Con el aumento de transportes, combustibles e impuestos de fin de año, y con una inflación prevista de alrededor de un 30%, CFK mandó a Moreno a reunir a la CGT Balcarce con Techint, Arcor, Aceitera General Deheza, Aluar, De Mendiguren, Bulgheroni y otros, para explorar un pacto social.
Paolo Rocca de Techint ya se había pronunciado contra los aumentos “indiscriminados de salarios” (Perfil, 22/12) y, para bajar costos laborales, atar los aumentos de salarios a la productividad -compensaciones que permitan reducir la jornada laboral y segmentar los aumentos de acuerdo a una canasta básica alimentaria consensuada previamente con los sindicatos. Por cuerda separada, Rocca fogonea una maxidevaluación del peso contra la competencia, dice, de China.
Paolo Rocca no sólo habla, actúa. En Siderca, ha reducido un turno de trabajo de tres (esta es la “reducción de jornada”), mientras que en Tenaris canceló contratistas y en distintas plantas del grupo se introdujeron nuevas multifunciones, hay listas de retiros voluntarios y aumentos en los ritmos de trabajo. Para las paritarias, se barajan la segmentación en cuotas a lo largo del año o la división de una pauta de no más del 20% -un 10% al convenio y otro 10% atado a aumentos de productividad.
En ese camino, la burocracia de Aceiteros de San Lorenzo, que se pasó al cristinismo, acaba de firmar un 19,5% más un presentismo “no remunerativo” (ver nota aparte).
En el caso de los estatales, Sapag, en Neuquén, ofrece 480 pesos fijos a los docentes y estatales hasta junio, algo que no llega al 10% de aumento. Santa Cruz anuncia otro año más sin aumento alguno. Scioli no devolvió los descuentos por paros ordenados por la justicia y ofrece tres cuotas de un 6% para todo 2013.
La burocracia está dispuesta a firmar a la baja si el gobierno aumenta el mínimo no imponible a ganancias, el cual, de no producirse, se comería cualquier aumento en paritarias. Pero para liberar paritarias de ganancias, el aumento del mínimo no imponible tendría que superar el 60%.
Lo que se viene
La pulseada empezó con los bancarios, quienes con un rajante paro nacional, anunciado un día antes, desoyó una conciliación de Tomada, dispuesta contra el reclamo y en respaldo de una banca que ofrece el 15%, cuando ganó 12.000 mil millones en 2012 un 35% más que el año anterior.
La pulseada empezó con los bancarios, quienes con un rajante paro nacional, anunciado un día antes, desoyó una conciliación de Tomada, dispuesta contra el reclamo y en respaldo de una banca que ofrece el 15%, cuando ganó 12.000 mil millones en 2012 un 35% más que el año anterior.
En rigor, la cuestión del plan de lucha es más necesaria que nunca: por ganancias, por salarios familiares y por un mínimo de convenios equivalente a una canasta familiar -8.000 pesos de básico. En 2013 habrá que luchar por este programa y por paritarias libres.
Nestor Pitrola
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