En una disputada elección, el activismo vinculado con La
Naranja conquistó la comisión interna de la gráfica Impresores: superó por 137
a 103 a la lista de los ahora ex delegados, integrada por elementos de la
Verde.
Una etapa de frustraciones
Impresores SA
es una de las gráficas más grandes de la zona norte y una de las más modernas
de Latinoamérica. Durante una década, al igual que la mayoría de las empresas
del parque de Pilar, funcionó como una “estancia”, donde se prohibía toda
actividad sindical.
La
organización de Impresores, pocos años atrás, fue parte de una “onda” de
sindicalización ligada a la nueva dirección del gremio en la zona norte. Esa
dirección empezó dando impulso o cobertura a las luchas, y terminó
completamente asimilada al aparato ongarista.
En el caso de Impresores, La Naranja orientó a ese primer
núcleo de activistas que hizo punta en la afiliación. Pero la rápida conquista
de la comisión interna cambió su relación institucional con la burocracia sin
el contrapeso de una preparación adecuada; las presiones de la patronal
hicieron el resto y en poco tiempo el cuerpo de delegados perdió todo rasgo de
independencia.
El balance
de estos años incluye algunos avances, como la reducción de las interminables
jornadas de trabajo. Pero lo que se destaca es el rol nefasto del sindicato y
sus representantes internos ante los conflictos que el taller encaró por sus
reivindicaciones fundamentales, aún pendientes.
Por caso, los despidos selectivos son “endémicos” (hubo
cerca de 50 el año pasado) y los salarios no han acompañado ni de cerca el
incremento de la productividad. La orientación que adoptó la conducción
saliente frente a estos problemas concluyó en una completa parálisis.
La lista del activismo
La formación
de la ganadora Lista 2 es producto de esta experiencia, recorrida por el
conjunto del taller, que la intervención de La Naranja ayudó a asimilar y
traducir en un reagrupamiento. En él confluyeron activistas de diversas
trayectorias personales, incluyendo a un miembro de la vieja interna que sobre
la base de una autocrítica rompió públicamente y declaró su adhesión a nuestra
agrupación.
Los volantes
de campaña de la Lista 2 fueron desenvolviendo los ejes por los que deberá
pasar la recuperación sindical que proponemos: enfrentar la política de
despidos permanentes, democratizar la información y la toma de decisiones,
rechazar toda subordinación a los “asesores sindicales” de la dirección del
gremio, encarar la elevación de los salarios empezando por reclamar a la
directiva una lucha general por el 35 por ciento en una cuota, revisar las
categorías y otras reivindicaciones puntuales.
Se abre con este triunfo una nueva posibilidad para el
taller. En rigor se retoma, en un contexto diferente, el proceso iniciado y
abandonado tres años atrás. La reorganización combativa de Impresores es un
desafío prioritario para toda La Naranja.
M. Bravetti, F. Fabrini
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