viernes, 24 de junio de 2011

Gran triunfo de los gráficos de Cedinsa

Los trabajadores de la gráfica Cedinsa, ubicada en la zona norte, han vivido en los últimos seis meses un vertiginoso proceso de organización, tras 17 años de existencia de la empresa sin sindicalización. Desde el principio hasta hoy, ese proceso fue acompañado y protagonizado por la agrupación Naranja Gráfica, la cual dio una orientación a los trabajadores y la llevó adelante con sus militantes, quienes hoy son miembros de la comisión interna. Todo comenzó con un volante que repartimos seis compañeros, llamando a todos a afiliarse al sindicato para enfrentar los atropellos de la patronal, lo cual fue muy bienvenido por un sector de la fábrica que inmediatamente se afilió. Sin embargo, no fue la mayoría la que respondió, ya que la patronal se encargó de instalar el miedo, haciendo correr rumores de que iba a quitar beneficios a los que se afiliaran al sindicato. Luego de un mes de la afiliación, logramos que el sindicato convocara a elecciones. La empresa no permitió que se realizaran en la fábrica, montando un espectáculo al guardar los autos de los gerentes adentro de la empresa, porque -decían- tenían miedo de que se los destruyéramos. A pesar de esto, las elecciones se realizaron afuera y un grupo importante de compañeros demostraron con su voto su apoyo a los cuatro que nos presentamos a las elecciones. La empresa presentó un escrito en el Ministerio de Trabajo impugnando a la comisión interna por no tener un año de afiliación. Un mes después, la patronal decidió despedir a un compañero afiliado. Entonces, la comisión interna aprobó su primera prueba de fuego al llevar adelante un paro y bloqueo de puerta en defensa del compañero. La parcialidad de la medida (el paro lo llevó adelante sólo un sector) hizo que la patronal no diera el brazo a torcer y el compañero terminó arreglando en el Ministerio de Trabajo por decisión propia. Pero la siguiente fue la vencida: tres meses después, ante la presión de la comisión interna, la empresa debió dar marcha atrás y reincorporar a una compañera a la que había despedido por estar embarazada. A los seis meses de iniciado todo el proceso, el Ministerio de Trabajo ha fallado en contra de la empresa y a favor del reconocimiento de los delegados, en lo que es una gran victoria para los trabajadores de Cedinsa. Ahora, la comisión interna tiene la tarea de ayudar a los compañeros a superar el miedo que la patronal supo imponer, para reforzar la organización y obtener las conquistas que la empresa no quiere ceder a los trabajadores. Fede, delegado de Cedinsa - Naranja Gráfica

