domingo, 28 de octubre de 2012

La posición de los trabajadores ante el 7D


Se acerca el 7 de diciembre -conocido como el “7D”- fecha en que termina la medida cautelar que beneficiaba al Grupo Clarín, y en la que se discute si este debe realizar una desinversión inmediata en sus licencias audiovisuales como plantea el gobierno, o si  a partir de allí debe computarse el plazo de un año para la misma.
Clarín defiende su enorme concentración mediática, y el gobierno por su parte, un nuevo armado, incluso mas monopólico, pero en manos de empresarios amigos. Los trabajadores del Grupo Clarín estamos, objetivamente, en medio de esta disputa.
No se trata de una cuestión jurídica o comercial, la guerra por el reparto de medios refleja una división política en el campo patronal que divide aguas en el seno de la Justicia, la UIA, la cámara de diputados, los gobernadores, e incluso los sindicatos por la falta de independencia de sus direcciones.
La directiva del sindicato gráfico (SFGB) históricamente ha estado “atada” a Clarín: allí está como postal la foto de Ongaro en la celebración de los 50 años de Clarín, su acuerdo para promocionar la AFJP Activa (de Clarín) cuando la privatización de las cajas jubilatorias, o el acuerdo para que el beneficio de Médicus que tenemos los trabajadores, vaya atado a la obligación de  mantenerse en la Obra Social Gráfica a la que Clarín siempre adelantó sus cuotas. Tal vez por todo esto a Clarín le resultó tan fácil en los 90 desconocer el convenio en AGR con la implementación de la “semana desplazada”. La directiva también se ha caracterizado por su amistad con todos los gobiernos, en particular de Menem para acá. Esta subordinación a Clarín y al gobierno ahora los ha llevado a partirse, no para defender los intereses obreros, sino en función de la división en el campo patronal.
Así los delegados de Clarín Zepita escribieron una carta de apoyo a RRHH que Clarín publicó el 11/10/12, y al otro día el SFGB sacó otra carta, esta vez obsecuente con el gobierno. Ambas posiciones desarman por completo a los trabajadores ante cualquier eventual ataque, los primeros, aliados a la patronal que en el propio diario está impulsando retiros “voluntarios” (promocionados por ellos mismos), y los segundos embelleciendo la ley de medios y desinformando a los afiliados al asegurar que esta no traería aparejada ninguna consecuencia para los gráficos, mientras a caballo de su implementación esta en marcha una reorganización empresarial completa de los medios. ¿La directiva desconoce la caída en la venta del diario y los “retiros” mencionados? ¿O que en AGR imprimimos la revista de Multicanal? ¿No sabe del manejo discrecional de las licitaciones para impresiones del estado, así como de la distribución de la pauta publicitaria oficial sin considerar cantidades en tirada y ventas de diarios y revistas? ¿Desconoce que toda mayor concentración tiende a un posterior achique?
Además, los trabajadores de AGR-Clarín en el pasado ya sufrimos el bloqueo informativo a nuestros conflictos por la “unidad” patronal-estatal de los grupos mediáticos. Una nueva monopolización de contenidos no significaría más que una nueva versión de lo mismo, sólo que con Vila-Manzano, Spolszki, y Cristóbal López… en lugar de Magnetto. Las empresas periodísticas no garantizan la libertad de prensa ni de expresión, la concentración de esas empresas en torno al estado menos.  
Dentro de las empresas de Clarín, nuestra fábrica es en la que los trabajadores más hemos sufrido las consecuencias de las idas y venidas entre Clarín y el gobierno en los últimos años: de los mas de 500 policías invadiendo el taller contra la huelga del 2004 (en pleno gobierno de Néstor Kirchner), con despidos masivos (119) y persecución gremial,  a los bloqueos de 2010 y 2011 encabezados por una interna que luego arregló con la gerencia.
Con el gobierno y Clarín amigos o peleados, nunca nadie defendió a los trabajadores más que los trabajadores mismos. La lucha contra la “semana desplazada”, por la que hasta julio pasado nos obligaban a trabajar los sábados y domingos en franca violación al convenio, la tuvimos que dar también contra la complicidad del Ministerio de Trabajo. El propio Tomada dejó pasar los despidos del 2004 y la exclusión durante 7 años de representantes gremiales, luego acordó con el sindicato y Clarín el reingreso de los delegados de la Juventud Sindical que se terminaron yendo por dinero, pero mantuvo la exclusión de dos miembros de la actual interna reincorporados luego por vía judicial. 
Los trabajadores tenemos intereses distintos a los grupos en disputa, vaya como ejemplo la nueva ley de ART, celebrada por la UIA y Adeba. El gobierno la impulsó, ¿alguien piensa que Clarín pueda estar en contra? Para nada. ¿A quien perjudica? A nosotros, los trabajadores, que nos encontramos reclamando por la inseguridad industrial.
Por ello, frente a esta disputa patronal, la Comisión Interna Grafica de AGR Clarín nos solidarizamos y llamamos a los trabajadores de todo el Grupo Clarín a defender, con asambleas y unidad, en forma independiente del gobierno y la empresa, todos los puestos y condiciones de trabajo, especialmente en los medios más afectados como las radios, el cable, y canal 13/TN (Artear). Pero también en los medios gráficos, oponiéndonos a cualquier “retiro” compulsivo en Clarín Zepita, y reclamando, para el caso de nuestro taller, que se garantice la continuidad de la impresión de todas las publicaciones. Reclamamos y llamamos a unirnos por la total libertad sindical y elección de delegados en todas las empresas gráficas y periodísticas, por el cumplimiento de las paritarias en Tacuarí y la reincorporación de Mariana Cuccarese en el 13. Reclamamos que este debate se lleve al seno del pleno del cuerpo de delegados del SFGB, sin exclusiones.
Comisión Interna Gráfica de AGR-Clarín 
26-10-12

