viernes, 18 de abril de 2008

RECTA FINAL EN LA CAMPAÑA GRAFICA

Con una gran actividad entramos en el último tramo de la campaña electoral. Casi cincuenta delegados y activistas realizamos una exitosa "choriceada" donde estuvimos los antiguos y los nuevos integrantes que reúne hoy la Naranja. Un clima fraternal dominó la jornada en la que hicimos un repaso de la campaña en curso y las perspectivas que se abren, debatimos sobre la crisis terminal del ongarismo, el nuevo escenario de las paritarias luego del "lockout del campo" y sobre la significación e importancia de este 1º de Mayo. Las principales intervenciones estuvieron a cargo de Miguel Bravetti, candidato a secretario general, y Néstor Pitrola, dirigente histórico de la agrupación. Triunfo en Interpack Destacamos que la Naranja viene de obtener un importante triunfo en las dos plantas de Interpack. En planta 1 sin oposición, con una adhesión positiva del 95%, incluyendo un sector de los administrativos que luchan por su encuadramiento en el convenio gráfico. En planta 2 la burocracia jugó fuerte: partió la interna, armó lista, garantizó el voto de los que estaban con licencia médica, etc. La patronal hizo su aporte permitiendo votar a los contratados. Sin embargo, por 80 votos contra 70 ganó la Naranja. La nota de color fue el estruendo de golpes en las máquinas, gritos y bocinazos de los montacargas que recorrió las varias manzanas de la planta al conocerse el resultado. Un gran triunfo que muestra una de las novedades de la actual etapa: la Naranja disputando un número creciente de cuerpos de delegados de grandes fábricas. Al decir de los antiguos compañeros que integraron la Comisión Directiva con Pitrola, esta es la lista más fuerte desde la escisión en 1988, cuando todos los diarios y grandes fábricas integraban la Naranja. Las elecciones acentúan la crisis Asistimos a un desbande de la burocracia. La expulsión del viejo núcleo ongarista no detuvo la crisis. La dupla Fondevilla-Allí sigue reclamando judicialmente la titularidad de la Verde, lo que compromete el propio acto electoral. Los que se quedaron "adentro" están disputando la hegemonía de la futura conducción del sindicato sin Ongaro, que integra la lista para disimular la división y la fundición de su capacidad de arbitraje entre las fracciones internas. Esta lucha intestina los tiene semiparalizados. Un problema adicional para la burocracia es que la separación de la presidenta de la obra social y del referente de los jubilados le está complicando el reclutamiento de presidentes de mesa y fiscales. Por otro lado un sector de los jubilados (que en conjunto representan un cuarto de los votos) están discutiendo la posibilidad de no ir a votar ya que el "oficialismo" les impuso candidatos que no conocen. El ongarismo ha implosionado. Esta inmovilidad se refleja también en las paritarias, aún sin firmar. Según ha trascendido, la Faiga (cámara patronal) no quiere firmar convenio hasta después de la elección; además en varios talleres ha "desaparecido" el trabajo. Nada bueno augura esto para el deteriorado salario gráfico. La Naranja pondrá el eje de los próximos quince días en un replanteo inmediato de la escala gráfica a partir de un salario mínimo de 2.500 pesos para la categoría uno en las ocho horas de trabajo. Impulsamos mandatos de taller con esta política. Por 150 fiscales La Verde pretende compensar su declinación con un "fraude patriótico". Esto coloca en un primer plano la cuestión de los fiscales, cada urna sin fiscal naranja es un fraude certificado. Nuestro piso es defender la minoría que venimos conquistando hace veinte años, algo excepcional en el movimiento obrero argentino para una lista clasista, antipatronal y antiburocrática como la Naranja. Por otro lado, vamos por la victoria en varias grandes fábricas. "En cuatro años el sindicato es de la Naranja", se lamentó por lo bajo un connotado ongarista en cierta reunión. No sabemos si en cuatro años o en quince días. Lo que sabemos, sin duda, es que el voto naranja adelanta un gran proceso de decadencia de la burocracia sindical en todo el país, reagrupa a los trabajadores y abre un canal de organización de los talleres. Hay una gran oportunidad para el activismo, se trata de una batalla apasionante. Sebastián Rodríguez (candidato Comisión Directiva Lista Naranja)

1 comentario:

daniel dijo...

hay que luchar por los contratados de clarin y otros lugares y no olvidarse de los viejos luchadores de la lista naranja como ruben sanabria y otros espero que hagan las cosas bien y esperemo que cumplan por estamo cansado de promesas