viernes, 10 de abril de 2009

Gato encerrado en Indugraf

La conspiración del sindicato gráfico contra el Cuerpo de Delegados que dirigió la lucha de Indugraf, está empezando a mostrar la pata de la sota. Desde el 10 de diciembre, ante el vaciamiento patronal del taller, los obreros vienen luchando en defensa de la fuente de trabajo. Establecieron una cooperativa, a la que llamaron "10 de Diciembre" y a cuyo frente estaban los delegados que encabezaron la lucha. Pero la burocracia gráfica se empeñó en voltear a la cooperativa. En una asamblea divisionista impuso por un voto una nueva composición de la directiva de la cooperativa (lo que lleva su trámite a cero). Cuando llevó a alguno de los nuevos electos a una audiencia del Ministerio de Trabajo, descubrió que los únicos habilitados son los representantes sindicales de los trabajadores. La maniobra exclusionista se practicó, sin embargo, con la participación del Ministerio de Tomada. Pero los convocados a la audiencia se representan únicamente a sí mismos, porque no son delegados, sino que ni su ‘cooperativa' ni siquiera ha empezado el trámite en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes). El reconocimiento de la Cooperativa 10 de Diciembre está, en cambio, a la firma del directorio del organismo. Semejante mamarracho indica gato encerrado. Nadie conoce el contenido de la audiencia con la patronal vaciadora. Frente a los vaciadores entró a negociar el sindicato y un grupo de amigos. Ese mismo día se conoció, por la vía de una cédula judicial a un testigo de la causa penal por la ocupación de la fábrica, que data del 9 de marzo (hace un mes), que se hizo una presentación ante el juez, donde la patronal pide que se suspenda toda acción porque "mantenemos reuniones con el Sindicato Gráfico tendientes a encontrar soluciones al conflicto con quienes mantienen ocupada la fábrica que posibilitarían concretar su desalojo voluntario". De manera que ahora se aprecia en toda la dimensión, como lo dijimos desde Prensa Obrera y lo denunció la Lista Naranja Gráfica, cuál es la política del sindicato gráfico: traer de vuelta a la patronal vaciadora cuyo plan pasa por desguasar la fábrica por la mitad y desprenderse de gran parte del personal. El ongarismo llevó esta línea de entrada. Al principio, propuso vender dos máquinas (de las cuatro) para pagar los salarios. O sea, vender el caballo para pagar la alfalfa. En oposición a esta posición, el taller votó poner en pie la cooperativa "10 de Diciembre" y luchar por la defensa de la fuente de trabajo y la gestión obrera. Jamás el taller ni el Cuerpo de Delegados se opusieron a una continuidad de la fábrica, mientras estuviera basada en la continuidad de la totalidad de los puestos de trabajo. Las maniobras con los vaciadores forman parte de una política nacional. El gobierno ha otorgado ya 40 mil subsidios a distintas patronales para pagar parte del salario en centenares de empresas. Estas ‘continuidades' incluyen cortes de contrato, despidos, retiros voluntarios y suspensiones. El gobierno de Kirchner y Tomada ha otorgado un subsidio a los trabajadores de Indugraf - que lo conquistaron con su lucha- por intermedio del sindicato, para que la burocracia lo use en función de esta política: el regreso de la patronal vaciadora, la incertidumbre sobre las deudas salariales y el achique violento de la fábrica. La conducta del sindicato es funcional a esa estrategia de rescate de las patronales vaciadoras, contra los grandes procesos de resistencia obrera que incluso tendieron a unirse rápidamente como Massuh, Arrufat e Indugraf, entre otros. El sindicato no da ninguna garantía al proceso de recuperación de la fuente de trabajo. Lo ha retrasado dividiendo la fábrica y obstruyendo el trámite ante las instituciones públicas; desconoce el enorme avance de los proyectos legislativos. Hacemos esta reflexión de cara a todos los compañeros de Indugraf, a todo el gremio gráfico, ante los compañeros del Bauen y otras cooperativas obreras, incluso ante la izquierda que no debió haberse confundido nunca como lo hizo. Cerremos filas con los obreros de Indugraf contra todo proyecto de liquidación de su lucha. Néstor Pitrola

