miércoles, 28 de diciembre de 2011
PRESENTACION PARA IMPUGNAR LA ASAMBLEA GENERAL GRAFICA
lunes, 26 de diciembre de 2011
POR MÁS Y MÁS VICTORIAS DE LOS TRABAJADORES
martes, 13 de diciembre de 2011
Patotas en el gremio gráfico, no
En la Asamblea General del gremio gráfico convocada para elegir Junta Electoral y aprobar Memoria y Balance, se montó una agresión de vasto alcance que evitó la expresión de los compañeros de la oposición que concurrieron en número suficiente para disputar la elección de Junta Electoral, la cual se consagró sin contar los votos y en medio de una batahola. Lo mismo ocurrió con la Memoria votada a libro cerrado, según los propios miembros de la Comisión Directiva.
Pocos días después, se produjo una provocación y otra vez golpes, por parte de unos 15 integrantes de la Lista Verde en la puerta del taller Morvillo, a la salida de uno de sus turnos.
Quienes firmamos esta declaración nos pronunciamos contra semejantes prácticas, en defensa de las mejores tradiciones de los gráficos, que comprometen enteramente el desarrollo de toda la etapa previa a las próximas elecciones del mes de abril.
No queremos entre los gráficos el régimen de patotas de los Pedraza, de la Uocra o de la UTA, cuyas consecuencias son siempre contrarias a las reivindicaciones de los trabajadores. Quien apela a la violencia entre trabajadores está rompiendo la unidad de clase que es siempre el negocio de las patronales.
Amenazas de este tipo ocurrieron recientemente en AGR Clarin, oportunamente denunciadas y los trabajadores, votando un nuevo cuerpo de delegados contrario a esas prácticas, han dado cuenta en elecciones de cual es su veredicto frente a patotas amparadas por el poder patronal.
Reclamamos a la Comisión Directiva que se garantice el normal desarrollo de la campaña electoral, de la etapa de formación de listas y luego el acto electoral del 20 de abril próximo.
Reclamamos y promovemos un sindicato de los gráficos basado en plenarios de delegados y asambleas de taller, como así también asambleas generales del gremio para tener el salario y el convenio que necesitamos, no cada cuatro años para aprobar a libro cerrado –y ahora con patotas- la Memoria y Balance.
Comisión Interna de Morvillo
Comisión Interna de Interpack I
Comisión Interna de Worldcolor
Comisión Interna de AGR-Clarín
Comisión Interna de Donnelley
jueves, 8 de diciembre de 2011
GRAVISIMO, MAS PATOTAS EN GRAFICOS
El martes 06/12/11 un grupo de 15 personas identificadas con la Lista Verde del sindicato Federación Gráfica Bonaerense agredió a trabajadores de la empresa Anselmo L. Morvillo S.A. en la puerta del establecimiento.
Sebastián Rodríguez, Secretario General de la Comisión Interna, resultó herido con una fractura en su mano derecha y un ojo golpeado.
Sebastián Rodríguez declaró "Estaba conversando fraternalmente con un grupo de trabajadores gráficos de la Lista Verde cuando veo que otro grupo, del cual no reconozco a ningún integrante del gremio gráfico, estaba discutiendo acaloradamente con mis compañeros. Inmediatamente me acerco a calmar los ánimos y recibí una trompada en el ojo. De inmediato la agresión se generalizó a todo el grupo de compañeros que salían de trabajar. La Lista Verde envió el grupo numeroso –absurdo para repartir un volante- con la expresa intención de montar la provocación y la agresión".
Este hecho ocurre a 15 días de la asamblea general del gremio para votar la junta electoral para las elecciones de Comisión Directiva de abril. Ese día la oposición movilizó masivamente y la lista oficialista armó una trifulca para evitar perder la votación. Los trabajadores de Morvillo fueron parte destacada de esa movilización.
"Evidentemente –continuó Rodríguez- la conducción ongrarista teme perder las elecciones de abril y monta este escenario para embarrar la campaña electoral. En vez de explicar por qué el gremio está hundido salarialmente, la obra social quebrada y la convención colectiva sin recategorización desde 1975, responde de esta manera".
La Agrupación Naranja denuncia el desbarranque patoteril de la dirección de nuestro sindicato en línea con la Unión Ferroviaria de Pedraza, con la Uocra de Gerardo Martínez, la UTA de Fernández que buscan neutralizar con patotas la organización independiente de nuevos cuerpos de delegados.
Ya habíamos sufrido agresiones y amenazas de parte de otro integrante de la Lista Verde y del moyanismo sindical, Luis Siri, conocido masivamente por los videos en los que pedía a la patronal de Clarín tres millones de pesos. Hoy no está más en la fábrica y el cuerpo de delegados fue ganado por una lista independiente encabezada por un dirigente de nuestra agrupación. El proceso del gremio no podrá ser detenido con patotas. Ponemos en alerta a todos los trabajadores gráficos y a todo el movimiento obrero y popular sano y democrático del país.
