En el marco de un ajuste brutal dictado por el FMI y cumplido a rajatablas por todas las fuerzas políticas patronales -desde Macri y Vidal hasta Alicia K- el diario La Nación cerró su planta impresora dejando a un centenar de trabajadores en la calle. Los compañeros están en pie de lucha en defensa de sus puestos de trabajo. El cierre no es un hecho aislado. Los despidos en el gremio se cuentan por miles y los cierres de talleres son innumerables. La precarización laboral es moneda corriente.
En estos momentos, Interpack se encuentra en lucha acampando tras un mes de ocupación en defensa de los puestos de trabajo y contra la flexibilización. La respuesta de la base obrera está presente en cada conflicto pero el aislamiento que propone la directiva del sindicato como orientación diluye el potencial de nuestras fuerzas ¡Hay que unificar las luchas!
Se impone una respuesta del conjunto del gremio gráfico para frenar la ofensiva patronal. Esta masacre social no puede enfrentarse luchando de manera aislada. La lucha es ahora. Esperar a las elecciones es funcional a los intereses patronales.
Por una salida obrera
La patronal de La Nación argumenta baja rentabilidad y terceriza la impresión del diario a Clarín. Una actitud común a todas las patronales: priorizar la rentabilidad a costa de las condiciones y los puestos de trabajo. Ninguna alianza con ningún patrón puede ser una estrategia válida para los trabajadores. Por eso criticamos duramente, entre otras cosas, las movilizaciones convocadas por la directiva del sindicato junto a empresarios Pymes (90% de nuestro gremio). Como así también su convergencia en términos políticos con un sector de las patronales.
La relación de fuerzas es un factor de primer orden en todo conflicto. No hay expectativas en las negociaciones ministeriales vía cabildeos diplomáticos. La patronal de los Saguier tiene todos los días el diario en la calle y la planta de Zepita está militarizada para evitar la ocupación. Se necesita una respuesta contundente del gremio para revertir este cuadro.
Hace dos años, AGR-Clarín actuaba de manera similar. Pero los trabajadores con la comisión interna a la cabeza se venían preparando para un eventual conflicto de envergadura. Llegado el momento del cierre ocuparon la planta inmediatamente. Clarín en esa oportunidad tuvo que mover todo su peso político para derrotar el conflicto. Sin embargo el costo fue muy alto para la patronal.
Desde la Lista Naranja Gráfica saludamos la decisión de los compañeros del diario de Magnetto que rechazaron carnerear. Sin embargo, La Nación está en la calle todos los días. Es un tema a resolver de manera urgente y prioritaria.
Los gráficos necesitamos urgentemente un plenario de delegados para discutir un plan de lucha de todo el gremio para frenar una ofensiva patronal que no tiene intención de detenerse por sí sola. La demora a su convocatoria solo es beneficiosa para las patronales. Proponemos que el plenario sesione en las puertas de Interpack en lucha o eventualmente en las puertas del diario, con mandato de fábrica. Pongamos en pie el gremio. Hay que unificar los conflictos en un plan de lucha general que incluya el paro de gremio. Cualquier otra variante es boicotearar las luchas.
Por Lista Naranja Gráfica