lunes, 12 de junio de 2017

UTA Córdoba: la huelga, en un momento decisivo



La huelga de los trabajadores y las trabajadoras de UTA conmovió al conjunto de la clase obrera cordobesa cuyo activismo circula por la carpa ubicada frente a la sede del sindicato intervenido y vallado. Los trabajadores quedan fascinados con la fuerza que demuestran, principalmente, las trolebuseras y con los relatos de cómo cada día se garantiza el paro que va venciendo las provocaciones del gobierno y la patronal.

Han hecho un arte para neutralizar a los carneros, con piquetes masivos en las puntas de líneas y compañeros que se tiraron debajo de los colectivos para impedir que se moviera una sola unidad. Los colectivos que lograron circular, aunque sea por algunas horas, rápidamente por la presión de la huelga, tuvieron que ser guardados nuevamente. En dos casos chocaron porque los conducían gente inexperta, como los directivos de las empresas o ex burócratas.

Los delegados clasistas y la radicalizada asamblea general donde diariamente se discuten los pasos a seguir le han dado la confianza a los choferes para pelear hasta el final. El vigor de la huelga se trasladó al resto de los gremios. Una de las CGTs (Rodríguez Peña) convocó a una nueva movilización para este próximo lunes y sigue vociferando el compromiso de un paro que aún no se concreta.

El gobierno municipal de Ramón Mestre, quien es el poder concedente del servicio, expresó públicamente en pleno domingo que atacará la huelga con el conjunto del aparato represivo: infantería, gendarmería y policía provincial. De hecho, el sábado por la madrugada, medio centenar de colectivos salió de las puntas de líneas custodiado por la policía, como si fueran camiones de caudales, y se los llevó hacia el predio de la Fuerza Aérea para garantizar el transporte del día lunes.

Los principales diarios editorializan lo que ya no es un secreto: lo que traba la resolución del conflicto no son los casi 6000 pesos por trabajador que se reclaman y que ya fueron ofrecidos en una primera negociación, sino la preservación por parte del Estado, de la burocracia sindical de UTA Nacional. Fernández ya sufrió una movilización autoconvocada en Capital Federal y crisis en Rosario, Neuquén y Salta debido al paupérrimo acuerdo que firmó.

La rebelión de Córdoba inspira a los trabajadores de todo el país, quienes durante el gobierno kirchnerista y ahora con Macri vieron caer estrepitosamente el salario y empeorar las condiciones de trabajo mientras un puñado de mafias empresariales ligadas al gobierno se hizo de multimillonarios subsidios. Esos subsidios, en Córdoba, se combinan con la tarifa más alta del país.

Los trabajadores se preparan para enfrentar un nuevo intento de quebrar el paro. Y ya han hecho pública una posición que plantea cómo resolver el conflicto sin que se reabran las paritarias. La propuesta de los delegados incluye ir a fojas 0 con despidos y descuentos por represalias y un “plus Córdoba” que equipare lo perdido hasta que se aplique correctamente el acuerdo, lo que dejaría a todos los trabajadores cobrando aproximadamente el 32% en una sola cuota.

Desde la Coordinadora Sindical Clasista, mañana lunes 12 nos movilizamos contra la salida represiva que quiere imprimir el gobierno al conflicto y comprometemos toda nuestra acción por el triunfo de sus reclamos. La derrota del techo salarial del 21% de los trabajadores de UTA allana el camino del resto de la clase obrera por paritarias que superen la inflación y por nuevas direcciones clasistas en los sindicatos.

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