Todos a los tribunales de Comodoro Py el 6 /8 a las 8 hs
En el banquillo de los acusados estarán Pedraza, jefe máximo de la Unión Ferroviaria, miembros de su patota y oficiales de la Policía Federal que colaboraron con el ataque criminal.
Mariano fue asesinado por participar de un reclamo para que los obreros tercerizados pasaran al convenio ferroviario.
En su condición de tercerizados tenían un salario 50 por ciento inferior al de los obreros de planta, por igual trabajo, y eran explotados por empresas truchas, como algunas del mismo Pedraza, que malversaban subsidios del Estado con la complicidad del gobierno nacional.
Los funcionarios de la Secretaría de Transporte, como Jaime y Schiavi, sin embargo, no comparecerán en el juicio, y tampoco las patronales de Ugofe, partícipes del negociado y colaboradoras de la patota.
Esta trama de intereses es la misma que ocupa la primera responsabilidad en la masacre de Once.
Pedraza busca su impunidad no sólo alterando pruebas o intentando coimear jueces de Casación: ahora opera junto a los ‘gordos’ para armar la CGT ‘Balcarce’ con el gobierno nacional y operan juntos en la interna de la CGT.
De esta red de influencias pretende valerse Pedraza para lograr su impunidad, como ocurriera con los responsables de los asesinatos de Cabezas, Puente Pueyrredón, los campesinos Qom y el maestro Carlos Fuentealba, entre otros.
Hay que cambiar la historia.
La condena de los asesinos de nuestro compañero Mariano no sólo será un acto de justicia: será también un gran avance contra la superexplotación, un golpe contra la burocracia sindical y un gran paso al frente para la causa de la democracia sindical y la independencia de los sindicatos de los patrones y el Estado, -y servirá para desnudar la corruptela que enlaza al Estado con los capitalistas.
El asesinato de Mariano ha sido un crimen político contra la juventud obrera, estudiosa, militante y socialista; la condena de la patota y de Pedraza, y de la policía, es una causa nacional.
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