Luego de
prometer en la campaña electoral el 31 por ciento y después de mes y medio de
negociación, la directiva terminó aceptando el 26,35 en dos cuotas. Esto
significa que la mínima categoría quedará en 4.000 pesos. Mientras la proyección inflacionaria ronda el 30 por
ciento y el negocio de ‘edición e impresión’ se expande (según el Centro de
Estudios de la UIA, el sector acumuló un “destacado crecimiento durante 2011,
que cerró en 5,7 por ciento respecto a 2010″), todas las categorías del
convenio gráfico se encuentran, en valores de bolsillo, por debajo de la
canasta familiar.
¿Con qué mandato se
cerró este acuerdo?
Con el fin de hacer
aprobar lo actuado, la directiva convocó a unos 80 delegados sobre los 350 que
somos en todo el gremio: una reunión de delegados amigos. Se excluyó de este
debate fundamental a la abrumadora mayoría, empezando por las comisiones internas
de la Naranja, como ocurre sistemáticamente desde hace diez años. Pero, claro,
los proscriptos somos cada vez más.
El argumento fue que
el Ministerio no homologaría un aumento mayor y que lo mejor era firmar esto
para volver a reclamar en agosto. La regla de oro del ongarismo es adaptarse
(al gobierno, a los topes, a las patronales o a lo que sea) y evitar cualquier
medida de lucha.
También fueron
relegados de la reunión los talleres que hoy están peleando aislados: Cedinsa
protagonizó una huelga salarial memorable, consecuencia de la miseria general y
del atraso en cerrar el acuerdo; AGR-Clarín está exigiendo una recomposición;
Interpack I resolvió un plan de lucha por el 35%; Morvillo votó en asambleas el
mismo reclamo.
Un hecho importante es
que un sector de delegados de la Verde de la zona norte, apoyados por la
agrupación Bordó (que sí estuvo presente y no avisó a la Naranja), mocionó ir
por el 29,5 por ciento, aunque sin un planteo de movilización para el conjunto
del gremio.
Por un verdadero
plenario de delegados
En conclusión: el
acuerdo que se está cerrando carece de aprobación e incluso es desconocido por
gran parte de la base. Exigimos que sea sometido al debate de asambleas en cada
taller y de un verdadero plenario de los 350 delegados del gremio -sin
exclusiones- que lo refrende o lo rechace. Nuestra propuesta es: 35 por ciento
de aumento, 5.000 pesos de mínimo y un plan de lucha para conseguirlo.
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