Un balance del conflicto de Donnelley

El 7 de mayo, Día del Gráfico, la empresa despidió a 19 compañeros sin causa. La embestida no fue del todo imprevista, ya que los trabajadores de Donnelley venían desarrollando una serie de acciones en el marco de la paritaria y cabía esperar alguna provocación de la patronal. El paro de la planta y el corte de la Panamericana, que se mantuvieron por varias horas, forzaron la intervención del ministerio y el dictado de la conciliación obligatoria con los despedidos en sus puestos. Este primer triunfo -transitorio- abrió un periodo de negociación, durante el cual la empresa apostó sus fichas a romper la unidad de los obreros desplegando un juego de presiones y ofrecimientos. Como contrapeso al chantaje económico al que fueron sometidos los despedidos durante los veinte días de la conciliación, se adoptaron numerosas iniciativas entre las que se destacan el festival en la puerta de la planta (por el que pasaron cerca de 300 asistentes de diversas organizaciones), los piquetes que acompañaron las sucesivas audiencias y una solicitada firmada por gran cantidad de personalidades y dirigentes. Pese a todo lo hecho, la empresa logró imponer parcialmente su objetivo de quitarse de encima a un núcleo combativo, ya que diez despedidos terminaron aceptando la indemnización (en algunos casos, multiplicada por cuatro); de éstos, la mitad pertenecía al sector de bobinas -que fue el que más impulsó el reclamo salarial. Desde ya, el tamaño de la cifra indemnizatoria no cambia la conclusión, ya que para el grupo gráfico más poderoso del mundo no deja de ser "un vuelto" -sobre todo por los bajos salarios que paga en la planta de Pacheco. Los otros nueve compañeros rechazaron el dinero y la empresa se vio obligada a reincorporarlos, lo cual puso un límite a la ofensiva patronal. No obstante, una de las secciones más combativas sufrió cinco bajas. Un balance "desbalanceado" La nota sobre el conflicto publicada en la prensa del PTS, titulada "Clasismo gráfico" (LVO Nº 430), sostiene que "cada compañero que quiso quedarse lo logró y los que aceptaron el retiro fue por decisión propia", como si todo fuera un tema de posturas individuales. Ni la decisión de quedarse puede separarse del contexto organizativo de la fábrica ni las desvinculaciones pueden valorarse al margen de las condiciones generales del conflicto. Se caracteriza el triunfo como revolucionario porque "no hay crisis económica en la Argentina" y los obreros podrían no haber resistido los despidos y buscarse otro trabajo, como si esto fuera tan fácil para cualquier trabajador. Más allá de este disparate político de que un país -Argentina en particular- esté afuera de la bancarrota capitalista mundial, la defensa del colectivo obrero y del activismo es un tema esencial en una organización fabril que pretenda disputar al interior de una fábrica. Ese fue el secreto de trece años de organización clasista en Atlántida, donde se impidió con los métodos de la huelga todo despido; la misma línea que hoy se sigue en Interpack o Morvillo, por mencionar ejemplos del gremio. Luego las relaciones de fuerza dictan la realidad que hay que mirar de frente. Llama la atención la ausencia de toda referencia al rol del ongarismo en el artículo mencionado y lo mismo en el comunicado de prensa del 9 de junio, votado por la asamblea. Semejante olvido va en la misma dirección que el agradecimiento por el apoyo a la Federación Gráfica Bonaerense expresado en la convocatoria al festival; lo cual no corresponde, porque el sindicato no hizo nada: no convocó al plenario de delegados, no movilizó a nadie, no aportó al fondo de lucha y no difundió la huelga. Esperó su desenlace y seguramente contribuyó a elaborar el listado de despidos, como hace siempre. La omisión al papel del gremio no contribuye a que el activismo de Donnelley se eleve a una comprensión clasista de la lucha; eso supone una delimitación y una denuncia constante de la burocracia, no su encubrimiento. La burocracia es responsable de lo que no pudieron hacer los obreros por carecer de los recursos organizativos que están en manos del sindicato. Lo positivo que mostró este conflicto es totalmente mérito del activismo (entre el que contamos a la comisión interna, claro) y el principal dato del balance es precisamente el protagonismo asumido por una joven vanguardia que se está organizando en los talleres de la zona norte. Miguel Bravetti

