la cual ha sido tributaria durante su mandato.
 
Si hay algo que retrata la complicidad del arco opositor es la conducta que vienen teniendo frente a los conflictos que están sacudiendo el país. La burocracia sindical, vinculada con los diferentes bloques patronales, viene sosteniendo una tregua con el gobierno y desangrando las luchas. Cristina es la que exhortó a la CGT a diferir cualquier iniciativa de movilización para después de las Paso.
 
En la unión nacional que se está maquinando para después de las elecciones no sólo entran las cámaras empresarias, sino las centrales sindicales. La reforma a la baja de los convenios colectivos de petroleros, lecheros y marinos mercantes, la instauración del presentismo entre los estatales, los acuerdos de flexibilidad en el Smata, todos ellos, bendecidos por la burocracia sindical y la reforma reaccionaria de las ART, aprobada por los bloques de la oposición, son anticipos del cambio de la legislación que se prepara.
 
Estamos en presencia de una agresión estratégica. La clase obrera argentina debe tomar nota de este hecho, impulsar los combates que ya están curso y preparar los que van a venir. Aquí, en nuestro país, podemos parar la reforma laboral. Una derrota del gobierno y sus socios del ajuste será un paso fundamental para abrir paso a una salida política de los trabajadores a la crisis nacional.
 
 
Pablo Heller
 

jueves, 20 de julio de 2017

Brasil: La reforma laboral es una agresión estratégica a los trabajadores



La reforma laboral produjo la satisfacción del conjunto de la clase capitalista. Establece el pago por debajo del salario mínimo y jornadas laborales de hasta 12 horas, consagra la preeminencia de los convenios por empresa por encima de los convenios colectivos de la industria, autoriza a tercerizar la actividad principal de la empresa y precarizar los trabajos, obliga a las mujeres embarazadas y lactantes a trabajar en lugares insalubres, habilita pagar según productividad y eliminar las protecciones al trabajador. (Ver nota: Los puntos de la reforma)

Sin embargo, este monumental ataque no asegura que Temer salve su pellejo; algunos señalan que sería echado una vez que se  sancione  la otra gran asignatura: la reforma previsional. La ofensiva judicial es impulsada  desde el norte. La operación Lava Jato y las revelaciones de los hermanos Batista, fogoneadas desde Estados Unidos, han apuntado a quebrar la articulación industrial y financiera armada en torno de Petrobras y el sistema de contratos y concesiones otorgadas desde el Estado.

Odebrecht está haciendo un esfuerzo por salvar sus posiciones en Brasil, y procura  negociar -a cambio de las revelaciones- la continuidad de sus negocios. Pero una destitución de Temer desbarataría todos los arreglos hechos en el último año con las constructoras y empresas coimeras y Brasil asistiría a una enorme transferencia patrimonial entre capitales extranjeros y nacionales.

La condena de Lula

Algunos comentaristas destacan que la “coincidencia” entre el anuncio de la condena de Lula y la sanción de la reforma laboral apuntó a cambiar el foco de atención de la opinión pública. El cerco judicial contra el ex presidente refuerza la presión de la burguesía para que el PT no saque los pies del plato. Más allá de la denuncia encendida contra la amenaza de proscripción de su candidatura, el PT y la CUT no promovieron una movilización contra la destrucción de los derechos laborales. Ambas organizaciones jugaron un papel clave para que el paro del 30 de junio tuviera un menor alcance que el del pasado 28 de abril. En lugar de impulsar la huelga general y la acción directa, el planteo del PT es esperar a las elecciones previstas para finales de 2018. La consigna de “directas” ha quedado cajoneada. Lula incluso cuestionó la validez de las acusaciones que activarían el juicio político contra Temer.

Un retorno de Lula, sin una movilización política de gran alcance, es inviable; en especial para operar como contención. Sería una carta que la burguesía reserva en caso de desmadre.

Los desafíos

¿Cómo responde la izquierda a este impasse, en medio de un ataque estratégico contra la legislación laboral?

El PSOL ha conformado recientemente un “Frente Amplio” con el PT y otros nucleamientos, para reclamar elecciones directas inmediatas. Pero ha quedado pedaleando en el aire, pues el PT ha arriado esa bandera.

