martes, 30 de noviembre de 2010
WORLDCOLOR (EX QUEBECOR)
La elección de delegados consolidó el triunfo
Hace poco más de una semana, los gráficos de WorldColor sacudieron la rutina del parque industrial de Pilar con una formidable huelga, con bloqueo de los portones, por la reincorporación de un trabajador y la sindicalización de la planta.
Este estallido fue el resultado de años de abusos contra los derechos laborales más básicos por parte de la ex patronal canadiense, que fue continuada por la flamante adquiriente de Quebecor, la yanqui Quad Graphic: prohibición de afiliarse al sindicato, salarios bajísimos, medio plantel por agencia y tercerizado, y una tiranía de jefes y supervisores. El gremio fue, por acción u omisión, un cómplice principal de esta situación.
Como informamos en el anterior número de Prensa Obrera, la contundencia de la huelga arrancó la intervención del Ministerio de Trabajo, que dispuso la reincorporación del despedido y la inmediata elección de delegados (aunque sólo para los efectivos; los tercerizados votaron una comisión de representantes transitoria).
Como suele ocurrir con empresas tan "cebadas", la confianza en su capacidad para despedir sin límites y reprimir cualquier tentativa de organización fue su ruina. Ya lo vimos antes en Lacabril y en Celomat, donde también fuertes movimientos de base vencieron la resistencia de la patronal y el sindicato, e impusieron la convocatoria electoral. La particularidad de esta lucha de WorldColor es que eludió la trampa de la Ley de Asociaciones Sindicales, que requiere un año como afiliados a los candidatos (con este recurso, fue que en los casos anteriores la burocracia desplazó de la elección a los principales activistas).
Así las cosas, la empresa jugó sus cartas al colocar en la nueva interna algunos hombres que le respondieran -ayudados por la presión de los gerentes que, hasta último momento, recorrieron las máquinas intentando sembrar el miedo y la confusión. Nuevo error de apreciación: hasta aquellos compañeros que, forzados, aceptaron la postulación, terminaron votando a los referentes de la huelga, quienes se alzaron con los cinco cargos en juego, muy lejos del resto (con excepción del sexto ubicado, también activista).
La lección consolida, entonces, un enorme triunfo que tendrá repercusiones en toda la concentración obrera del parque industrial, donde más de 170 empresas viven una realidad similar de explotación y desorganización. Esto vale, en primer lugar, para Impresores Argentinos y otras gráficas vecinas.
A partir de ahora se abre otro capítulo, que no estará exento de obstáculos y dificultades, pero al que los jóvenes gráficos de WorldColor ingresan fortalecidos. La efectivizacion de los tercerizados y eventuales, y la equiparación de salarios y condiciones de trabajo con Morvillo son dos de los puntos fundamentales de la agenda.
Cuando Anselmo Morvillo -socio minoritario de QuadGraphic en Argentina- expresó su entusiasmo por la compra de Quebecor, destacando lo que significaba para el futuro de la compañía, con seguridad no imaginaba esto.
Miguel Bravetti
PLAN DE LUCHA DE INTERPACK
El plan de lucha de todos los años ya es casi una tradición. Es que la combatividad de los gráficos de Interpack es proporcional a la intransigencia de la patronal, que no cede nada si no es como resultado de un conflicto.
Esta vez, el detonante fue la falta de respuesta a una serie de reclamos que vienen postergándose desde hace tiempo, agravada por una actitud de provocación permanente por parte del jefe de personal.
Para los trabajadores, el momento es propicio porque la empresa atraviesa una etapa de franca expansión (en realidad, desde hace décadas Interpack no deja de avanzar sobre sus competidores) y la producción de septiembre fue un récord histórico. Pese a esto, la patronal se niega a otorgar algunas nuevas categorías, dilata las mejoras -largamente reclamadas- del servicio de comedor, rechaza la exigencia de recomponer los premios más retrasados y no reconoce el encuadramiento en el convenio de un sector de administrativos.
En el último tiempo, incluso ha vuelto a abusar de la contratación de personal de agencia, algo que había sido resuelto con la ocupación de la planta en el año 2007.
Ante la evidencia de que todos los esfuerzos dirigidos a abrir una negociación sobre, al menos, algunos de estos puntos eran infructuosos, la asamblea general resolvió recurrir a medidas de lucha: bajar la producción, cortar las extras, no asistir al comedor y asambleas en cada turno para evaluar la marcha de lo votado. A los reclamos irresueltos, se sumó el desplazamiento del jefe de personal como interlocutor de la comisión interna y el doble aguinaldo para fin de año.
Miguel Bravetti (secretario general de la Comisión Interna)
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