miércoles, 20 de agosto de 2008

UN RUMBO PARA LOS GRÁFICOS ANTE LA CRISIS

El conflicto intercapitalista entre el gobierno y la patronal agraria  no nos resultó gratis a los trabajadores, y su desenlace tampoco lo será. Con la derrota oficial, cuatro mil millones de dólares pasarán a las arcas de los propietarios rurales de los cuales los terratenientes que controlan el 80% de la tierra, los pools de siembra y las compañias exportadoras, se llevarán el bocdo del león. Ahora, el reclamo de "precios libres" (lomo a 80 pesos), se extiende a las tarifas, a los combustibles, a la salud; las provincias planean nuevos impuestos que irán al consumo como ingresos brutos en la pcia. de Buenos Aires, y otras, como Córdoba y Chaco recortan jubilaciones. La banca exige recortar gasto público, lo que golpeará los ya paralizados planes de vivienda, golpeará la salud y la derrumbada educación.
El gobierno es el arquitecto de su propia derrota. Fue incapaz de movilizar a una clase obrera que no tiene nada que defender del régimen responsable de la inflación, de los topes salariales, del derrumbre de las jubilaciones, de la mentira del INDEC, de la explotación en negro. En el campo, el gobierno kirchnerista es socio de la superexplotación de un millón trescientos mil obreros rurales, la mayoría de ellos en negro, con salarios de hambre y regidos por una ley del tiempo de Videla.
El gobierno pretendió el aumento de las retenciones para pagar la deuda externa que está indexada y para subsidiar a otros sectores del capital por la friolera de 35 mil millones de pesos durante 2008, a lo que se suma la quiebra de Aerolíneas que costará otros 900 palos. En ningún caso la plata es para nosotros, los trabajadores.
Somos y seremos el pato de esta enorme disputa del capital que se enriqueció estos cinco años con la devaluación de los salarios. La patota de la CGT y la cooptada CTA de Yasky se plegaron al gobierno.
No hubo en la crisis un programa obrero de salida a la situación: nacionalización del comercio exterior, de los puertos privatizados, de la gran propiedad terrrateniente, para poblar el campo y volcar los recursos de los precios extraordinarios en vivienda, salud y educación que no tenemos, para desarrollar un ferrocarril y una industria nacional.
La dirigencia sindical se arrogó una representación que no les dimos. Se debieron (y se deben) convocar asambleas de todos los sindicatos para fijar posición, para votar el mandato y el programa de la clase obrera ante la crisis. Es lo que los gráficos firmantes le reclamamos a la Federación Gráfica Bonaerense: inmediato plenario de delagados y asamblea general para fijar la posición que defienda "la mesa de los gráficos", perdedora en una crisis que ya cobró carestía, frenazo productivo y hasta suspensiones y despidos en diversas ramas del gremio y de la industria.

  • POR LA REAPERTURA DE LAS PARITARIAS
  • DUPLICACIÓN DEL SALARIO MINIMO VITAL Y MOVIL. AUMENTO DEL 50% EN EL MINIMO NO IMPONILBE DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS
  • SALARIO PROMEDIO EQUIVALENTE A LA CANASTA FAMILIAR BAJO CÁLCULO DE LAS ORGANIZACIONES OBRERA Y NO DEL INDEC.
  • ACTUALIZACIÓN TRIMESTRAL DE SALARIOS Y JUBILACIONES.
  • NINGUNA SUSPENSIÓN, NINGÚN DESPIDO. RESPETO DE LA JORNADA LABORAL.
  • OCUPACIÓN Y GESTIÓN OBRERA DE TODA EMPRESA VACIADA O QUEBRADA.
  • PLENARIO DE DELEGADOS Y ASAMBLEA GENERAL DEL GREMIO.
LISTA NARANJA GRAFICA

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