EL PSOL tiene la apariencia de un frente de izquierda, pero es un aparato que se encuentra al arbitrio de una camarilla parlamentaria de viejos dirigentes del aparato petista. No se puede hablar de un “partido de tendencias”, pues las tendencias no deciden ni determinan la orientación del partido. En la mayoría de los casos, los candidatos centrales han sido hombres y mujeres que han participado de gobiernos capitalistas (como Erundina, ex alcaldesa de San Pablo).

En las elecciones estaduales del año pasado, en el segundo turno, el PSOL cerró un acuerdo con el PMDB (el partido de Temer) en Belén (capital de Pará) y el candidato del PSOL, en Cuiabá (Mato Grosso), fue el procurador Mauro, un evangelista contrario al derecho al aborto y al casamiento gay, entre otros. Ha tenido siempre una fuerte influencia clerical, consentida por el arco izquierdista. El candidato del PSOL, en Río de Janeiro, Marcelo Freixo, hizo campaña con el planteo de que “sería absurdo demonizar al capital privado”.

Esta política no ha sido un obstáculo para la colaboración de las diversas corrientes de la izquierda “radical”. Tal es el caso del MES (enrolada en el MST argentino), que ha apoyado entusiastamente las candidaturas más reaccionarias del PSOL y recibido incluso apoyo financiero de la siderúrgica Gerdau. La CST, corriente afín a Izquierda Socialista de la Argentina, denuncia estas candidaturas, mientras las acompaña en las listas. El Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT-PTS) ha renovado el pedido de ingreso al PSOL. A este arco se ha sumado el Movimiento para una Alternativa Independiente (Mais), la fracción que rompió con el PSTU, favorable a una campaña por las ‘diretas’ con el PT. La supuesta “autonomía” para justificar la permanencia en sus filas sirve como excusa para desarrollar una complicidad política con un planteo y una dirección atada por toda clase de vínculos con las patronales y el Estado. El PSOL es, probablemente, la versión más derechista de los “partidos amplios” y “plurales’ que han fracasado en otras partes del mundo, como es el caso de la griega Syriza.

Congreso de bases

La cuestión inmediata de derrotar las reformas previsionales, laborales y fiscales -y dar continuidad a las dos huelgas generales últimas-, que amenazan socialmente al conjunto del movimiento obrero, plantean la necesidad de un congreso de bases de la CUT y Conlutas. Es necesaria una campaña de agitación en esta dirección y promover, al mismo tiempo, congresos regionales o por sindicatos y plenarios de activistas, para romper la atomización obrera que promueven el Estado y sus partidos. Tomada en su conjunto, la situación brasileña se encamina hacia crisis aún mayores que las que han tenido lugar hasta ahora. Son una oportunidad para impulsar movilizaciones de masas que pongan fin al régimen existente.

Pablo Heller

miércoles, 19 de julio de 2017

Reforma laboral negrera en Brasil: a Macri le gusta esto

 

Jornadas de hasta 12 horas, tercerización, trabajo precario, abaratamiento de despidos y la liquidación de la negociación colectiva.
 
La reforma laboral, auspiciada por el golpista Michel Temer, que acaba de aprobar el parlamento brasileño significa un retroceso de características históricas para la clase obrera del país vecino. 
 
Consagra un régimen de superflexibilización, dando “valor legal a los acuerdos negociados por sector o empresas aunque no se ajusten a la normativa vigente” (Página/12, 11/7). En base a esto, se habilitarían jornadas laborales de hasta 12 horas, la reducción del intervalo entre las jornadas y que las vacaciones anuales sean divididas hasta en tres veces. El asunto llega al punto de revocar los 15 minutos de descanso antes de las horas extra para las mujeres y de habilitar la negociación de los horarios de almuerzo (!).
 
También se prevé una ampliación de la tercerización; se introduce la ‘jornada intermitente’, con el pago de salarios sobre una base horaria o por jornada, y no mensual; se elimina el pago de las horas de desplazamiento
 
La liquidación de la capacidad de negociación colectiva está en el centro de la reforma. Se habilitan acuerdos por sector, se retira la obligación de negociar con sindicatos despidos colectivos y se crea una comisión de representantes de los empleados para negociar directamente con la empresa. También vuelve más costoso y dificultoso el acceso a la Justicia del Trabajo y limita los valores para indemnizaciones.
 
La reforma fue impulsada por Temer y por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, de acuerdo al libreto escrito por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), la Confederación Nacional de Agricultura (CNA) y la Federación Brasileña de Bancos (Febraban).
 
