Hoy, transcurriendo el quinto día de ocupación de fábrica, nadie puede dudar que AGR-Clarín se ha transformado en una referencia de lucha contra el ajuste. La enorme movilización de ayer, en el marco del paro convocado por el gremio gráfico, dan muestras de una corriente cada vez mas amplia de simpatía y adhesión a la lucha por la reapertura de la fábrica.
La solidaridad expresada por amplios sectores del movimiento obrero, figuras políticas, artísticas, intelectuales, organizaciones de derechos humanos, por la defensa de los 380 puestos de trabajo (sobre todo después de la represión del martes) impusieron una primera victoria: el retiro de los centenares de policías y gendarmes con que habían militarizado la planta los primeros días. El alcance de la ocupación y la resistencia obrera en AGR-Clarín puede medirse en la convocatoria a un paro del gremio gráfico después de 30 años sin realizar una acción de ese alcance. La medida de fuerza no sólo tiene su envergadura por las décadas que pasaron desde el último paro general convocado por la Federación Gráfica Bonaerense, sino porque además se convocó en medio de una larga y bochornosa tregua del conjunto de las centrales sindicales con el gobierno, a pesar de los innumerables despidos y ataques a los bolsillos de los trabajadores que se llevaron a cabo. La medida, sin embargo, sufrió el pase de factura por los 30 años sin paros en el gremio gráfico y su efectivo cumplimiento estuvo lejos de encontrar un acatamiento total. Un punto crítico es que muchos delegados del riñón de la propia directiva del sindicato se opusieron a llevar a cabo la medida votada por el plenario de delegados. Por otro lado, la proliferación de centenares de talleres gráficos sin organización gremial puso en evidencia las dificultades que esa situación genera a la hora de dar una respuesta de conjunto a la ofensiva patronal.
En varios talleres, se puso de manifiesto la debilidad de la organización sindical. En New Press, si bien no están realizando los trabajos de AGR que llegan al taller -un hecho destacado- cumplieron el paro en forma parcial. Lo mismo en Ipesa. Aluex y Balbi no pararon. En Tobacco, los delegados afines a la directiva boicotearon el paro. En Interpack II ni la interna ni el gremio aparecieron por la planta y siguió funcionando. En Guedikian y Util of los delegados se opusieron al paro.
El punto mas débil se produjo en los diarios. No paró ninguno. Un paro en este sector hubiese tenido un impacto capaz de colocar en otro plano el conflicto.
La Naranja Gráfica desde un primer momento luchó por darle un carácter activo al paro. Esa fue nuestra moción en el plenario de delegados. Y lo hizo activo, nomás. Por un lado, los militantes de la Naranja realizaron asambleas y garantizaron la medida en los talleres donde dirigen las comisiones internas, como Morvillo e Interpack I. Por el otro, organizaron delegaciones para realizar piquetes en las puertas de fábrica y lograr el cumplimiento de la medida en los talleres en los que la falta de organización gremial no lo permitía. Como en Arcángel Maggio, histórica gráfica del barrio de Barracas con más de 150 trabajadores, un emblema de la super explotación y flexibilidad en el gremio. El piquete logró que por primera vez en su historia esta patronal negrera tenga su planta parada por una medida de fuerza gremial; algo que calará hondo en la conciencia de los trabajadores de Maggio. Los trabajadores de S.A.I.G.R.A. y Gráfica Pinter no habían adherido al paro, pero las delegaciones de la Naranja realizaron asambleas con los trabajadores y lograron la adhesión total, parando ambas plantas.
En otros talleres, la presencia y la distribución del volante del conflicto de AGR constituyó un gran aporte para que los trabajadores decidieran abandonar sus puestos de trabajo y defender el paro del gremio, del que no habían sido anoticiados por sus propios delegados.
Destacado fue el paro en Impripost. Primero, porque es la misma patronal de Clarín. Segundo, porque los trabajadores lo garantizaron a pesar del apriete patronal. Incluso votaron un quite de colaboración cuando la empresa les anunció que si paraban les retiraba el beneficio de las viandas. La Lista Naranja apoya esta medida de los compañeros. Hay que destacar también el paro en Casa de la Moneda (ex Ciccone) y Romi, grandes talleres. Las cooperatvas Madygraf y ex Worldcolor también pararon. Valid también adhirió.
La jornada de paro y piquetes culminó con una gran movilización al Ministerio de Trabajo, donde los trabajadores de AGR fueron recibidos por el vice ministro. La marcha -encabezada por la Comisión de Mujeres y Familiares de los obreros de AGR- contó con una enorme presencia de la Naranja, de sindicatos combativos (Sutna, SiPreBa, AGD-UBA, entre otros) y de organizaciones estudiantiles como la FUBA. También estuvieron el Polo Obrero y organizaciones de derechos humanos, además de las organizaciones políticas de izquierda. La Federación Gráfica Bonaerense participó con su propia columna, muy reducida, junto a la Corriente Federal de la que forma parte.
La Lista Naranja Gráfica planteó la necesidad de una urgente convocatoria al plenario de delegados (el sindicato debería haberlo convocado de forma inmediata este jueves, día posterior al paro) para hacer un balance de la jornada y discutir la continuidad de un plan de lucha de conjunto.
Durante los próximos días diversas actividades culturales se realizarán en la puerta de AGR, como los festivales del viernes y el sábado. La próxima cita de honor será el sábado a las 15 horas en la puerta del taller, Corrales 1393, donde se realizará el plenario abierto convocado por la comisión interna de AGR para discutir las próximas medidas que se tomarán para que la lucha triunfe.
La Naranja llama a todos los luchadores obreros, organizaciones sindicales, comisiones internas y cuerpos de delegados a hacerse presentes y participar del plenario este sábado. ¡Hoy somos todos AGR-Clarín!
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