El lunes 2 por la noche, tras más de dos años de lucha, Esteban Salcedo, congresal de la Lista Naranja Gráfica, reingresó a trabajar en Crónica Diario, amparado en una orden judicial que fue ratificada en segunda instancia. Esteban había sido despedido, junto a otros compañeros, por la sencilla razón de querer organizar las elecciones de delegados del taller.
La tenacidad de Esteban, en reclamar su puesto de trabajo y la vigencia de los derechos gremiales, ha permitido un triunfo para el conjunto de los trabajadores de Crónica. Se trata de una bocanada de oxígeno para un colectivo obrero que ha sufrido duras experiencias y derrotas de la mano de una dirección sindical que ha desarticulado toda posibilidad de resistencia contra los golpes dados por la empresa.
En 2005, Crónica comenzó a ser manejada por el grupo Olmos, que al calor de la pauta oficial se hizo de numerosos medios nacionales. Entonces, la burocracia ongarista -que dirigía la interna gráfica- tejió una alianza con la patronal. Esto duró hasta ésta decidió avanzar en un drástico ajuste sobre el conjunto de los trabajadores, que implicó el despido de más de la mitad del personal. Para ello, procedió también a deshacerse de sus antiguos aliados sindicales. Por supuesto, y en contraste con Esteban, lejos de reclamar ser reincorporados, arreglaron su retirada.
La directiva sindical gráfica, atada al mismo gobierno al que responde Crónica, nunca movió un pelo por la reincorporación de los trabajadores, entre los que estaba Esteban. Tampoco hizo nada cuando la empresa, con patovicas, impidió ingresar la urna en la última elección sindical, en la que Esteban fue electo congresal por la oposición. La Lista Naranja, en cambio, no cesó en el reclamo. Lo mismo hizo La Naranja en Clarín. A diferencia del sindicalismo que se subordina a una u otra variante patronal, defendemos una política obrera, independiente de las patronales y el gobierno.