martes, 3 de julio de 2012

Los obreros de Interpack siguen firme


Luego de tres semanas, el plan de lucha sigue muy firme. Al quite de colaboración, la rebaja de la producción y paros de dos y tres horas por turnos, sumamos un acampe por 48 horas y un acto del que participaron delegados y dirigentes obreros, entre otros Víctor Grossi del Sitraic, Rubén Schofrin de la interna de Editorial Perfil, Pablo Viñas de AGR y Néstor Pitrola, en nombre de la mesa de la Coordinadora Sindical Clasista.
La patronal empieza a sufrir los efectos del conflicto, pero hasta el momento no mostró ninguna voluntad de sentarse a negociar. Uno de los argumentos que ha deslizado es que ya cerró un acuerdo con la interna de la planta 2. Nuestro reclamo está encabezado por el 35% de aumento, pero no se reduce a lo salarial: incluye el pase a convenio del personal administrativo, la recategorización de algunos sectores, una bonificación para los trabajadores que se jubilan y un doble aguinaldo.
La asamblea general votó un nuevo acampe esta semana, además de la profundización de las medidas dentro de la planta y, desde ya, parar el miércoles y movilizar a la Plaza de Mayo.
El grupo Zupan, propietario de Interpack, ha tenido una fuerte expansión en los últimos años, no sólo en el mercado local, sino hacia otros países de Latinoamérica; emplea unos 2.000 trabajadores y más de 600 están en la órbita de la Federación Gráfica Bonaerense.
Nuestro planteo de establecer una coordinación con Celomat 1 y 2 e Interpack 2 (Farmográfica no tiene delegados) fue muy bien recibido por la base. Sin embargo, la conducción oficial resulta hostil a cualquier iniciativa que salga de su riguroso control. En todo el gremio la principal fortaleza de las patronales deriva de la ausencia de una estrategia de intervención sindical común.

El conflicto de La Nación

Otro conflicto que es víctima de la misma orientación “aislacionista” es el de La Nación. El acuerdo paritario se cerró con la rama Obra, pero dejó afuera a los diarios. Las empresas -con el argumento de una caída en sus ventas- ofrecen una miseria y en negro. Al cerrar por su cuenta Clarín, que es parte de la conducción Verde, todo el peso del reclamo quedó en manos de La Nación, ya que los otros medios (Perfil, Popular, Ambito, etc.) tienen poca capacidad de presión. El reclamo salarial devino en un despido masivo y en una conciliación obligatoria de complejo desenlace.
Corresponde unificar las acciones que sea posible y reunir al cuerpo de delegados -sin excluir a la oposición- para votar la solidaridad con La Nación e Interpack.

Miguel Bravetti (CI de Interpack 1)

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