35 días de una lucha estratégica
El próximo viernes 2 de marzo se realizará una jornada nacional de lucha por el triunfo de la lucha de los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti). La iniciativa fue resuelta en una multitudinaria asamblea. También se realizó un plenario, convocando a todas las organizaciones a golpear juntos en esta lucha. Desde el viernes 26 de enero, cuando comenzaron a enviarse los telegramas y comenzó el conflicto, entre el lock-out patronal y el paro total, hace 35 días que continúa la permanencia y el paro general. Debido a los despidos y la respuesta necesaria de los trabajadores, están siendo afectadas un grupo importante de empresas ligadas a la producción industrial, las importaciones y exportaciones. La paralización de certificación de productos y procesos, el control de normas técnicas y las evaluaciones de seguridad, está impactando en la operatoria del comercio exterior, generando faltantes de insumos y productos en los procesos productivos. En la aduana se encuentran frenados una gran cantidad de importaciones. Durante el desarrollo de esta gran lucha, el gobierno sigue su curso de fondo: tercerizar y privatizar controles, e incluso dejar exento de controles a productos del exterior.
La respuesta ante cada ataque
La orientación política del gobierno -instrumentada por el presidente Ibañez y su staff- consiste en el vaciamiento del Inti y la privatización de sus áreas rentables. Para lograr este fin, han implementado un violento ataque a las condiciones de trabajo, a la organización gremial y al activismo, que se expresa en los 258 despidos consumados. Además, las provocaciones son moneda corriente: entre ellas, la militarización -incluso en el jardín maternal-, los cambios de cerradura en los sectores, los pedidos de listas de los adherentes al paro, las amenazas de descuento de días, la ausencia de mesas de negociación, aprietes y amenazas, el envío de personal de empresas privadas para reemplazar a trabajadores en huelga, el robo de efectos personales del domicilio de una delegada, y la lista sigue. Ante esta batería de ataques patronales, la respuesta surgió siguiendo un método riguroso: asamblea general y de sectores, las cuales emiten resoluciones y se pronuncian sobre cada uno de estos puntos. Hay que destacar el rol de la Comisión de Familiares que mantuvo dos y hasta tres actividades por día, atrayendo miles de personas y jugando un rol clave en la visibilización del conflicto. Luego, la campaña sobre los medios de comunicación -que incluso penetró los medios oficialistas- y logró revertir el argumento patronal de que éramos “todos ñoquis”. Se colocó el problema de la empresa vasca Tecnalia y el escándalo de la contratación de los 93 funcionarios -muchos familiares y socios de la gestión y del ministro de Producción, Francisco Cabrera.
En este conflicto se contrapusieron dos estrategias: el lock out patronal, que tiene como norte quebrar a los trabajadores para desguazar el Instituto, y el paro general, cuyo objetivo es la defensa de los puestos de trabajo y la defensa del rol que juegan los trabajadores en el Inti.
No es un secreto que Tecnalia actúa bajo la orientación de la Unión Europea, la cual condiciona su acuerdo con el Mercosur a la “flexibilización” de los controles sobre la importación, precisamente, el rol que juegan el Inti y sus trabajadores.
Una lucha fuerte y con perspectivas
Hemos logrado construir un frente común entre los trabajadores de base, los jefes de laboratorios, los coordinadores y directores con un método y un programa claro: la reincorporación inmediata de los 258 despedidos y la defensa del instituto y sus trabajadores. Vamos con todo a la caravana de este próximo viernes 2 desde la sede central de San Martín al Ministerio de Trabajo. El sábado 3, también como moción de asamblea, se desarrollará “TecnoInti”, donde cada Centro de Investigación expondrá sus líneas de trabajo y las potencialidades del Inti para contribuir al desarrollo de la ciencia, la técnica y la industria. Luego de las jornadas del 14 y 18 de diciembre, los trabajadores han dado muestra de enormes reservas de lucha para derrotar a los ajustadores. El paro nacional activo -ya votado en una masiva asamblea de Inti- y un Plenario de Delegados con mandato de base son la posición estratégica que defendemos para quebrar el ajuste. La lucha del Inti ha demostrado cumplir con las condiciones para derrotar el plan de despidos y desguace del gobierno. Si gana el Inti, será un importante aporte al conjunto de las luchas en curso, que se verán reforzadas si hacemos retroceder al gobierno.
La respuesta ante cada ataque
La orientación política del gobierno -instrumentada por el presidente Ibañez y su staff- consiste en el vaciamiento del Inti y la privatización de sus áreas rentables. Para lograr este fin, han implementado un violento ataque a las condiciones de trabajo, a la organización gremial y al activismo, que se expresa en los 258 despidos consumados. Además, las provocaciones son moneda corriente: entre ellas, la militarización -incluso en el jardín maternal-, los cambios de cerradura en los sectores, los pedidos de listas de los adherentes al paro, las amenazas de descuento de días, la ausencia de mesas de negociación, aprietes y amenazas, el envío de personal de empresas privadas para reemplazar a trabajadores en huelga, el robo de efectos personales del domicilio de una delegada, y la lista sigue. Ante esta batería de ataques patronales, la respuesta surgió siguiendo un método riguroso: asamblea general y de sectores, las cuales emiten resoluciones y se pronuncian sobre cada uno de estos puntos. Hay que destacar el rol de la Comisión de Familiares que mantuvo dos y hasta tres actividades por día, atrayendo miles de personas y jugando un rol clave en la visibilización del conflicto. Luego, la campaña sobre los medios de comunicación -que incluso penetró los medios oficialistas- y logró revertir el argumento patronal de que éramos “todos ñoquis”. Se colocó el problema de la empresa vasca Tecnalia y el escándalo de la contratación de los 93 funcionarios -muchos familiares y socios de la gestión y del ministro de Producción, Francisco Cabrera.
En este conflicto se contrapusieron dos estrategias: el lock out patronal, que tiene como norte quebrar a los trabajadores para desguazar el Instituto, y el paro general, cuyo objetivo es la defensa de los puestos de trabajo y la defensa del rol que juegan los trabajadores en el Inti.
No es un secreto que Tecnalia actúa bajo la orientación de la Unión Europea, la cual condiciona su acuerdo con el Mercosur a la “flexibilización” de los controles sobre la importación, precisamente, el rol que juegan el Inti y sus trabajadores.
Una lucha fuerte y con perspectivas
Hemos logrado construir un frente común entre los trabajadores de base, los jefes de laboratorios, los coordinadores y directores con un método y un programa claro: la reincorporación inmediata de los 258 despedidos y la defensa del instituto y sus trabajadores. Vamos con todo a la caravana de este próximo viernes 2 desde la sede central de San Martín al Ministerio de Trabajo. El sábado 3, también como moción de asamblea, se desarrollará “TecnoInti”, donde cada Centro de Investigación expondrá sus líneas de trabajo y las potencialidades del Inti para contribuir al desarrollo de la ciencia, la técnica y la industria. Luego de las jornadas del 14 y 18 de diciembre, los trabajadores han dado muestra de enormes reservas de lucha para derrotar a los ajustadores. El paro nacional activo -ya votado en una masiva asamblea de Inti- y un Plenario de Delegados con mandato de base son la posición estratégica que defendemos para quebrar el ajuste. La lucha del Inti ha demostrado cumplir con las condiciones para derrotar el plan de despidos y desguace del gobierno. Si gana el Inti, será un importante aporte al conjunto de las luchas en curso, que se verán reforzadas si hacemos retroceder al gobierno.
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