Se acerca el 7 de diciembre -conocido como el “7D”- fecha
en que termina la medida cautelar que beneficiaba al Grupo Clarín, y en la que
se discute si este debe realizar una desinversión inmediata en sus licencias
audiovisuales como plantea el gobierno, o si
a partir de allí debe computarse el plazo de un año para la misma.
Clarín defiende su enorme concentración mediática, y el
gobierno por su parte, un nuevo armado, incluso mas monopólico, pero en manos
de empresarios amigos. Los trabajadores del Grupo Clarín estamos, objetivamente,
en medio de esta disputa.
No se trata de una cuestión jurídica o comercial, la guerra
por el reparto de medios refleja una división política en el campo patronal que
divide aguas en el seno de la Justicia, la UIA, la cámara de diputados, los
gobernadores, e incluso los sindicatos por la falta de independencia de sus
direcciones.
La directiva del sindicato gráfico (SFGB) históricamente ha
estado “atada” a Clarín: allí está como postal la foto de Ongaro en la celebración
de los 50 años de Clarín, su acuerdo para promocionar la AFJP Activa (de
Clarín) cuando la privatización de las cajas jubilatorias, o el acuerdo para
que el beneficio de Médicus que tenemos los trabajadores, vaya atado a la
obligación de mantenerse en la Obra
Social Gráfica a la que Clarín siempre adelantó sus cuotas. Tal vez por todo
esto a Clarín le resultó tan fácil en los 90 desconocer el convenio en AGR con
la implementación de la “semana desplazada”. La directiva también se ha
caracterizado por su amistad con todos los gobiernos, en particular de Menem
para acá. Esta subordinación a Clarín y al gobierno ahora los ha llevado a partirse,
no para defender los intereses obreros, sino en función de la división en el
campo patronal.
Así los delegados de Clarín Zepita escribieron una carta de
apoyo a RRHH que Clarín publicó el 11/10/12, y al otro día el SFGB sacó otra
carta, esta vez obsecuente con el gobierno. Ambas posiciones desarman por
completo a los trabajadores ante cualquier eventual ataque, los primeros,
aliados a la patronal que en el propio diario está impulsando retiros
“voluntarios” (promocionados por ellos mismos), y los segundos embelleciendo la
ley de medios y desinformando a los afiliados al asegurar que esta no traería
aparejada ninguna consecuencia para los gráficos, mientras a caballo de su
implementación esta en marcha una reorganización empresarial completa de los
medios. ¿La directiva desconoce la caída en la venta del diario y los “retiros”
mencionados? ¿O que en AGR imprimimos la revista de Multicanal? ¿No sabe del
manejo discrecional de las licitaciones para impresiones del estado, así como
de la distribución de la pauta publicitaria oficial sin considerar cantidades en
tirada y ventas de diarios y revistas? ¿Desconoce que toda mayor concentración tiende
a un posterior achique?
Además, los trabajadores de AGR-Clarín en el pasado ya
sufrimos el bloqueo informativo a nuestros conflictos por la “unidad”
patronal-estatal de los grupos mediáticos. Una nueva monopolización de
contenidos no significaría más que una nueva versión de lo mismo, sólo que con
Vila-Manzano, Spolszki, y Cristóbal López… en lugar de Magnetto. Las empresas
periodísticas no garantizan la libertad de prensa ni de expresión, la concentración
de esas empresas en torno al estado menos.
Dentro de las empresas de Clarín, nuestra fábrica es en la
que los trabajadores más hemos sufrido las consecuencias de las idas y venidas
entre Clarín y el gobierno en los últimos años: de los mas de 500 policías
invadiendo el taller contra la huelga del 2004 (en pleno gobierno de Néstor
Kirchner), con despidos masivos (119) y persecución gremial, a los bloqueos de 2010 y 2011 encabezados por
una interna que luego arregló con la gerencia.
Con el gobierno y Clarín amigos o peleados, nunca nadie
defendió a los trabajadores más que los trabajadores mismos. La lucha contra la
“semana desplazada”, por la que hasta julio pasado nos obligaban a trabajar los
sábados y domingos en franca violación al convenio, la tuvimos que dar también
contra la complicidad del Ministerio de Trabajo. El propio Tomada dejó pasar
los despidos del 2004 y la exclusión durante 7 años de representantes gremiales,
luego acordó con el sindicato y Clarín el reingreso de los delegados de la Juventud
Sindical que se terminaron yendo por dinero, pero mantuvo la exclusión de dos
miembros de la actual interna reincorporados luego por vía judicial.
Los trabajadores tenemos intereses distintos a los grupos
en disputa, vaya como ejemplo la nueva ley de ART, celebrada por la UIA y Adeba.
El gobierno la impulsó, ¿alguien piensa que Clarín pueda estar en contra? Para
nada. ¿A quien perjudica? A nosotros, los trabajadores, que nos encontramos
reclamando por la inseguridad industrial.
Por ello, frente a esta disputa patronal, la Comisión
Interna Grafica de AGR Clarín nos solidarizamos y llamamos a los trabajadores
de todo el Grupo Clarín a defender, con asambleas y unidad, en forma
independiente del gobierno y la empresa, todos los puestos y condiciones de
trabajo, especialmente en los medios más afectados como las radios, el cable, y
canal 13/TN (Artear). Pero también en los medios gráficos, oponiéndonos a cualquier
“retiro” compulsivo en Clarín Zepita, y reclamando, para el caso de nuestro
taller, que se garantice la continuidad de la impresión de todas las
publicaciones. Reclamamos y llamamos a unirnos por la total libertad sindical y
elección de delegados en todas las empresas gráficas y periodísticas, por el
cumplimiento de las paritarias en Tacuarí y la reincorporación de Mariana Cuccarese
en el 13. Reclamamos que este debate se lleve al seno del pleno del cuerpo de
delegados del SFGB, sin exclusiones.