miércoles, 1 de octubre de 2008
¡QUE SE REABRA LA PARITARIA!
La entrega de miles de millones de dólares a los bonistas y a los bancos, anunciada por la presidenta en medio del derrumbe mundial, implica más ajuste en salud y educación y nuevos tarifazos como el del gas.
Con una inflación anual que ronda el 30 por ciento la recomposición del poder de compra es una necesidad inaplazable.
Las dos últimas paritarias se firmaron tomando como referencia los índices falsos del INDEC, muy inferiores al costo de vida real; a eso se agrega que los aumentos han sido en cuotas y también que las cláusulas de absorción aceptadas por la directiva gráfica han permitido a los empresarios descontar los incrementos de otros rubros y nivelar hacia abajo. El retraso de los sueldos lleva varios años.
Las “mejoras para los trabajadores” en el impuesto a las ganancias y en las asignaciones familiares, saludadas por la CGT, son sencillamente una burla.
Evidentemente no será de la burocracia sindical de donde saldrá el impulso necesario para recuperar lo que hemos perdido.
Quienes han colocado el gran tema de las paritarias en la agenda nacional son los maestros y los estatales con sus grandes huelgas y la lucha de los obreros del neumático por el 35 por ciento. Justamente lo que desvela a Cristina es que la fuerza del sector estatal junto a las ramas activadas pueda arrastras al resto de los gremios.
Para prevenir una ola de conflictos la CGT sugirió al Gobierno que decrete el pago de un aguinaldo completo a fin de año (la alternativa de una suma fija es rechazada por la UIA por temor a que termine por ser el piso de la próxima negociación paritaria). Otra variante es el adelantamiento de las cuotas no remunerativas pactadas en la paritaria anterior, como reclama el sindicato gráfico. Pero las sumas no remunerativas bastardean el salario porque no van a extras, aguinaldo, vacaciones e infinidad de rubros y premios.
La consigna que unifica al gobierno, las patronales y los sindicatos es descomprimir la tensión obrera para no abrir las paritarias.
Las patronales están absolutamente duras, la línea de la UIA es que el eje es “combatir la inflación”, como si los salarios tuvieran algo que ver y como si no fueran ellos los que remarcan los precios.
Se quejan por la pérdida de rentabilidad y buscan aprovechar el enfriamiento de la economía para imponer nuevos pisos de productividad. Esto significará mayor flexibilidad, tercerizar más la producción, penalizar el ausentismo, ritmos de trabajo más altos, reducción de dotaciones y la extensión de la jornada por la misma plata (hoy solo el 22 por ciento de los que hacen extras las cobran correctamente). También reclaman una reforma a la ley de accidentes.
En este cuadro, el reclamo fábrica por fábrica se hace más difícil y por lo tanto más necesaria que nunca es la acción del gremio en su conjunto. Ongaro llama al gremio a movilizarse para defender al gobierno contra el campo pero no mueve un dedo por las reivindicaciones de los gráficos.
Planteamos: plenario de delegados (sin exclusiones) con mandato de taller para discutir la reapertura de la paritaria por un aumento de emergencia del 30 por ciento, actualización de las categorías, ningún despido ni suspensión, respeto a la jornada de 8 horas, duplicación del haber mínimo y 82 % móvil para todos los jubilados.
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