Rodríguez realizó la denuncia y la demanda penal contra sus agresores en la UFI 2 de Avellaneda.
Para comunicarse:
Sebastián Rodríguez 1564154997
Miguel Bravetti 1561127942
Contacto Prensa:
Mariela 1531651297
Maura 1540555424
Faccionalismo del PTS en gráficos
El reportaje a Eduardo Ayala, de la interna de Donnelley, publicado en la prensa del PTS, sobre la intervención en la asamblea general del 25 de noviembre es enteramente faccional, es decir que no sirve al interés de clase de conjunto.
El número de participantes que menciona por la oposición no es correcto. Eduardo dice que en las filas de la Bordó se movilizaron 130 compañeros y que se encontraron con otros 100 de la Naranja. Falso, las cifras son más que al revés: falta contabilizar a los compañeros de la Naranja de Ipesa, Crónica, AGR, Cedinsa, Labels Plast y un grupo de Morvillo que no llegó con los micros y, por lo tanto, no marchó con ellos. A eso, hay que sumar algunos pequeños núcleos de varios talleres de nuestra lista que ingresaron al salón con anterioridad.
La Naranja movilizó 160 compañeros y, desde zona norte, vinieron dos meritorios micros de World y Donnelly con otros cien gráficos. La mentira, como ha sido reconocido y advertido por activistas de otros talleres, sólo tiene como propósito disputas futuras por el cartel, en ningún caso una construcción para derrotar a la burocracia.
El número de la Naranja es mayor y el número total es mayor, por lo que el planteo faccional es una enorme concesión a la burocracia del sindicato. Si no fuera por nuestro número y por la existencia de los "Verdes críticos", quienes pensaban "no votar o abstenerse", la burocracia habría ganado cómoda la asamblea. El PTS borra el fundamento de fondo de la agresión que sufrimos en carne propia quienes encabezamos la movilización: que la burocracia podía perder la votación, especialmente si se realizaba el debate que impidieron a golpes.
En cualquier variante, la movilización de la oposición fue extraordinaria. Lo que demuestra el acierto de la orientación Naranja de organizar la concurrencia para ganar la Asamblea, a partir de una caracterización. Una orientación con la cual el PTS no estuvo de acuerdo hasta que los compañeros de World Color la tomaron rápidamente en sus manos, demostrando que en poco tiempo se han colocado en las primeras filas de la lucha contra la burocracia.
Otro detalle que demuestra el el amplio trabajo de La Naranja son los diez candidatos a Junta Electoral que, sumados a los tres presentados por la Bordó, reunieron once talleres de las trece ramas. La presentación de la Junta alternativa golpeó a la burocracia.
Las chicanas en el campo antiburocrático sólo contribuyen a la política de la burocracia de alentar la presentación de más de una lista para dividirnos. Más allá de las impugnaciones ante la justicia que ya iniciamos por las irregularidades de la asamblea, la tarea de la hora es extender la campaña para ganar más y más talleres a la conformación de una gran lista de unidad para recuperar el gremio el próximo 20 de abril.
M. B
viernes, 2 de diciembre de 2011
A luchar por una nueva dirección
La burocracia ongarista pudrió la asamblea por temor a perderla, ante un número casi paritario, pero de composición diametralmente opuesta. Con la directiva estaban unos 150 jubilados (poquísimos), el aparato del sindicato y parte de la obra social (sólo parte), con sectores de delegados oficialistas (ni lejos la totalidad). Con la Naranja y el resto de la oposición, varios talleres con delegaciones masivas de los más importantes del gremio.
Esto no ocurría desde hace 25 años, cuando de manera idéntica el ongarismo pudrió dos asambleas, las últimas de masas, en la Federación de Box, por el mismo motivo: la posibilidad de perderlas. Hay que apuntar que los talleres que concurrieron con delegaciones masivas -como Interpack I, World Color, Morvillo o Dennelly- no están en conflicto en este momento. Sus delegaciones, que en algunos casos superaron los 50 compañeros, reflejan un proceso consciente de lucha contra la burocracia. En el pasado, pudo llegar a una asamblea un taller, ocupado o en lucha, con el objetivo de hacer oír fuerte su reclamo -como fueron los casos de Bolpa o Ciccone en diversas etapas. No fue este el caso: la concurrencia opositora, que llegó a la CGT marchando encolumnada, expresa un proceso político consciente de lucha por nuevas direcciones en los talleres y por una nueva orientación en el sindicato.
No hay un ascenso de luchas generalizado en el gremio y conviven experiencias muy avanzadas, como las de Interpack o Morvillo, con enclaves de explotación patronal brutal -por ejemplo, los dos talleres felicitados y visitados por la presidenta Cristina Kirchner: Arcángel Maggio y Artes Gráficas Modernas, puntas de lanza de la flexibilidad laboral y la prohibición de organización sindical, consentida por la burocracia.