AGR-Clarín, clausurada por contaminación

Al otro día de mi reingreso en la planta* y al menos hasta el martes 21 de junio, como si el destino se negara a dejarme tomar tareas en la fábrica, el Acumar (Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo) clausuró la planta por los desechos químicos que Clarín estaría tirando -sin su debido tratamiento- en forma directa al desagüe fluvial, aportando su cuota de desechos químicos a los que tiran cientos de empresas al Riachuelo. Pero no se trata del destino: la depredación laboral y ambiental están íntimamente vinculadas, es la misma sed de ganancias extraordinarias la que lleva a las patronales a incumplir el convenio colectivo, perseguir la organización gremial y contaminar el ambiente. La situación pone sobre alerta a los trabajadores respecto de las normas de seguridad e higiene, y de los diversos productos que se utilizan dentro del establecimiento. Si Clarín no tiene pruritos en contaminar el medio ambiente en general con el correspondiente perjuicio a miles de habitantes, ¿por qué no ahorrar también con la salud de los trabajadores? De hecho, durante años hemos reclamado médico las 24 horas y el cumplimiento de las normas de seguridad e higiene, llegando a tener un compañero electrocutado sin contar con la correspondiente atención médica. De hecho, el próximo 31 de julio se cumplirá el tercer aniversario de la terrible muerte de la compañera Johanna Rivolín, aplastada por un portón de ingreso a la planta, el cual no contaba con el debido censor para que lo dejara abierto ante el ingreso de una persona. En aquella ocasión, la empresa ordenó correr el cuerpo y lavar la sangre para que pudieran seguir entrando y saliendo los camiones. Los trabajadores, a pesar del clima represivo, pararon 24 horas en su homenaje y reclamaron que se cumplieran las normas elementales de seguridad e higiene. Un párrafo aparte merece la actitud de la comisión interna, que hasta hace poco bloqueaba la empresa a cuenta de Moyano y que desde su ingreso, no ha convocado una sola asamblea. Es que los muchachos de la Juventud Sindical ahora dicen tener un excelente diálogo con la empresa y no fueron capaces de pasar por las máquinas (durante los días que, estando parada la planta, igual nos dejaban ingresar) para informar sobre la situación, pero sí, en cambio, estuvieron haciendo todo tipo de gestiones y "tocando" sus vínculos con el gobierno para levantar la clausura. Sólo recorrieron el turno tarde para decir que "tenemos que colaborar entre todos". Ante la total falta de información, los congresales de la Lista Naranja de AGR nos hemos presentado en el expediente reclamando verlo. Allí nos comentaron que la clausura se dio luego de varias intimaciones infructuosas. En el taller se comenta que el día anterior a la clausura la empresa ni siquiera permitió el ingreso de los inspectores, acostumbrados a otros tiempos (de buen vínculo con el gobierno). La empresa parece no terminar de entender aún la crisis política en la que está envuelta. Los trabajadores exigimos información, que la empresa sanee las condiciones ambientales y de seguridad e higiene dentro y fuera de la empresa, que se haga cargo de sus propias tropelías contra el medio ambiente y no se toque ni uno solo de los derechos salariales y laborales de los trabajadores. Pablo Viñas * Congresal gráfico por la Lista Naranja de AGR-Clarín reincorporado a la planta con una orden judicial el jueves 9 de junio, luego de siete años de reclamos.

jueves, 16 de junio de 2011

Perdieron Clarín y los K, ganaron los obreros

Reingresó a trabajar Pablo Viñas Tras siete años de maniobras judiciales, al grupo Clarín se le acabó el carretel y tuvo que reincorporar a Pablo Viñas. Fue también una derrota de la burocracia ongarista y del moyanismo, los que se empeñaron en evitar el ingreso del dirigente represaliado. La huelga de 2004 en la que fue despedido Pablo, fue traicionada por el sindicato ongarista que se puso al frente para luego levantarla -conciliación de Tomada mediante- y dar paso a los despidos masivos, con el concurso de Piumato y de otros notorios kirchneristas que hoy están en el Evita. Allí surgieron las migas con el moyanismo. La comisión interna -con algunos despedidos al igual que Pablo- fue amparada por el ministerio de Tomada, y pactó con Clarín su reincorporación excluyendo a Pablo. Fue un caso de discriminación sindical extrema (que no vieron ni Morgado ni Rachid, quienes recibieron la denuncia). Recalde hizo su parte en las gestiones y en la discriminación, como jefe de la Comisión de Legislación y Trabajo. La comisión interna transformada en patota agredió a Pablo en el interior del ministerio y la seguridad de Tomada sacó en vilo a la víctima por orden y cuenta de los patoteros. Con la interna ya adentro de la planta -y Pablo afuera- se produjo el publicitado bloqueo a Clarín instrumentado por el moyanismo, que no enarboló ninguna reivindicación obrera y tampoco el ingreso del compañero. De manera que el kirchnerismo bloqueó de todas las maneras posibles la reinstalación de Pablo. Hoy, varios de los patoteros arreglaron su retiro por jugosas sumas y los otros esperan su precio -generosamente publicitado por televisión. El amplio espacio cedido al grupo de delegados corruptos por 6,7,8 le fue negado por completo a Pablo Viñas, destacado miembro de la juventud obrera realmente militante. Tal vez porque "con nosotros no, Barone", con el PO no hay arreglo indemnizatorio. Somos un partido empeñado en organizar a los gráficos y a los periodistas del grupo, como a los trabajadores de todos los grupos capitalistas de cualquier ramo que sean. La nuestra no es una batalla "cultural" a favor de la hegemonía de otros medios: es una batalla de clase. Los siete años transcurridos fueron el terreno de todo tipo de atropellos patronales. La Justicia concedió al poderoso grupo todas las facilidades para terminar con el movimiento y con la cobertura gremial de Pablo. Pero, testarudos, los obreros renovaron su mandato como congresal con un sonoro triunfo interno y una votación masiva en todo el gremio en las elecciones de 2008. La tenacidad revolucionaria del activista fue premiada en el secreto de las urnas contra todos los aprietes de jefes y gerentes. La sentencia final de reincorporación es un incuestionable triunfo obrero en la Justicia, contra la misma Justicia. El grupo no está acostumbrado a perder fallos. Sin duda, ha operado la crisis política, la división en la clase capitalista, la vidriera en la que está el medio que todos los días nos habla de "recuperar las instituciones" y "respetar las reglas de juego y la seguridad jurídica". Se les complicaron las cosas a los jueces y a los condenados para desconocer las sentencias, como tantas veces hizo Clarín. Hay muchas luchas de la clase obrera de por medio en esta remontada de los obreros de AGR, es parte de un proceso al margen del cual no existen victorias como ésta. Se trata del diario que tiene que informar todos los días de la rebelión obrera y popular en la provincia presidencial. La reincorporación es una bocanada de oxígeno al duro proceso de reorganización en el que un defraudado colectivo obrero enfrentará nuevos intentos de reestructuración patronal. Se ha otorgado un aumento -malo- para descomprimir, mientras se rumorean "retiros voluntarios" direccionados. Trabajaremos no tan sólo desde el taller, sino desde toda la rama gráfica a la que pertenece AGR para establecer una línea de defensa obrera. Bienvenido, Pablo. Adelante, compañeros de AGR. Néstor Pitrola

