lunes, 27 de diciembre de 2010

BLOQUEO DE AGR-CLARIN POR REINCORPORACION DE DELEGADOS

Traición del ongarismo a los gráficos (y a los camioneros que apoyaron) Durante cinco días la comisión interna de AGR-Clarín, con el apoyo del sindicato camionero, realizaron una huelga de hambre y un bloqueo a los accesos de la planta reclamando por su reinstalación en la planta, contra la actitud antisindical de la empresa y por otros ocho puntos de reclamos; entre ellos, un pedido de aumento salarial, la eliminación del turno de semana desplazada, que viola el descanso hebdomadario (sábado y domingo), y la eliminación de las cámaras en los sectores de producción. Los representantes gremiales fueron despedidos ilegalmente en 2004 junto a un total de 119 trabajadores, luego de una huelga por el respeto al convenio colectivo. En aquella oportunidad el gobierno de Néstor Kirchner -cuando aún conservaba buenas relaciones con el oligopolio mediático- habilitó la presencia masiva de la policía y presionó a los obreros para que se levantara la medida de fuerza. Desde aquel momento, cuatro delegados y un congresal de la Lista Naranja Gráfica vienen reclamando su reinstalación en la planta. Luego de seis años han obtenido recientemente en la justicia laboral una medida cautelar de reinstalación y una orden en el mismo sentido del Ministerio de Trabajo. Hoy, el mismo gobierno se encuentra enfrentado al Grupo Clarín. El bloqueo generó la parálisis total de la empresa, quedando "clavadas" la revista de "Estudiantes Campeón" del diario Olé, más de un millón de folletos de Easy, una gran tirada de un horóscopo y la revista Viva, el golpe más grande, que debió hacerse en otra parte. La Lista Naranja apoyó el reclamo y la medida de fuerza, señalando la necesidad de garantizar la participación y la consulta de los trabajadores de la planta respecto de las medidas a llevarse adelante por las reivindicaciones obreras. Reclamamos al mismo tiempo al sindicato, la urgente convocatoria a un plenario de todo el cuerpo de delegados del gremio gráfico en la puerta de AGR-Clarín. Ante la falta de respuesta del sindicato, garantizamos nosotros mismos que las comisiones internas de los grandes talleres de obra (Ipesa, World Color -ex Quebecor-, Donelley y Morvillo) no harían ninguna publicación derivada del conflicto. Seguimos así las mejores tradiciones clasistas. El ongarismo hizo lo contrario: nada menos que en la planta de Clarín-Zepita, donde se imprime el diario, la comisión interna de la Lista Verde, garantizó la impresión de la revista Viva en otro formato. Una traición colosal a los "hermanos" gráficos de la misma patronal, al gremio y a los que apoyaron el reclamo. La patronal licenció al personal gráfico del taller ante la falta de papel, para evitar que se involucre en un conflicto que lo tuvo al margen, porque la comisión interna y el sindicato no juegan a organizarlo, más bien todo lo contrario. Los encadenados y sus apoyos moyanistas, finalmente levantaron la medida sin que nada haya cambiado. Pretendieron asestar un golpe a Clarín en función del enfrentamiento del gobierno kirchnerista con el grupo, no una medida obrera hasta la reinstalación de los compañeros. La agrupación aprovechará el golpe recibido por la patronal para impulsar todas las asignaturas pendientes: la organización del taller y la extensión de la lucha por nuestra reinstalación al resto del gremio, enlazándola con todos los reclamos de los gráficos absolutamente abandonados por el sindicato, el gran ausente de esta lucha. Pablo Viñas, congresal Lista Naranja represaliado por Clarín

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