Pero en el medio de estos extremos, se ha desarrollado un proceso de afiliación y organización en numerosos talleres, el cual tiene su expresión más emblemática en World Color: allí se impuso la comisión interna con la huelga, en el corazón del parque industrial de Pilar (una zona franca contra la organización de la clase obrera). Ese proceso no fue canalizado exclusivamente por el clasismo. Sectores de la Juventud Sindical moyanista, en un principio, lo viabilizaron por una etapa, especialmente en la zona norte. Hoy, esa juventud ha hecho una temprana crisis, de tal suerte que un sector de ella no votaría en la asamblea ni por la junta de la Verde, ni por la de la Naranja, en lo que es un claro impasse. El otro escenario fulminante de crisis de esta juventud moyanista fue AGR Clarín, donde se entregaron por varios platos de lentejas y luego perdieron las elecciones de cuerpo de delegados a manos de la lista encabezada por la Naranja -a pesar del apoyo de todas las alas internas del sindicato y, especialmente, de la gerencia de la señora de Noble.
El gremio no logra enhebrar un proceso único de reagrupamiento para el conjunto de las luchas y reivindicaciones: por el convenio (absolutamente abandonado); por el blanqueo de todos los trabajadores y talleres; por la defensa de los activistas y contra la política de la dirección de entrega de las luchas, desorganización e incluso "golpes de Estado" contra los delegados legítimos -como en el reciente caso de Cedinsa, donde la maniobra fracasó y ha vuelto a ganar una comisión interna independiente.
En este cuadro ocurre la asamblea general del 25 en la CGT. La misma será impugnada por la oposición. Y el ministerio de Tomada ignorará la impugnación, como ignoró a Pablo Viñas, el robo del Suteba La Plata e incluso la responsabilidad de Pedraza en el crimen de Mariano. Pero de la misma manera que no se pudo impedir que Pedraza esté preso o que Viñas sea delegado, no se puede alterar el cuadro abierto en el gremio gráfico por esta gran irrupción obrera en la asamblea general. La acción de la patota es el primer capítulo de una política de fraude que ya está en marcha, como también está en marcha la lucha para quebrarla.
Ha quedado planteado luchar por la dirección de la Federación Gráfica. La historia clasista de este gremio ha entroncado con el reguero actual de cuerpos de delegados clasistas en la UOM, en la alimentación, en UTA, en Smata, en plásticos, los subtes, telefónicos o textiles, así como con el gran proceso del hermano gremio de prensa (ver artículo). La quiebra interior del ongarismo -unido exclusivamente por el espanto a la victoria clasista- entronca con la crisis de la CGT y del gobierno kirchnerista con los sindicatos.
Las elecciones gráficas se harán en el marco del tarifazo del impuestazo, el 20 de abril próximo, en medio de las paritarias y de una gran deliberación del movimiento obrero. La Naranja se lanza enteramente a la tarea de formar una gran lista que exprese el proceso gráfico en toda su magnitud, desde los talleres hasta los trabajadores negreados y despedidos de la propia obra social, quebrada y arruinada por los vaciadores del gremio gráfico.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
El significado del acto de CFK en Maggio
La visita de la presidenta a la planta gráfica de Arcángel Maggio en Barracas, muy difundida en los medios, es un símbolo del “modelo industrialista” de este gobierno.
Se presenta a Maggio como un ejemplo de empresario que confía en el país por sus inversiones. El mismo sentido tuvo el acto en Artes Gráficas Modernas de La Matanza durante la campaña electoral.
En el gremio, tanto Maggio como AGM, son conocidos como dos de los talleres más negreros: pagan el básico de convenio (una miseria), no respetan los porcentajes de las horas extras o las pagan en negro; casi la totalidad del personal se encuentra con categorías muy inferiores a las que corresponden, el maltrato y los despidos son moneda corriente; y se prohíbe la afiliación sindical.
CFK celebra la expansión de empresas basadas en la explotación más brutal, en particular de la juventud.
En lugar de denunciar esto a burocracia ongarista estuvo en la primera fila apoyando al gobierno “que acompaña, promueve, incentiva y defiende a la industria y el trabajo nacional". Otro símbolo.
Obra social gráfica:
UN BALANCE QUE OCULTA
EL DERRUMBE
El capítulo de las Memorias y Balances referido a la obra social oculta la bancarrota que en varios aspectos es terminal. La cara visible de la crisis es la degradación permanente de los servicios y las prestaciones. Hay otros aspectos menos conocidos como la perdida de afiliados o la sangría de profesionales, que además de la sobrecarga de trabajo para el personal implica costosas erogaciones por acciones judiciales (un solo juicio – el de la ex presidenta de la OSPG, Alicia Fondevilla – redondea el millón y medio de pesos).
Las M y B no dicen nada de esto pero incluso lo poco que dicen es una confesión del desastre. Por caso, el ejercicio 2009 arrojó un saldo positivo de 200 mil pesos y el del 2010 un déficit de 13 millones. Según sabemos el pasivo actual alcanza los 60 millones de pesos; otras publicaciones de la Verde reconocen hasta 35 millones. En cualquier caso la obra social se encuentra técnicamente quebrada.