Con Temer en la picota, en medio de la discusión en Diputados sobre su posible suspensión para ser sometido a una investigación por corrupción y niveles de rechazo popular inéditos, sus posibles sucesores –empezando por el jefe de la Cámara de Diputados, el conservador Rodrigo Maia–declararon su compromiso a fuego con la reforma. El ataque a las condiciones laborales –junto a la reforma previsional en trámites y al congelamiento del gasto público por 20 años, votado el año pasado– es una prioridad para la burguesía brasileña.
 
La burocracia, entregada
 
El PT protagonizó una puesta en escena durante la votación en la Cámara Alta, cuando ha permitido el avance del ajuste del gobierno golpista. Mientras la reforma laboral se discute desde noviembre, la CUT –central sindical vinculada al partido de Lula–, se limitó a convocar a paros aislados sin ninguna perspectiva. Su horizonte está puesto en el 2018.
 
Por su parte, la otra central mayoritaria, la amarilla Fuerza Sindical, directamente se bajó del último paro general y agachó la cabeza frente a la reforma, a cambio de algunas prebendas.
 
La lucha contra el gobierno ajustador y sus avanzadas le plantea a la clase obrera brasilera una acción independiente, sacándose el lastre de la burocracia sindical.
 
Alerta, trabajadores argentinos
 
Ámbito Financiero tituló: “La reforma laboral de Brasil acelera el cambio de rumbo en la Argentina”, en un artículo donde anuncia que Macri prepara “una reforma de cuño flexibilizador, con foco en las cargas sociales, el empleo joven y en convenios colectivos que la Casa Rosada y el Ministerio de Hacienda consideran disfuncionales al cambio de régimen económico que se busca” (14/7) para después de octubre. 
 
Los capitalistas locales ya han aseverado que la reforma en Brasil atiza la necesidad de una similar en Argentina. De esta manera, "el Mercosur se convierte así en un instrumento para la flexibilidad laboral de los trabajadores de ambos países” (Prensa Obrera, 13/7).
 
Las reformas a la baja de los convenios colectivos de petroleros, lecheros y marinos mercantes, la instauración del presentismo entre los estatales, los acuerdos de flexibilidad con el SMATA, la reforma ultraregresiva de las ART y la guerra declarada del gobierno de Macri contra la “industria del juicio” son anticipos en esta dirección.
 
La clase obrera argentina debe tomar nota de esta reforma negrera para preparar los combates por venir.
 
Tomas

jueves, 13 de julio de 2017

AGR-Clarín: lecciones de una gran batalla obrera




Tras 164 días de lucha, 82 de ocupación y 82 de acampe, los trabajadores de Artes Gráficas Rioplatense (AGR-Clarín) resolvimos concluir el acampe, fase final de una lucha histórica que comenzó con la ocupación de la planta. Un grupo de trabajadores continuará el reclamo judicial contra los despidos precarizadores del grupo Clarín. Se agotaron hasta el máximo de las posibilidades los objetivos de continuidad laboral, enfrentando la asociación directa de la patronal y el Estado, y el tenaz aislamiento a que sometió la lucha el conjunto de la burocracia sindical y los medios de comunicación alineados con Clarín, sin distinción ideológica.


La ocupación y la lucha en su conjunto se inscriben en las grandes gestas del gremio, como Fabril, Abril, Atlántida, La Razón, Tiempo Argentino, Interpack (que ocupó por el salario) y del conjunto del movimiento obrero.

La ocupación fue el punto fuerte de un despliegue: los piquetes de fábrica, la campaña de boicot a las publicaciones para que no se impriman y después para que no se compren, la producción de la Viva bajo control obrero, las jornadas nacionales de piquetes, el abrazo a Clarín, por el cual el diario no llegó a la mayoría del país. Las medidas golpearon duramente a un grupo empresario que se pretendía inmune y “refrescaron” ante millones de trabajadores los mejores métodos de lucha de la clase obrera, que harán falta para enfrentar el ajuste en curso. Si el cierre de AGR representa la punta de un iceberg de un ajuste que hoy se replica en Pepsico y centenares de fábricas, la ocupación de la planta mostró que si un puñado de cientos de obreros enfrentaron y golpearon a la empresa más poderosa del país, con apoyo explícito del Estado, qué no podría hacer toda la clase obrera de pie. 