sábado, 4 de abril de 2009

La burocracia gráfica dividió Indugraf

Ante el vaciamiento de la empresa por parte de la patronal, los obreros de Indugraf habían formado la Cooperativa Gráfica 10 de Diciembre (día de la ocupación) para reclamar al Estado que asegurara la reapertura de la planta. Al frente de la Cooperativa fueron elegidos los dos delegados que encabezaban la lucha. Precisamente por esto, porque se trataba de una cooperativa independiente, la directiva del sindicato gráfico se esmeró en voltearla.La burocracia planteó derribar el trámite cooperativo ya comenzado, para desplazar a los dos delegados del consejo directivo e inscribir una nueva cooperativa bajo su control. De este modo, asestan un duro golpe a los proyectos de expropiación ya presentados por la Cooperativa 10 de Diciembre en el Congreso y en la Legislatura. Vicente Narváez, principal referente público de esta lucha, es el presidente (electo en asamblea) de la Cooperativa 10 de Diciembre. En una votación impulsada por la burocracia (la tercera), Narváez resultó ser el segundo más votado para el cargo de presidente de la cooperativa (perdió ajustadamente por dos votos). Pero no se le asignó la vicepresidencia en la nueva directiva sino que se pretende dejarlo afuera (de los diez cargos que tiene la directiva). La burocracia modificó el método de votación de mayorías y minorías con que se habían elegido en la Cooperativa 10 de Diciembre, que era un método de unidad. El operativo armado en las oficinas del sindicato gráfico puso en evidencia la intención de la burocracia de dividir la fábrica. El taller fue puesto ante a una extorsión. Ocurre que el subsidio, conquistado por los obreros mediante su lucha, fue otorgado por el gobierno al sindicato, que lo usó para presionar a cada obrero al momento de cobrar el cheque. El verso fue que el trámite en el Inaes por el reconocimiento de la cooperativa no saldría sin el apoyo del sindicato. El MST y la burocracia gráfica hicieron correr la mentira de que estaba mal inscripta. Una delegación obrera pudo confirmar, sin embargo, que el trámite estaba perfectamente realizado y muy avanzado. El daño realizado es muy grande. La fábrica está produciendo y facturando a pesar de no tener todavía la cooperativa aprobada. El proceso penal no se detiene aunque el Inaes acelere la aprobación de la cooperativa. En cambio, los proyectos de ley deberán ser modificados y la "nueva cooperativa" corre riesgo de no salir nunca si no hay un acuerdo común de la fábrica tal como lo explicaron en el Inaes. Los delegados que organizaron la ocupación y todo un activismo joven de la fábrica habían instalado esta gran lucha obrera ante la opinión pública y ante el gremio gráfico; no fue la burocracia, que se opuso primero a ocupar y luego a producir. Ese activismo organizó la resistencia de más de ochocientas personas el domingo que vencieron los plazos penales y amenazaban con desalojarlos. Convocó a decenas de delegados gráficos y a decenas de delegaciones solidarias de todos los gremios y organizaciones populares, organizó los festivales y el fondo de huelga que el sindicato boicoteó a pesar de contar con los recursos de los gráficos. Consiguió en algunas pocas semanas más trabajo que las cooperativas que están funcionando hace años. Hasta ahora, el sindicato sólo aparateó con su "red de cooperativas", jamás organizó la solidaridad del gremio. Incluso otras cooperativas, como Chilavert o Unión, han aclarado que a pesar de integrar la "red gráfica" no reciben trabajos de ellas, se los tienen que conseguir por su cuenta. Sólo una política para arrancar al Estado la expropiación, el trabajo y el capital necesario en unidad con el resto de fábricas en lucha, podrá llevar la lucha a la victoria. La Agrupación Naranja seguirá trabajando en este camino como lo hizo desde el primer día. Pablo Vinas