Los únicos argumentos de la directiva para justificar el agujero de las cuentas son la evasión patronal y la deuda del estado (Administración de Programas Especiales) aunque no sabe que ha hecho para reclamar esos fondos.
Como cualquier explotador
Como hace cualquier explotador el ongarismo transfiere el costo de su desmanejo económico a sus empleados. Los médicos, enfermeros y administrativos de la Ciudad de la Vida no solo soportan una constante sobrecarga de tareas sino una presión laboral que por momentos llega al maltrato y al hostigamiento (como ha sido denunciado ante la Comisión de Violencia Laboral de Ministerio de Trabajo).
Poco tiempo atrás se presentó un petitorio exigiendo el cese de esta persecución y la solución de otros temas como el pago del salario en cuotas, la falta de elementos de trabajo, la falta de aportes jubilatorios, el no pago del refrigerio, etc. Fingiendo sensibilizarse con el reclamo la presidencia convocó a una reunión cuyo verdadero fin fue identificar a los impulsores y despedirlos. Estos son los métodos de la burocracia sindical.
Cómo salvamos a la obra social
Es necesario convocar a una asamblea extraordinaria en un plazo mínimo para discutir un plan de salvataje a partir de tres puntos:
1) Plena libertad de organización gremial para los trabajadores de OSPG.
2) Apertura de las cuentas a una comisión electa en esa asamblea e integrada por activos, jubilados y empleados de la OSPG.
3) Movilización de todo el gremio contra las empresas evasoras y por la recuperación del dinero adeudado por el estado.
¡Salvemos el patrimonio de los gráficos! que es el resultado de la lucha y el esfuerzo de muchas generaciones.
El clasismo gráfico copó la asamblea general
El 25 de noviembre pasará a la historia de los gráficos como un hito en la lucha contra la burocracia de Raimundo Ongaro.
La asamblea general para tratar las Memorias y Balances (2007-2010) y votar la Junta Electoral que organizará las elecciones de abril, se convocó en horario laboral y prácticamente sin ninguna difusión; es decir con el propósito de excluir a la masa del gremio y facilitar su control por parte del aparato de la Verde. Tal como ocurre desde hace veinticinco años.
La noticia de la jornada fue sin embargo la extraordinaria movilización de la oposición encabezada por la Naranja Gráfica junto a la recién constituida Agrupación Bordó que conmovió el salón Felipe Vallese de la CGT.
Trescientos compañeros de Interpack, Morvillo, AGR-Clarín, Ipesa, World Color, Donnelley y numerosos activistas de otros talleres como Cedinsa y Lavels Plast, irrumpieron en una combativa columna común dispuestos a quebrar el fraude que siempre empieza a cocinarse con la elección de una Junta títere de la directiva.
La movilización fue preparada por una declaración de La Naranja llamando a unificar fuerzas contra la Verde que se distribuyó en más de 50 fábricas. El acierto de impulsar esta batalla confirma la voluntad de disputar la dirección del sindicato que orienta el accionar de La Naranja desde siempre y más aún en la etapa de disolución de la burocracia ongarista.
La sorpresa de los oficialistas por el despliegue de fuerzas de la oposición apenas podía disimularse y desde el principio, cuando se impidió que muchos compañeros ingresaran al salón confinándolos a los pasillos, quedó claro que no se ahorrarían medios para evitar una derrota.
El desarrollo de la asamblea - que duró apenas una hora - fue escandaloso por donde se lo mire: con dificultad un compañero logró tomar el micrófono para presentar la moción de conformar una Junta Electoral compartida proporcionalmente de acuerdo a los votos obtenidos en la asamblea y presentar nuestra propuesta de lista integrada por delegados de once talleres de las trece ramas.
La moción apenas pudo escucharse por que como es habitual se la tapaba con los bombos o se cortaba el sonido desde la mesa; todo esto fue caldeando más el clima que explotó cuando antes de la votación el cordón armado por la Verde empezó a empujar hacia la puerta a los compañeros que se encontraban en los pasillos.
Otro orador de la oposición tomó la palabra para reforzar la moción de Junta compartida como la única alternativa para garantizar elecciones transparentes que expresen la voluntad de las bases; mientras la barra del primer piso abucheaba la intervención varios jubilados ubicados en las primeras filas aprobaban con la cabeza e incluso aplaudían. Un dato revelador que corrobora la decisión de sectores del oficialismo de “no acompañar la moción de la verde”. Algo que nos había sido comentado antes y se condice con la crisis instalada en el seno del ongarismo que enfrenta a diversas facciones y produce “purgas” constantemente.
A la luz de esto queda claro porqué la burocracia impidió el debate y luego pudrió la votación: efectivamente cuando los empujones se convirtieron directamente en gresca, el presidente de la asamblea Amichetti, actual adjunto y candidato a suceder al “loco” (así llaman a Ongaro sus seguidores), llamó a levantar la mano y sin siquiera simular un recuento sentenció el triunfo de la propuesta de la Verde por “amplia mayoría”.
