Un
plenario histórico
Luego
de mucho tiempo los gráficos volvimos a tener un plenario general de delegados.
La participación de la Naranja – sistemáticamente excluida por décadas - fue el
compromiso que asumió la secretaría de organización luego de la importante
movilización a la sede central que numerosos talleres de la oposición realizamos
el 26 de marzo. El propósito de aquella acción fue precisamente reclamar la
reunión urgente del cuerpo de delegados (con nuestra inclusión) para fijar una
posición de conjunto ante la paritaria.
Siendo
una instancia fundamental de deliberación colectiva y unificación del gremio el
plenario general resulta hoy más necesario que nunca debido al “cepo” que el
gobierno y las patronales pretenden imponerle a las paritarias mientras la
inflación sigue su curso ascendente.
El
estado de la negociación confirma este escenario ya que, según informó
la comisión directiva, la cámara empresaria no se mueve de la pauta
oficial: 15 por ciento desde abril y otro 10 en octubre; lo que representa
exactamente un 20 por ciento considerando los doce meses de vigencia del
acuerdo; a lo que se sumaría una suma no remunerativa de 800 pesos para marzo.
Fue
esta intransigencia, luego de un mes de discusiones, la que precipitó la
convocatoria (que la directiva “preparó” en encuentros previos con delegados
afines para evitar sorpresas); seguramente el desarrollo de los debates actuará
como un elemento de presión ante la cámara.
Las dos mociones
El
debate giró en torno a dos posiciones: 1) la moción de la mesa, que se aprobó
por mayoría, consistente en rechazar la oferta patronal y ratificar el pedido
de 30 por ciento, realizando asambleas por turnos en todos los talleres el
lunes 13 y un nuevo plenario para esta misma semana. Y 2) la moción de la
Naranja, respaldada por los delegados de la Bordó, que proponía elevar el reclamo
al 35 por ciento en una sola cuota y un plan de lucha partiendo de una
movilización a la cámara con abandono de tareas. Esta posición obtuvo un tercio
de los votos mientras otro pequeño grupo no se pronunció.
Uno
de los argumentos contrarios al plan de lucha fue su “inviabilidad” en los
talleres chicos. Pero semejante idea se contradice con el concepto mismo de
la paritaria, cuyo sentido justamente
reside en la acción común en torno a un pliego de reclamos y en la que el
esfuerzo principal corresponde a los sectores más organizados.
La
falacia de que la relación de fuerzas no permite hoy alcanzar el 35 por ciento
ignora que esa relación no es estática, se modifica con la movilización. Si los
trabajadores renunciamos de antemano a ser un factor activo en ese entramado la
función del sindicato queda reducida a la mera “gestión”.
En
las intervenciones de la oposición se tocaron también otros problemas
fundamentales que no estuvieron sin embargo en la agenda de la reunión como el
problema del impuesto al salario y la restitución de las asignaciones, la actualización
de las categorías y la solidaridad con los conflictos (Crónica, Latingráfica,
Ex Lanci).
La “recuperación” K
Por
su parte el secretario adjunto Amichetti defendió al gobierno por la “recuperación
del trabajo y de las paritarias” y desarrolló una larga apología de la
estrategia seguida históricamente por la Federación Gráfica Bonaerense que sin
grandes luchas (sic) llevó al gremio gráfico a estar entre los mejor pagos de
la industria (sic). Claro que si los 3.300 pesos de bolsillo - que es la mínima
del convenio gráfico actualmente - alcanzan para afirmar eso no se entiende de
qué recuperación se habla.
Y
lo mismo puede decirse sobre los “500 compañeros gráficos que trabajan en
cooperativas” mencionados como un ejemplo de preservación del empleo. Algunos de
estos casos pueden ser reivindicados por su lucha pero en materia de salarios y
condiciones de trabajo son una muestra de la enorme degradación laboral que se
consolidó bajo los gobiernos K. Las cooperativas gráficas integran el vasto
universo de precarizados y subocupados de nuestro país.
Por el 30 por ciento sin
cuotas
El
restablecimiento del plenario de delegados es sin dudas un gran paso adelante
que fortalece a todo el gremio. Las asambleas (cuya duración no se indica en el
acta de las resoluciones aunque se habló de una hora por turno) serán la
oportunidad para medir la disposición de la base. Si el objetivo es llegar
realmente al 30 por ciento que votó el plenario hay que rechazar las cuotas y
las sumas en negro.
Miguel Bravetti
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