sábado, 27 de octubre de 2012

La Federación Gráfica, entre dos amos



La Comisión Interna gráfica de la planta donde se imprime el diario Clarín -Zepita- emitió hace diez días un comunicado de completo apoyo a la patronal, de cara al 7D.
La Interna sabe, sin embargo, que Clarín impide la elección de una comisión interna de periodistas, luego de los 117 despidos de hace 12 años -que incluyeron al total de los delegados de prensa. Este golpe debilitó enormemente al sector gráfico que, a su vez, perdió valiosas conquistas. Así se fueron los mejores salarios, el “doble cierre” de los fines de semana y el régimen de las seis horas y del franco cuatro por uno -hoy Clarín trabaja ocho horas que incluyen dos falsas extras-, una conquista de convenio entregada por la burocracia ongarista en todos los diarios -La Nación trabaja 12 horas normales con un régimen especial de francos. Actualmente, en Zepita hay una enorme cantidad de contratados; incluso los francos son cubiertos por contratados de hasta ¡once! años de antigüedad. Se han dado también falsos “retiros voluntarios”.
En oportunidad del reciente conflicto de los gráficos del diario La Nación contra despidos masivos, la Interna del diario, cuya planta queda en frente de la de Clarín en Barracas, le dio la espalda. En 2004, esta misma Interna dejó pasar el desalojo de la ocupación de planta de AGR, el taller de obra del grupo, por parte de la infantería de Néstor Kirchner, con el saldo de más de 50 despidos, entre ellos toda la comisión interna. Era cuando Magnetto y NK eran aliados. No hace mucho, la patronal despidió al periodista Ismael Bermúdez, quien fue reincorporado luego de un movimiento de sus compañeros.
En todo el ámbito de la Federación Gráfica son conocidas las prebendas de las que disfruta, no el personal, sino el grupo gremial: manejo económico de una adinerada mutual creada por la patronal y del comedor interno, horas gremiales infinitas, y hasta el financiamiento de los elementos del “piso propio”, que los miembros de esta camarilla tienen en el edificio del sindicato.
El ongarismo acompañó esta política. Un miembro de los delegados de Clarín ocupa la secretaría de asistencia social del sindicato. El sindicato fue comisionista de la AFJP Activa -propiedad del grupo Clarín- y hasta hace poco recibía adelantos de aportes a la obra social, casi no utilizada por los trabajadores del diario, que tienen una prepaga financiada por la patronal.
Ahora, el sindicato, con la obra social quebrada, giró hacia la “CGT-Balcarce”; y salió con todo a reivindicar su “compromiso con la ley de medios” y a decir que el gobierno “garantiza los puestos de trabajo”.
Esto es mentira. La ley de medios plantea una reorganización capitalista del negocio que afectará a todas las ramas de los grupos mediáticos y, por supuesto, pone en peligro la fuente de trabajo. Por ejemplo, la revista de Cablevisión y otros materiales de gran tirada son impresos en AGR-Clarín. Por otro lado, una concentración empresarial de los Cristóbal López, Szpolski y demás grupos K, plantea olas de despidos. La pelea por negocios provocó una división entre la mayoría de la comisión directiva y la Interna de Clarín.
El futuro de los trabajadores del grupo depende de los trabajadores mismos. El sindicato no ha convocado a asamblea para fijar posición; es lo que impulsará la Naranja. El tema no se restringe tampoco a las plantas del grupo Clarín, sino a toda la industria gráfica de diarios y revistas que pueda ser afectada por la reorganización empresarial de los medios. El cuerpo de delegados en pleno del gremio debe discutir el tema y adoptar la posición de los trabajadores frente a la disputa interpatronal. Sobre esta base abriremos el debate en AGR y entre todos los obreros gráficos.