Ahí mismo, sin dejar el micrófono, mientras las cosas ya estaban fuera de todo control, llamó a los gritos a aprobar “a libro cerrado y por aclamación” las Memorias y Balances. ¡Cuatro años de desastre sindical despachados sin debate y sin contar los votos!
En este punto la determinación fue acallar nuestra interpelación a la directiva por los balances truchos que ocultan el derrumbe de la obra social; según nuestra información el pasivo ronda los 60 millones de pesos y allí solo se reconocen 13 millones (aunque en otros materiales oficiales se habla de 35 millones).
Se suma la denuncia por los despidos persecutorios en la clínica central, por el ilegal descuento compulsivo para los no afiliados acordado en la última paritaria, por la complicidad de la directiva con las patronales que evaden y negrean como Arcangel Maggio y Artes Gráficas Modernas (dos plantas que han tenido una enorme expansión apoyadas en la precarización laboral mencionadas por Cristina Fernández como ejemplos del modelo productivo). Esto es lo que no toleraban escuchar y mucho menos podían rebatir… por eso la pudrieron.
Un aspecto muy grave es la actitud cómplice de los veedores del Ministerio de Trabajo que miraban impasibles como se desarrollaba el “espectáculo” sin decir palabra.
Por supuesto que este gigantesco desatino será impugnado administrativa y judicialmente. El propio Abraham en un reportaje publicado en la página www.plazademayo.com confiesa que ”no hubo debate” y “no contaron los votos” (curiosa muestra de democracia) lo que alcanzaría para declarar nulo todo lo actuado; más allá de ello la asamblea constituyó una contundente demostración de fuerza y una expresión del ascenso antiburocrático y combativo que cruza a todos los gremios y en particular al gráfico; es el punto de partida de la enorme lucha que estará planteada de aquí al 20 de abril por la conquista del sindicato.
Miguel Bravetti
lunes, 28 de noviembre de 2011
CUANDO LOS OBREROS ENTRARON EN LA CGT
Cuando perdía una Asamblea General de la Federación Gráfica Bonaerense, convocada para elegir la Junta Electoral, el ongarismo inició una acción patoteril que culminó en trifulca con heridos y puertas, butacas y vidrios destrozados. Los hechos ocurrieron en el salón Felipe Vallese de la histórica sede de la CGT en la calle Azopardo.
Jamás llegó a votarse la Junta Electoral, puesto que la Comisión Directiva la aprobó “por aclamación” en medio de las piñas, lo mismo que las Memorias y Balances de ¡cuatro años! que fueron “aclamadas” a libro cerrado, ocultando una quiebra de la Obra Social por 60 millones de pesos. Se impidió hablar a los afiliados.
La histórica oposición de la Lista Naranja Gráfica junto a la Agrupación Bordó, presentó en común sus mociones con las Comisiones Internas de los grandes talleres de obra como Interpack, Morvillo, AGR Clarín, Donnelly, Ipesa y World Color.
La asamblea será impugnada en el Ministerio de Trabajo, cuyo inspector presenció impasible todas las maniobras dolosas. Comienza así, lo que será una gran batalla política por una nueva dirección en el gremio gráfico, cuyas elecciones serán el próximo 20 de abril. Es el gremio que en 1984 fuera recuperado de los colaboradores de la dictadura militar por la directiva que en aquel momento encabezaron Raimundo Ongaro y Néstor Pitrola. Con Ongaro retirado, el ongarismo revista en las filas del sindicalismo oficial y crece en los talleres una juventud de tipo combativa y antiburocrática.
LISTA NARANJA GRAFICA
sábado, 26 de noviembre de 2011
AGR-Clarín: enseñanzas y perspectivas tras la victoria
‘Cavar trincheras', pero contra la burocracia
La victoria en AGR-Clarín fue construida desde las derrotas sistemáticas impuestas por la burocracia sindical, tanto por su ala clásica ongarista (despidos masivos por la huelga de 2004), como por la Juventud Sindical K de Facundo Moyano (retiros, despidos, baja de dotaciones) -siempre, siempre, con el concurso solícito del ministerio de Tomada. Pablo Viñas, delegado despedido, fue excluido de la reinstalación por Tomada y su asesor ‘estrella' Alvaro Ruiz, quien lo hizo sacar por la seguridad de L. Alem, luego de una agresión por parte del coimero televisivo Luis Siri y otros ocho personajes -todos los cuales negociaron jugosos retiros. La votación ha sido un desagravio a los delegados combativos, contra la patota y contra Tomada.
El kirchnerismo jugó contra el clasismo y contra las reivindicaciones obreras en todas las etapas. Cuando había matrimonio con el grupo Clarín, Piumatto en persona fue en 2004 a garantizar el acatamiento a una conciliación dictada con ocupación de la planta por la infantería, tras la cual sobrevinieron más de cien despidos. Y con la Noble como enemiga pública, como en febrero de este año, cuando se pactó con la patronal el ingreso de los entregadores y se excluyó a Viñas, quien ingresó recién en junio, reinstalado por la Justicia.
