miércoles, 12 de diciembre de 2018
“Una película que ya vimos muchas veces: de un lado los trabajadores, del otro los funcionarios junto a la patronal de Interpack”
Movilización a la audiencia con el ex Ministerio de Trabajo, que planteó una conciliación obligatoria con los once despedidos afuera.
Los trabajadores de la gráfica Interpack, ubicada en La Matanza y ocupada desde hace una semana contra once despidos ilegales, se movilizaron esta tarde junto a organizaciones solidarias al ex Ministerio de Trabajo, donde tuvo lugar una audiencia con delegados gremiales, representantes de la empresa y funcionarios.
La movilización fue resuelta ayer en un plenario combativo convocado por la comisión interna de la planta dirigida por la Naranja Gráfica, que contó con la presencia de referentes gremiales y de organizaciones de izquierda. En la marcha de hoy están presentes, entre otros, los gráficos de Morvillo, la comisión interna de ATE Economía, el Polo Obrero, docentes de los Suteba La Matanza, Ensenada y Tigre, el Partido Obrero y la Coordinadora Sindical Clasista, el Plenario Sindical Combativo, PTS, RyR y Nuevo MAS.
Al salir del organismo, el secretario general de la comisión interna, Miguel Bravetti, resumió así la audiencia: “fue una película que ya vimos muchas veces, como se lo explicamos a la Directora de Relaciones Laborales. De un lado los trabajadores; del otro, la patronal y los funcionarios actuando sin disimulo con una misma orientación. Luego de un largo intercambio, el ministerio ‘ofreció’ dictar una conciliación obligatoria pero con los despedidos afuera. Desde la empresa, fingiendo que no habían acordado esto previamente, se levantaron diciendo que tenían que consultar con el directorio. Pero les dijimos que no se molesten: no vamos a discutir nada con la empresa si antes no están los 11 compañeros con sus puestos de trabajo y de manera efectiva”.
La patronal del Grupo Zupan, líder en el rubro de packaging, no sufre crisis alguna: los despidos, que afectan a trabajadores de entre 18 y 24 años de antigüedad, forman parte de un plan para reducir drásticamente el plantel, eliminar conquistas salariales y golpear a la organización obrera. En la otra planta de Interpack, también en La Matanza, se habían producido cesantías semanas atrás.
Bravetti señaló también que “cuando Trabajo pasó de Ministerio a ser una dependencia de Producción, se cayó el maquillaje que buscaba presentarlo como un árbitro imparcial que nunca fue. Es indudablemente una extensión de las oficinas de las empresas. Y todos los recursos, como las conciliaciones y otros, son herramientas de las patronales y el gobierno para avanzar con este plan de guerra, que arrojó a 200.000 trabajadores a la calle solo este año, según cifras oficiales que solo registran una parte de la realidad”.
En diálogo con Prensa Obrera, Juan, trabajador de Interpack, señaló que el intento de vaciamiento se dirige contra la “tradición combativa” de sus trabajadores. En las últimas dos décadas estos han protagonizado grandes luchas contra intentos de flexibilización y en defensa del salario, acompañando asimismo un sinfín de causas populares.
Referentes del PO-Frente de Izquierda presentes en la marcha destacaron el valor de esta pelea. La diputada nacional Romina del Plá señaló que “es una lucha emblemática, porque se trata de defender la organización interna de la fábrica que viene defendiendo a sus trabajadores de forma rigurosa”, y llamó a acompañar el acampe montado en Interpack y a aportar al fondo de huelga. Guillermo Kane, legislador bonaerense, señaló que “acá se está haciendo lo que debería hacer la CGT: si cada fábrica que cierra o donde hay despidos se ocupa como Interpack, Macri y la burguesía argentina van a tener que retroceder”. A su turno, Néstor Pitrola destacó que “esta lucha pinta el momento de la República Argentina: por arriba la entrega de la CGT y la CTA, por abajo los trabajadores de Interpack enfrentando los despidos, los de Aerolíneas defendiendo el convenio, el Polo Obrero movilizado contra el hambre. La tregua de la burocracia sindical tiene pies de abajo, porque esto es una olla a presión”.
Así concluyó Bravetti su intervención: “solo confiamos en los métodos de la clase obrera: en esta solidaridad que crece día a día, en la huelga, el corte de calle, la ocupación. La visita que hizo ayer la CGT al Episcopado con la Unión Industrial Argentina para criticar al gobierno es un camino de derrota para los trabajadores. El método que la clase obrera debe seguir es este que estamos siguiendo: la huelga, la ocupación. Como la de Siam y cada una de las luchas, debe servir para reforzar la resistencia de los trabajadores a este plan de hambre, miseria, flexibilización, y obligar a las centrales a que desplieguen toda la fuerza de este movimiento obrero, que es la única que puede derrotarlo”.
Por Redacción
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario