jueves, 2 de diciembre de 2010
Multa millonaria contra AGR-Clarín
Cómo aprovecharla
Con seis años de demora, el Ministerio de Trabajo multó a la empresa gráfica del monopolio Clarín, Artes Gráficas Rioplatense (AGR), con una cifra millonaria de 1.347.000 pesos (Expte. 3-51-6737/10) "por violar sistemáticamente la libertad sindical", tal como lo anunció el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en una conferencia de prensa convocada el martes 23 de noviembre.
En septiembre de 2004, luego de que el gobierno de Néstor Kirchner -en tiempos de buenas relaciones con el monopolio- enviara más de 500 efectivos policiales y reclamara en forma directa el levantamiento contra una huelga de la fábrica que pedía el respeto al convenio colectivo, el grupo Clarín despidió a 119 trabajadores de AGR, incluida toda la comisión interna y dos congresales de la opositora Lista Naranja Gráfica. Habiendo mandado a la policía para derrotar la huelga, era imposible que aquel Ministerio (el mismo que el actual) impusiera multa alguna.
Desde aquel momento, la Justicia permitió todo tipo de dislates procesales, generados por la patronal como estrategia judicial para evitar la reincorporación reclamada por cuatro delegados y quien esto escribe contra el despido antisindical. Recién a mediados de 2010, la Justicia dictó una medida cautelar que ordena la reinstalación y que la patronal ha dicho públicamente, incluso en la Cámara de Diputados, que acatará sólo después de que se resuelvan una serie de apelaciones presentadas ante la Corte Suprema (nuevos dislates procesales). El Ministerio de Trabajo del gobierno "anti-Clarín" demoró más que la Justicia en pronunciarse. Todas estas demoras alentaron al monopolio a que durante estos años volviera a impedir el acceso a la fábrica de otros dos delegados elegidos con posterioridad.
¿Cómo y por qué se reactivó
el expediente ministerial?
El expediente ministerial se "reactivó" luego de que Recalde pasara un papelón en una audiencia especial de la Comisión de Trabajo, en la que sencillamente pretendía utilizar el reclamo obrero para la actual interna capitalista contra Clarín. La presencia de la Naranja puso en evidencia que el Ministerio en todos estos años no había hecho nada por la reincorporación de los delegados (lo cual fue tomado por varios diputados) y allí reclamamos la intervención ministerial y la imposición de una multa.
Según fuentes fidedignas, ello derivó en un cortocircuito entre Recalde y Tomada, con un reclamo para que el ministerio se pronunciara en forma urgente y se salvara el orsay del diputado de la CGT, que ya había tomado estado parlamentario.
Como Tomada no podía justificar una multa en 2010 por un hecho sucedido en 2004 (sin dejar de exponer, por otro lado, la complicidad de los últimos seis años), comenzó a hacer constatar, mediante inspecciones combinadas con la comisión interna, algunas de las constantes actitudes antisindicales de la empresa. Por eso, en el expediente ministerial también se constataron y sancionan -como hechos que impiden la libertad sindical- ciertos obstáculos impuestos por la patronal contra la realización de las asambleas, las elecciones de delegados y la libre movilidad de los delegados dentro de la planta.
Una oportunidad para
la organización obrera
La multa que el monopolio deberá depositar previamente a cualquier apelación, sumada a los pronunciamientos judiciales de reinstalación tanto en AGR como en Artear (Canal 13), así como los intentos de organización de los trabajadores de Clarín en general son un golpe contra esta patronal negrera que deberá ser aprovechado para el reforzamiento de los reclamos de libertad sindical y mejoramiento de las condiciones laborales en las empresas de Clarín. Ahora también habrá que reclamar que se multe a Canal 13.
Esa organización es fundamental desenvolverla en el marco de un programa independiente del gobierno y de la oposición patronal, contra los intentos de cooptación del gobierno K y del moyanismo.
Los trabajadores de AGR tenemos memoria y no olvidamos que los despidos masivos, la policía en la fábrica y la persecución a los delegados fueron ejecutados bajo pleno gobierno K, el mismo que ahora, seis años después, se encuentra aliado al monopolio de las telefónicas y enfrentado al de Clarín. En definitiva, la disyuntiva de hierro y la gran tarea que tenemos por delante los trabajadores de AGR y de todo el monopolio Clarín es contra quienes pretenden subordinar los reclamos obreros a una interna capitalista, aprovecharla en cambio para afianzar la organización obrera en la lucha por nuestros intereses, por el respeto al convenio colectivo y la organización sindical, por la inmediata y efectiva reincorporación de todos los representantes gremiales que hemos sido represaliados.
Pablo Viñas (congresal naranja a la CGT de AGR-Clarín)
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