La victoria se construyó a través del delgado hilo de la continuidad de un cuadro obrero, consecuente y clasista como Viñas, que litigó durante siete años, rechazando todo arreglo. Los fueros gremiales de congresal Naranja que le permitieron batallar en la Justicia, fueron otorgados por el voto de todo el gremio, que le dio a la Naranja la minoría como corriente del total del sindicato -es decir que fueron conquistados a partir de una construcción política clasista de conjunto.
El trabajo de orfebrería sindical de Pablo, armando una lista en la clandestinidad, es la refutación más impresionante a toda la basura del ataque de los partidarios de cavar trincheras con la burocracia, es decir entregando la construcción independiente en el movimiento obrero, con la excusa de que siempre somos derrotados.
El Partido Obrero ha hecho su aporte al clasismo desde etapas agudas y abiertas como la de Sitrac-Sitram, hasta bajo la propia dictadura en numerosas fábricas e incluso en gráficos, lo que nos permitió protagonizar la recuperación del gremio en 1984. Es más, a Viñas le fue impedido integrarse como minoría, por el ongarismo-moyanismo, en el cuerpo de delegados... hasta que pudo armar lista y los obreros pudieron votarla, por primera vez.
El triunfo en AGR-Clarín refuerza el proceso en marcha por una nueva dirección de la Federación Gráfica. Cambia el escenario de cara a las elecciones del próximo mes de abril, ante una burocracia desprestigiada, dividida, con la obra social quebrada, asentada sólo en las derrotas sistemáticas a la dispersa lucha del gremio. Felicitemos a esta juventud obrera y pongamos todo para su victoria.
Néstor Pitrola
Una etapa de ascenso clasista
En estos días, en los gremios más diversos se han producido victorias obreras antiburocráticas, que deben ser examinadas para sacar las conclusiones.
Nos referimos a las de las gráficas Cedinsa y AGR-Clarín, la perfumista Avón, la mecánica Cables Lear y la camionera Aesa. En las cuatro primeras, la burocracia fue derrotada en elecciones para cuerpos de delegados; en la última (la camionera), se produce una destitución del cuerpo de delegados a partir de una huelga, la cual fue atacada una y otra vez por patotas sindicales del gremio (ver nota en Prensa Obrera Nº 1.203).
La elección de Cedinsa fue un ‘adelantamiento' armado por una campaña feroz de la patronal y la burocracia sindical de la Federación Gráfica, con la certeza de que obtendrían el cuerpo de delegados. No fue así: triunfó la lista antiburocrática, que reforzó sus filas con nuevos activistas.
La elección de AGR enfrentó al poderoso monopolio Clarín, después de que éste se cansara de despedir trabajadores en combinación con distintas alas de la burocracia -es decir que la lista ganadora fue garantizada por la cuarta o la quinta línea de activistas.
En Cables Lear (del Smata), con más de 700 compañeros, la burocracia se jugó con todo. Suspendió la afiliación a tres delegados independientes para sacarlos de la cancha y convocó en una semana a la elección. Se armó una lista opositora, la Celeste, que fue la ganadora.
En la perfumista Avón, con unos 500 compañeros, el sindicato impulsó la división de la interna para regimentar la planta, la que luego de una etapa de deliberación en torno al pasaje al gremio camionero (logística), optó por luchar por sus reivindicaciones en el cuadro del gremio del perfume. La nueva interna le ganó a la lista amparada por el sindicato en una proporción de 2 a 1: una victoria fulminante. En todos los casos, las burocracias sindicales forzaron procesos de elección por lista y no por secciones, para evitar, incluso, cuerpos de delegados pluralistas.
El presidente de la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires, Osvaldo Rial, declaró recientemente que "los mandos medios no responden a las cúpulas sindicales". En el último congreso de la UOM, se introdujo como segundo punto del debate "el avance de la izquierda en el gremio".
Es claro que, más allá de los trabajos sindicales de las agrupaciones clasistas en el movimiento obrero, estamos frente a un proceso político y frente a una etapa. La hemos definido, no hace mucho tiempo, como "de transición" o "nuevo comienzo". Las experiencias de cuerpos de delegados combativos (como Ecotrans, la Línea 60 y el subte, Kraft, decenas de gráficas) se extienden al conjunto del movimiento obrero como tendencia. En eso consiste la transición que caracterizó la Conferencia Sindical del Partido Obrero de noviembre de 2009, transición que tiene su origen en la impronta piquetera del movimiento obrero, los procesos de ocupación de fábricas y de luchas posteriores al Argentinazo -como la de las seis horas del subte.
La crisis del kirchnerismo en el movimiento obrero está a la vista -una desmentida fabulosa a su pretendida "victoria cultural". Lo demuestran los ataques del gobierno a las huelgas, el planteo de suspender la personería de Apta, los choques entre la Casa Rosada y Moyano. Lo que ocurre en Aerolíneas es la tumba de La Cámpora sindical. El moyanismo, que buscó canalizar al movimiento obrero durante una etapa, está apoyando el tarifazo y dejando pasar despidos y suspensiones.