El cierre fue contra un colectivo obrero, que organizado con la Naranja Gráfica había recuperado decenas de conquistas y que con esa unidad dio un combate ejemplar. Pero los ataques a los puestos y condiciones de trabajo no se reducen a las fábricas organizadas con direcciones clasistas ni ocurren sólo con gobiernos de derecha. En AGR conocimos, en 2004, la militarización de la planta y despidos masivos cuando la interna era conducida por la Lista Verde y gobernaba Néstor Kirchner. Un balance de todo el proceso de AGR es fundamental para sacar conclusiones que sirvan al conjunto de la clase obrera.

Macri, Bullrich, Triaca, Clarín,  un solo corazón

Al segundo día de ocupación, enfrentamos una represión ilegal que no logró sacarnos de la planta. Combatimos políticamente los intentos de desalojo y el permanente espionaje del Proyecto X, ahora de Bullrich, durante 82 días, hasta que un brutal operativo con armas de fuego logró el desalojo.

Triaca fue en todo momento el aliado de Clarín. Nunca convocó a las partes, no dictó conciliación, ni exigió recurso de crisis, simplemente se alineó con Magnetto, como un brazo de la patronal. Al contrario, ficcionó reuniones con el solo objetivo de despejar alguna arteria ocupada por los trabajadores en lucha.

Luego de la represión, las mujeres de nuestras familias formaron una comisión para sumar su apoyo organizadamente. En el marco del Ni Una Menos se plasmó otra escala de organización fabril, la de las compañeras, que se sumaron a la lucha dándole una fuerza enorme. La organización obrera había cimentado esta posibilidad desde hace años, pronunciándose en repetidas ocasiones por los derechos de la mujer.

El bloqueo de los grandes medios fue clarificador, abarcó tanto a las patronales progubernamentales como a las “opositoras” de filo kirchnerista. C5N, canal de noticias de Cristóbal López, no envió un móvil en cinco meses de lucha. Al periodista de Canal 26, que sí lo hizo, le levantaron el programa. A la hora de cercar la información sobre la ocupación de una empresa de “medios” quedó al desnudo la única grieta: los trabajadores de un lado y la coalición ajustadora del otro. La solidaridad de los trabajadores de medios garantizó que en los lugares más organizados corriera la noticia que se pretendía tapar, mostrando cómo la libertad de prensa no pasa por la libertad patronal sino por la organización de los trabajadores.

Solidaridad de clase ante la complicidad burocrática

Ante el enorme apoyo obrero y popular desplegamos el método que siempre utilizamos en la planta: el de la deliberación y la democracia sindical con nutridos plenarios obreros. Al apoyo que se daba por abajo se sumó el de los partidos y la izquierda, organizaciones de derechos humanos, abogados militantes, comisiones internas, agrupaciones sindicales y sindicatos combativos como el Sutna, aceiteros y AGD-UBA, que hicieron un enorme esfuerzo para difundir y sostener económicamente nuestro conflicto. Y el gran aporte de 400 artistas convocados por Músicos Organizados y otros sectores. Cabe destacar el enorme despliegue militante del Partido Obrero y del Polo Obrero que garantizaron el apoyo al aguante y la movilización, así como también la comida y la infraestructura hasta el último día. Al margen de militantes de base o algún legislador aislado, el FpV brilló por su ausencia, porque comparte en las provincias y municipios que gobierna el plan de ajuste de Macri y sostiene en los sindicatos la tregua que denunciamos y atacamos.

El conflicto de AGR arrancó un paro en el gremio gráfico que no se convocaba desde hacía 30 años, y otro día una movilización a Plaza de Mayo. Aunque el paro fue decretado con permanencia en los lugares de trabajo (lo que habilitó la presión patronal), la Naranja Gráfica garantizó el acatamiento en decenas de talleres con piquetes, al tiempo que frenó durante meses los trabajos que Clarín imprimía en otros talleres. Sólo Morvillo junto más de 60.000 pesos de fondo de huelga. La lista Verde, en cambio, levantó el paro a las dos horas en Ciccone, estatal, donde más importaba el mensaje a Macri y Triaca. Del mismo modo, tampoco paró la planta de Zepita, donde se imprime el diario Clarín.

