lunes, 21 de marzo de 2011

Gráficos zona norte:

GOLPE DE ESTADO CONTRA EL PLENARIO DE DELEGADOS El contraste entre la pasividad de la cúpula del sindicato y la efervescencia de la base gráfica empieza a hacerse patente en todo el gremio. Hoy la manifestación más visible de esto – pero no la única – tiene lugar en la zona norte. La puesta en pie de nuevas comisiones internas (World Color, Cedinsa, Impresores son las más recientes) sumada a la presencia de Donnelley ha transformado la sede de Panamericana y Ruta 202 en un punto de confluencia de todas las tendencias que, en mayor o menor medida, son críticas a la conducción ongarista. Esto incluye al grupo kirchnerista que actuando dentro de la Lista Verde conquistó la representación oficial del gremio en la zona y desde hace un tiempo viene desarrollando una política de relativa apertura a la participación de los afiliados. Es claro que la pretensión de renovar un aparato anquilosado y dominado por una burocracia de casi medio siglo está condenada de antemano pero hasta ahora ha sido un factor progresivo. Un ejemplo de esto es el plenario de delegados, abierto a los activistas, que se convocó hace quince días para fijar una posición frente a la paritaria. En un gremio caracterizado por la más completa ausencia de deliberación colectiva no fue un hecho menor. Un plenario trunco El debate en esa oportunidad giró en torno a un pliego muy avanzado que plantea entre otras consignas el 40% en una sola cuota, el ajuste trimestral, los paritarios electos, la actualización de las categorías y la efectivización de los precarizados; además de reclamar el plenario general de delegados y solidarse con los luchadores perseguidos judicialmente como Hermosilla y Ottoboni. La votación se pospuso sin embargo por una semana con el propósito de consultar a las asambleas de cada fábrica y luego resolver con un mandato. Para los “verdes críticos”, empeñados en circunscribir la discusión solo al porcentaje de aumento, la postergación de la votación fue un regalo. Los que defendieron este procedimiento - delegados de Donnelley – confunden la democracia sindical con un democratísmo que obstaculiza, no potencia, las iniciativas. Claramente se podría haber votado - el cuerpo de delegados tiene suficiente representación para hacerlo - y luego impulsar asambleas por fábrica para refrendar el programa y desenvolver una gran agitación en todo el gremio llamando a seguir el ejemplo de la zona norte. La postergación le dio a los dirigentes de norte el tiempo que necesitaban para eludir una derrota y a la directiva la oportunidad de bajar a la sede a poner en caja una situación que amenazaba desmadrárseles: el plenario se levantó mediante un mensaje de texto girado a las internas. La suspensión del plenario fue sin dudas un “golpe de estado” contra el proceso de organización que se desenvuelve en la zona norte que deja entrever la mano del secretario de organización. Y ya sea que fue pergeñado en común o simplemente consentido, la realidad es que deja a los “verdes críticos” entongados con la misma porquería que dicen querer superar. ¿Qué hacer? La asamblea que de todos modos se autoconvocó en la puerta de la sede reunió unos 80 trabajadores de Donnelley y World Color en su mayoría, Cedinsa y una delegación de internas naranjas de otras zonas que incluyó a Interpack, Morvillo e Ipesa. Los verdes – que no participaron y permanecieron dentro del local – transmitieron que el levantamiento obedecía a que la presencia de las barras tergiversaba la verdadera relación de fuerzas. Algunos delegados de Donnelley propusieron rechazar el argumento y votar (¿ahora sí se podía votar?) que había que funcionar en asamblea abierta. El debate “asamblea de activistas” versus “cuerpo de delegados” no conduce a ningún lado y en rigor ambas posiciones constituyen las dos caras de una misma falacia. Ni los delegados pueden resolver al margen de la opinión de la base ni la participación de la base puede equivaler a la disolución del cuerpo de delegados. El plenario y la asamblea son “instituciones” que se complementan sin oponerse formalmente; son escalones que deben utilizarse ambos para motorizar la movilización más amplia posible. La Naranja propuso sacar un pronunciamiento denunciando el “golpe de estado” de la directiva y preparar, mediante una intensa agitación sobre todo el gremio y asambleas por taller, una movilización coordinada con otras internas para defender el pliego de reivindicaciones tal como se discutió. El cuadro de las paritarias se recalienta en todo el movimiento obrero y por primera vez en muchos años en nuestro gremio se plantea la posibilidad concreta de hacer oír la voz de la base gráfica. Miguel Bravetti

2 comentarios:

alejandro dijo...

hola compañeros soy grafico desde el año 68,y realmente los felicito por sus avances,es hora de un cambio en nuestro querido sindicato,lo que les voy a pedir que se dediquen a las imprentas chicas,pues ahi si se siente el rigor de la situacion economica,donde la recategorizacion esta ausente,y la patronal se ajusta estrictamente a los convenios,yo soy de una imprenta en ituzaingo que se dedica a etiquetas autoadhesivas y con 18 años de trabajo todavia estoy en la categoria 8,pese a los reclamos,aparte de la maquina ibirama,numaero con una impresora por computadora.les mando un gran abrazo y por supúesto los 3 compañeros de dicha imprenta votaremos a la naranja

Anónimo dijo...

Alejandro, si hace 18 años estas en el mismo puesto no tienen porque cambiarte de categoría. Si queres aumento, para eso estan las paritarias. SIno deberías cambiar de puesto. Yo fui gráfico y al ver los sueldos son tan bajos cambie de rubro y apoyo todo lo que se pueda hacer para mejorar los sueldos pero es una industria baja y no se le puede pedir peras al olmo. Exitos. Carlos