Por otra parte, sectores masivos de la juventud obrera votaron al Frente de Izquierda el 23 de octubre, una referencia política nacional que impulsa su organización en los lugares de trabajo. La seguidilla de victorias clasistas impugna la tesis de los izquierdistas pícaros, quienes sostienen que el camino para una nueva dirección pasa por "cavar trincheras" con la burocracia.
La lucha por una nueva dirección del movimiento obrero está vinculada en profundidad con la bancarrota capitalista, la cual plantea tareas y luchas que superan a cualquier burocracia sindical, por más que ésta se aventure por el camino de la demagogia combativa.
Néstor Pitrola
nota publicada en lanacion.com
La lista Naranja del gremio de los gráficos denunció ayer que la elección de la junta electoral para los comicios internos del próximo abril fue "escandalosa" y acusó por los hechos a la lista oficialista Verde, de Raimundo Ongaro.
"Fue una asamblea escandalosa; no nos dejaron hablar, se votó en medio de una trifulca ocasionada por el oficialismo", apuntó a La Nacion uno de los dirigentes opositores, Miguel Bravetti.
La votación se realizó en el salón Felipe Vallese de la sede de la CGT en la calle Azopardo, que, según Bravetti, quedó "destruido" a causa de la pelea.
Bravetti relató que los disturbios comenzaron cuando estaba por comenzar la asamblea, en la que se votaba, además de los 13 integrantes de la junta, los balances económicos del sindicato de gráficos. Finalmente, todo se votó, aunque la lista Naranja denunció que no tuvo participación porque se lo negaron.
"Como hicimos una movilización muy grande, la gente de Ongaro sabía que iba a perder e intervino con disturbios, nos cerró el micrófono, golpearon y tiraron sillas", contó Bravetti, que el martes denunciará los hechos al Ministerio de Trabajo y en la Justicia..
Estalló el verano gráfico
Por Diego Rojas (@zonarojas)
Incidentes en la asamblea gráfica: golpes, patotas y acusaciones cruzadas en una jornada sindical irregular.
Felipe Vallese es un nombre significativo para la historia del sindicalismo argentino. Obrero metalúrgico, fue desaparecido en 1962, cuando tenía 22 años. Su nombre se convirtió en estandarte de lucha y fue homenajeado por la clase trabajadora en innumerables ocasiones. Una calle lleva su nombre. También el salón de actos de la Confederación General de los Trabajadores. Un salón amplio, con un estrado imponente, con capacidad para trescientas personas sentadas y un número similar o superior de pie. El salón Felipe Vallese. Desde ayer tiene butacas rotas, vidrios quebrados y rastros de sangre.
La Asamblea General de la Federación Gráfica Bonaerense fue convocada para el 25 de noviembre a las 14 horas. Una jornada y un horario calurosos. Que adquirirían más calor. La actividad sindical terminó con el salón atravesado por sillas y palos de banderas que volaban, golpes y patadas y algunos heridos leves en un incidente violento entre adherentes a la dirección oficial del sindicato, liderado por la lista Verde, y la oposición, compuesta principalmente por la lista Naranja y Violeta.
“Llegamos puntuales –cuenta Sebastián Rodríguez, secretario general de la comisión interna de Morvillo, una planta gráfica que imprime revistas de primera línea y folletos de a cientos de miles, entre otras cosas–. A pesar de un horario boicoteador de la actividad, porque a esa hora se está laburando todavía o se entra a los talleres, la oposición llevó a 300 trabajadores para que pudiéramos discutir democráticamente la Memoria y Balance del sindicato y que pudiéramos elegir la Junta Electoral que supervisará la elección de abril. La dirección sindical se encargó de impedir todo debate. En el momento en que se iba a votar generaron una trifulca para pudrirla. Se votó el libro de Memoria y Balance en medio de los vidrios rotos y la Junta Electoral por una supuesta aclamación mientras la patota nos atacaba. El veedor del ministerio de Trabajo miraba todo impasible”.
Había habido un incidente previo. Mientras la oposición ingresaba ordenadamente y en filas al salón que ya estaba poblado, un grupo repelió el ingreso a empujones. “Ni bien llegamos nos recibieron con una patota que nos empezó a empujar para que no entremos –continua Rodríguez–. Entramos igual y establecimos un cordón de seguridad para evitar provocaciones”. La jornada veraniega comenzaba a alcanzar su pico de calor. Las camisas de trabajo que distinguen a los gráficos comenzaban a tener manchones oscuros de sudor.
La comisión directiva ya estaba en el escenario. A pesar de que es el secretario general desde 1983, cuando regresó de su exilio, Raimundo Ongaro no estaba presente. En esas elecciones el triunfo sindical fue compartido con Néstor Pitrola, dirigente trotskista de la Naranja, que rompió al poco tiempo y que desde entonces abrevó en la oposición. Ongaro tiene 86 años y un pasado sindicado como combativo. Ya no.