El sindicato aportó al fondo de lucha, pero nunca estableció un plan de lucha por AGR ni ninguna medida para que sus trabajos no se hicieran en el gremio. Si los despidos pasan y los conflictos como el de AGR son aislados, es por la política de entrega de la burocracia sindical, expresada al extremo por la CGT y su pasividad ante el ajuste, pero también por quienes se dicen en “la resistencia” y dejan pasar paritarias a la baja.

Algunas conclusiones

Quienes participamos en la lucha de AGR-Clarín llevaremos en nuestro haber una experiencia invaluable para nuestras familias, en trabajos, en el barrio, en los lugares de estudio. Si algo hemos aprendido es a organizarnos junto a nuestros compañeros y dar la pelea, y asociar la lucha sindical a la construcción política de clase.
La toma de AGR se inscribe en un período político de despertar contra la burocracia sindical, que tuvo expresión en la corrida de su propio palco a la CGT. Nuestra lucha servirá como un jalón en la del conjunto de los trabajadores. Para obtener un triunfo definitivo, deberemos unirnos, ya no al nivel de una fábrica, ni un gremio, sino de toda la clase obrera, desterrando a la burocracia sindical, avanzando en la organización con una perspectiva política, con independencia del Estado y las patronales, para luchar por el gobierno de los propios trabajadores.


!Abajo el ajuste y la represión!

Pablo Viñas, secretario general AGR-Clarín

Movilización a Plaza de Mayo contra la represión en Pepsico


Convoca el Encuentro Memoria Verdad y Justicia.

Ya comenzaron a concentrarse los manifestantes y organizaciones que se movilizarán hacia Plaza de Mayo, en repudio a la brutal represión de la policía de Macri y Vidal a los trabajadores de PepsiCo para desalojarlos de la planta que ocupaban en defensa de sus puestos de trabajo.

La marcha en solidaridad con los obreros de la alimentación fue convocada por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que nuclea a organizaciones políticas, sociales y de Derechos Humanos, y confluye con la ronda de los jueves de las Madres de Plaza de Mayo.

En la zona de Obelisco y Plaza de Mayo se ha desplegado un fuerte operativo policial.

El Partido Obrero reclama la reincorporación de los compañeros y el juicio político al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.

viernes, 23 de junio de 2017

En pocos días, más de mil despidos en la industria



La ola de despidos en el sector industrial ha sumado episodios significativos en los últimos días: el cierre de la planta de Pepsico en Florida, que representa 600 cesantías; un nuevo tendal en Puma, con la expulsión de 180 trabajadores en localidades del interior riojano; 70  empleados licenciados por el cierre de los talleres ferroviarios Rioro (cerca de Rosario) y el anuncio de 170 despidos para fin de año en la empresa de productos químicos Lanxess.

Estos nuevos ataques contra los trabajadores se suman a los centenares de despidos en los últimos meses en numerosas fábricas alimenticias (Helados Vito, Bertone, Cresta Roja, Bimbo, Canale) y en Alpargatas, BGH, Banghó, Ingredion, Quilmes, entre otros; y a los que están en carpeta en Atucha (con la no renovación de 140 contratos), Coca-Cola (que planea un recorte del 15% del personal) y Sancor, que viene de aprobar un plan de reestructuración que apunta contra centenas de puestos de trabajo.

El caso de Pepsico es ilustrativo en más de un sentido.

Como han denunciado sus trabajadores, se trata de un cierre y relocalización (a Mar del Plata) fraudulento, en la medida en que la “crisis” en que se ampara la patronal es en verdad una excusa para reemplazar a los operarios en actividad por otros con menores salarios y más flexibilizados. La maniobra de Pepsico cuenta con la venia del Ministerio de Trabajo –que aprobó en forma exprés, violando los plazos legales, un procedimiento preventivo de crisis que allana los despidos.

La conducción del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) ha dejado pasar los despidos en el sector, y viene de cerrar una paritaria miserable, por debajo de la inflación –un botón de muestra de la burocracia que rige los principales sindicatos del país, protagonista invaluable del ajuste, que a la tregua eterna con el gobierno y los acuerdos a la baja suma la firma de convenios flexibilizadores (Petroleros, Lácteos, Estatales).

En otro de los episodios más resonantes, el de Puma –donde ya se habían producido 100 despidos en marzo– el gobierno provincial repite la tesitura de la patronal: “lamentablemente esto se debe a la apertura de las importaciones que se hizo desde Nación”, sostuvo el ministro de Planeamiento e Industria riojano, Rubén Galleguillo (El Cronista, 22/6).