domingo, 12 de junio de 2011

A ORGANIZAR EL TALLER

Los trabajadores de AGR acaban de obtener un enorme triunfo judicial: luego de siete años de reclamo, quedó en firme la reinstalación de Pablo Viñas en AGR-Clarín. A contramano, los delegados moyanistas enrolados en la Juventud Sindical -famosos en estos días por el bloqueo a Clarín (realizado a cuenta de Moyano) y luego por su afán de defeccionar por dinero- han "avanzado" en este terreno: la mitad de los diez delegados ya han "arreglado" y algunos otros ya tendrían cerrada su "cifra". El video del "medio hegemónico" ha sido confirmado como línea política del grupo, solamente se discuten cifras. Simultáneamente, fingen negociar salario y condiciones de trabajo ante una patronal que parece decidida a "limpiar" la actual interna y al mismo tiempo "normalizar" el taller a su arbitrio. Falsas concesiones como un aumento inevitable -y malo, 13% en mayo en lugar del 18% en abril según convenio gráfico- tienen este objetivo claramente. Aumento que contrasta con los talleres con cuerpos de delegados clasistas como Morvillo, Interpack o Ipesa de la misma rama, donde se aplican los aumentos del sindicato al conformado total, a través de procesos de asambleas y luchas. Pero en estas negociaciones, los trabajadores son convidados de piedra. No se ha convocado ni una sola asamblea. El arreglo masivo de los moyanistas demuestra, por un lado, la talladura moral de la juventud K y, por el otro, la hipocresía de una patronal negrera y antisindical que denuncia extorsiones que, en realidad, realiza ella misma contra los representantes gremiales persiguiéndolos sistemáticamente y ofreciendo gruesas sumas para comprar su retirada. La reincorporación obtenida en la Justicia es una bandera ahora para todo el taller, como puntapié de una reorganización sindical sobre nuevas bases; agotada, como ESTÁ agotada la experiencia con la burocracia ongaro-moyanista. Agrupación Naranja Gráfica