El acto era dirigido por el secretario adjunto Héctor Amichetti y el de organización Mario Abraham. Un delegado gráfico de zona norte de la lista Violeta pidió la palabra y mocionó que la Junta Electoral sea compartida por el oficialismo y las agrupaciones opositoras. “Cuando hablaba bajaban el volumen y tocaban con más fuerza los bombos –relata Rodríguez–. Pedí la palabra para fundamentar nuestra moción y le pedí a la mesa que asegurara el nivel de volumen del micrófono. Fue notable que un grupo grande de jubilados, que conformaba la mayoría de las filas que había llevado la dirección, aplaudiera mi intervención. Terminé y volví hacia donde estaba ubicada la oposición. Entonces se pudrió todo”.
Mientras la dirección mocionaba votar a libro cerrado la Memoria y Balance del sindicato y Pablo Viñas, recién elegido delegado de AGR Clarín, gritaba arriba de una silla: “¡Quiero hablar! ¡Quiero hablar!” repetidamente y sin que la dirección le diera la palabra, un grupo fue al choque violento contra la oposición. La gresca copó el auditorio. Gritos, insultos de uno y otro lado, empujones, piñas, patadas y cabezazos, botellas volando por los aires junto a sillas, palos de banderas y bombos. Todo en medio del calor abrumante y mientras la dirección sindical proponía votar a la Junta Electoral, compuesta sólo por miembros de la Lista Verde, por aclamación. La oposición decidió retirarse del modo más ordenado que pudiera para no incrementar la violencia a la vez que declaró que desconocería el resultado de la irregular asamblea.
Plazademayo.com se comunicó con Mario Abraham, uno de los hombres fuertes del sindicato. “Fue una asamblea general normal del sindicato de la que participaron también las listas de oposición –señala Abraham–. Eran alrededor de 140 compañeros”.
–Eso quiere decir que pudieron contabilizar sus votos.
–No. Lo digo porque conozco el gremio y también por un cálculo de las actas de los asistentes.
–La oposición denuncia que fue una asamblea irregular.
–Todo fue por los carriles normales.
–¿No hubo un choque violento?
–Hubo algunas escaramuzas y empujones, pero logramos encaminar la situación para que se pudiera desarrollar la asamblea con normalidad. Se votó por amplia mayoría el libro de Memoria y Balance y la Junta Electoral. Está todo certificado por el veedor del ministerio.
–¿Cuál fue el resultado de la votación?
–Alrededor de 400 votos a 120.
–¿No se votó a libro cerrado?
–Sí. Se aprobó una moción de orden que fue apoyada por la mayoría para que se votara en general y particular a libro cerrado. Es una posibilidad que está en el estatuto de nuestro gremio. El ministerio validó todo lo actuado.
–¿A qué se debieron los incidentes?
–La oposición creó todo el balurdo. La Naranja lo hizo toda la vida.
–La oposición denuncia que fueron atacados por el oficialismo que no habría querido discutir las pérdidas millonarias en la obra social ni su propuesta de Junta Electoral.
–Son todas mentiras. Las pérdidas son mentiras, es inexacto e infundado, no hay pérdidas. La oposición armó una agresión porque es su método. Son una minoría que fueron a romper, que fueron a hostigar a la conducción.
–Las elecciones están convocadas para abril. ¿Cómo prevé que se desarrollarán?
–La veo perfecta. Vamos a ganar por un ochenta por ciento de los votos.
Pablo Viñas, el reciente delegado de AGR Clarín, la ve distinto: “La presencia masiva de la oposición en las grandes fábricas del gremio forma parte de un proceso más general. Estamos en medio de una transición en el movimiento obrero que empieza a reclamar que haya un sindicalismo de base. Que las paritarias se discutan en asamblea, que los dirigentes de los gremios no cobren sueldos de empresarios, que los sindicatos estén para luchar por los trabajadores. Esto mismo sucede con gran fuerza en el gremio gráfico. Por eso mismo hemos ganado los cuerpos de delegados en muchísimos talleres y dirigimos las grandes plantas gráficas del país.
–¿Qué opinión le merecen los incidentes en la asamblea general?
–La trifulca estuvo claramente armada con la intención de evitar un debate. No nos plegamos a esa provocación. Vamos a desconocer los resultados de la asamblea.
–La asamblea contó con un veedor del ministerio de Trabajo.
–Es el mismo inspector que en la última asamblea de 2008 estaba comiendo masitas con el abogado del sindicato gráfico mientras a nosotros nos patoteaban. En esta oportunidad, mientras nos atacaban con gran violencia, el mismo veedor estaba impasible. Desconocemos la asamblea e iremos por más, por todo, en las elecciones de abril.
Ya habrá llegado el otoño para entonces. Mientras tanto, el calor invade la vida de la ciudad y del sindicato gráfico. Un calor que parece irradiar la violencia de grupos oficialistas en el sindicato, pero también dotar de energías combativas a la oposición.