Este argumento se ha vuelto un canto de cisne de todo un sector de la burguesía nacional, que esgrime la amenaza importadora con el doble objetivo de obtener subsidios y, ante todo, extorsionar a los trabajadores para que renuncien a sus conquistas si no quieren ser víctimas de despidos –una extorsión a la que se ha plegado la burocracia sindical, y por demás mentirosa, como muestra el plan de cesantías en Sancor luego de la liquidación del convenio lechero.

Los despidos forman parte de una tentativa de reorganización social por parte de las patronales y el gobierno, que presionan por una descarga más a fondo de la crisis sobre la espalda de los trabajadores, con la activa colaboración de la burocracia sindical. En este cuadro, la lucha por la defensa de los puestos de trabajo se inscribe en la necesidad de una respuesta independiente de la clase obrera.

Tomás Eps

lunes, 19 de junio de 2017

lunes, 12 de junio de 2017

UTA Córdoba: la huelga, en un momento decisivo



La huelga de los trabajadores y las trabajadoras de UTA conmovió al conjunto de la clase obrera cordobesa cuyo activismo circula por la carpa ubicada frente a la sede del sindicato intervenido y vallado. Los trabajadores quedan fascinados con la fuerza que demuestran, principalmente, las trolebuseras y con los relatos de cómo cada día se garantiza el paro que va venciendo las provocaciones del gobierno y la patronal.

Han hecho un arte para neutralizar a los carneros, con piquetes masivos en las puntas de líneas y compañeros que se tiraron debajo de los colectivos para impedir que se moviera una sola unidad. Los colectivos que lograron circular, aunque sea por algunas horas, rápidamente por la presión de la huelga, tuvieron que ser guardados nuevamente. En dos casos chocaron porque los conducían gente inexperta, como los directivos de las empresas o ex burócratas.

Los delegados clasistas y la radicalizada asamblea general donde diariamente se discuten los pasos a seguir le han dado la confianza a los choferes para pelear hasta el final. El vigor de la huelga se trasladó al resto de los gremios. Una de las CGTs (Rodríguez Peña) convocó a una nueva movilización para este próximo lunes y sigue vociferando el compromiso de un paro que aún no se concreta.

El gobierno municipal de Ramón Mestre, quien es el poder concedente del servicio, expresó públicamente en pleno domingo que atacará la huelga con el conjunto del aparato represivo: infantería, gendarmería y policía provincial. De hecho, el sábado por la madrugada, medio centenar de colectivos salió de las puntas de líneas custodiado por la policía, como si fueran camiones de caudales, y se los llevó hacia el predio de la Fuerza Aérea para garantizar el transporte del día lunes.

Los principales diarios editorializan lo que ya no es un secreto: lo que traba la resolución del conflicto no son los casi 6000 pesos por trabajador que se reclaman y que ya fueron ofrecidos en una primera negociación, sino la preservación por parte del Estado, de la burocracia sindical de UTA Nacional. Fernández ya sufrió una movilización autoconvocada en Capital Federal y crisis en Rosario, Neuquén y Salta debido al paupérrimo acuerdo que firmó.

La rebelión de Córdoba inspira a los trabajadores de todo el país, quienes durante el gobierno kirchnerista y ahora con Macri vieron caer estrepitosamente el salario y empeorar las condiciones de trabajo mientras un puñado de mafias empresariales ligadas al gobierno se hizo de multimillonarios subsidios. Esos subsidios, en Córdoba, se combinan con la tarifa más alta del país.

Los trabajadores se preparan para enfrentar un nuevo intento de quebrar el paro. Y ya han hecho pública una posición que plantea cómo resolver el conflicto sin que se reabran las paritarias. La propuesta de los delegados incluye ir a fojas 0 con despidos y descuentos por represalias y un “plus Córdoba” que equipare lo perdido hasta que se aplique correctamente el acuerdo, lo que dejaría a todos los trabajadores cobrando aproximadamente el 32% en una sola cuota.

Desde la Coordinadora Sindical Clasista, mañana lunes 12 nos movilizamos contra la salida represiva que quiere imprimir el gobierno al conflicto y comprometemos toda nuestra acción por el triunfo de sus reclamos. La derrota del techo salarial del 21% de los trabajadores de UTA allana el camino del resto de la clase obrera por paritarias que superen la inflación y por nuevas direcciones clasistas en los sindicatos.