GRAFICOS, LUCHAS FABRILES POST-PARITARIAS

Paro en Ipesa por aumento de salario Los gráficos del Instituto de Publicaciones y Estadísticas (Ipesa), uno de los grandes talleres del gremio, ex imprenta de Romay, pararon la semana pasada por aumento de salario. Recientemente, se firmó la paritaria gráfica, y en varios de los grandes talleres se venía reclamando que los porcentajes firmados se apliquen sobre los conformados salariales de cada planta, superiores al miserable básico convencional. Así lo han obtenido otros talleres dirigidos por la Naranja como Interpack y Morvillo. El viernes 3 de junio, ante el atraso de la empresa en el pago retroactivo de abril dictado por la paritaria, los compañeros iniciaron una huelga que duró ocho horas y sólo se levantó con el compromiso patronal de pagar la primera cuota de la paritaria (18%) retroactivo a abril y 100% sobre el conformado, y las próximas cuotas un 90% sobre el conformado, un triunfo que asegura mantener el nivel salarial contra la inflación. La unidad lograda por los compañeros fue producto de una larga preparación y estuvo precedida por asambleas y charlas de la interna con el taller para salir a defender el salario. Todo esto no habría sido posible sin la contribución de la Lista Naranja, que ayudó a procesar que la última vez que el taller fue a la huelga (por la reincorporación de un compañero), vio levantada su medida por la intervención conservadora de la directiva del gremio. Ahora, los compañeros pararon, pero no por despidos sino por un aumento superior al de la paritaria. Se trata de una novedad que pone nuevamente de relieve que en el gremio gráfico se está moviendo el avispero, como lo demuestra la organización de nuevos talleres, los planteos críticos en las reuniones de delegados y los propios intentos de la burocracia gráfica de "contener" al cuerpo de delegados impulsando una "Juventud Gráfica", que se pinta de crítica para mantener los pies en el plato descompuesto de la Lista Verde. Gran paso de los obreros de Ipesa. Pablo Viñas

martes, 7 de junio de 2011

Comunicado de Prensa

Quedó firme la reinstalación de Pablo Viñas en Artes Gráfica Rioplatense (AGR) Luego de 7 años de reclamos, acaba de quedar firme la medida cautelar que ordena la reinstalación de Pablo Viñas, congresal de la Naranja Grafica y militante del Partido Obrero, único representante gremial al que Clarín aún niega su ingreso en Artes Gráficas Rioplatense (AGR). Fue rechazado el Recurso Extraordinario presentado por los abogados del Grupo Clarín para que la Corte Suprema revisara la medida cautelar que beneficia al congresal gráfico. Se trataba de la última apelación posible para evitar que la resolución dictada del Juzgada Nacional en lo Laboral Nº 75 en julio del 2010, quedara firme. Clarín ya había perdido otras dos apelaciones: primero ante la Sala VIII y luego un Recurso de Inaplicabilidad de la Ley ante la cámara laboral, en lo que constituye una vieja política del Grupo de apostar a la dilación judicial eterna de las causas de reincorporación. Recordamos que el congresal fue excluido de los acuerdos de reincorporación firmados por 10 delegados de AGR (moyanistas), por la empresa Clarín y por el Ministro Tomada. De esos delegados, hoy la mitad han llegado a arreglos personales de desvinculación y otros están negociando su retiro, desde su reingreso y hasta el momento no han convocado a una sola asamblea en la fábrica. Por su parte Clarín que pretendió colocarse como “víctima” de extorsión, ratifica su política antisindical dejando afuera delegados, ya sea por el método del despido o mediante arreglos que la propia patronal impulsa. Viñas se estará presentando en la fábricael próximo jueves 9 de junio a las 22hs. en el barrio de Pompeya (Perito Moreno y Del Barco Centenera) con el fin de efectivizar su reincorporación ordenada por la justicia. Así se lo ha comunicado ya a Clarín mediante Carta Documento. Pablo no volverá para negociar su retirada por dinero, sino para luchar por la reorganización del taller sobre nuevas bases. Invitamos a los medios de prensa, a todos los que defiendan la democracia y los derechos sindicales, a acompañar junto a la Naranja Grafica, la presentación de Viñas a tomar tareas en el taller. Lista Naranja Gráfica Para comunicarse: Pablo Viñas 11 5 653 9481