jueves, 18 de octubre de 2012

EL 20 TODOS A PLAZA DE MAYO


Abajo las ART



El 24 de octubre bloqueemos el Congreso

El gobierno kirchnerista está por asestarle un golpe al derecho de la clase obrera a la salud y la seguridad en el trabajo. La nueva ley de riesgos del trabajo obligará a optar: o el resarcimiento miserable de la “administradora” (ART)… o esperar varios años hasta cobrar el juicio civil.
La extorsión es clara: empujan al trabajador a quedarse con el pago de la ART, ante la imposibilidad de aguantar hasta el juicio.
Perfecciona la privatización de los “riesgos del trabajo” que inauguraron Menem y Cavallo.
Para los capitalistas, bajará el costo de los accidentes laborales.
Por lo tanto, tendrán que gastar menos en prevenirlos.
El beneficio de las administradoras, asociadas a la burocracia sindical, crecerá junto a la inseguridad en el trabajo.
A pocos días del 17 de octubre, el gobierno ha dado una muestra de “lealtad”… pero hacia la Unión Industrial, que viene reclamando esta reforma desde hace años.
El miércoles 24, la nueva ley de ART será debatida en el Congreso. La CGT y la CTA han convocado a concentrar allí desde las 14 horas.
Marchemos masivamente, convoquemos a marchar en todas las organizaciones obreras.
Por comisiones obreras de seguridad e higiene, electas y con poder de veto sobre las condiciones de trabajo.
Por el derecho a recurrir sin condicionamientos a la demanda civil en los accidentes de trabajo.
Por un paro nacional y un plan de lucha por este reclamo, contra el impuesto al salario y todas las reivindicaciones obreras.

sábado, 6 de octubre de 2012

Abajo el salario en negro


El 10, marchemos a Plaza de Mayo

El impuesto al salario ya afecta a dos millones de trabajadores. Otros tantos han quedado excluídos de las asignaciones familiares. Mientras tanto, las sumas y los adicionales “en negro” pesan cada vez más en la conformación del salario.
Es una forma de “aplanar” las categorías y bonificaciones del convenio.
De condicionar nuestros ingresos a jornadas agobiantes.
Y de aniquilar nuestras jubilaciones futuras, que sólo se calculan sobre los ingresos en “blanco”.
La mayoría de la clase obrera -y casi todos los jubilados- están muy lejos de percibir salarios y haberes que alcancen a la canasta familiar.
Para un tercio de los trabajadores, lo único que existe es el trabajo -y el salario- en negro.
Por todas estas reivindicaciones, necesitamos un paro general y un plan de lucha de toda la clase obrera.
Y una alternativa política de los trabajadores, frente a los “ajustadores” del oficialismo o la oposición.
Con estos planteos, vamos a la Plaza de Mayo el próximo 10 de octubre.