lunes, 4 de junio de 2012

Cedinsa: UN GRAN PASO ADELANTE


        Tras 15 arduos días los trabajadores de Cedinsa levantaron su huelga general a cambio de un presentismo de 300 pesos y el pago del 75 % de los días caídos; además de la promesa (ilusoria) de reincorporación futura para ocho compañeros contratados que fueron despedidos en el marco del conflicto.
            El balance de esta extraordinaria lucha debe tomar en cuenta una serie de factores: no solo lo que se conquistó (en rigor, un “premio” totalmente insuficiente y sin proporción con lo que se puso en juego) sino sobre todo la unidad alcanzada y defendida, el fortalecimiento del activismo y de un método asambleario y combativo.
            Hay que tener en cuenta que medidas de fuerza anteriores no habían logrado un consenso mayoritario mientras que está vez la participación fue casi total y se mantuvo así hasta el final, pese a los esfuerzos desplegados por la patronal para dividir y a la dureza exhibida.
            También es parte del balance el papel del sindicato, que se limitó a  “acompañar” la lucha (movilizando a un grupo de delegados a hacerse ver a los portones) pero sin resolver medida de solidaridad alguna y tirando para atrás la defensa de los contratados. Este rol de freno quedó patente en el tramo final cuando presionó por el levantamiento de la medida a cambio de un “dialogo”, algo que fue rechazado por los trabajadores que impusieron la negociación con la huelga en marcha.
                        UN BALANCE LAPIDARIO… PARA EL PTS
            El PTS por su lado caracteriza el conflicto como una derrota sin nada positivo que rescatar. Pero mienten cuando dicen que se terminó “aceptando” lo que la patronal ofrecía ya que la oferta inicial era poco menos que nada y fueron necesarios 15 días de huelga general para obligarla a negociar.
            Es cierto que el paro indeterminado fue excesivo con respeto al reclamo, pero esa propuesta surgió de una asamblea y la interna - que no pudo reorientar el planteo - se puso al frente, como corresponde, y así lo reconocen todos los trabajadores.
            Con relación al despido de los ocho trabajadores de agencia (de ahí se agarró el sindicato para no hacer la denuncia al ministerio) sin dudas este es el aspecto negativo del conflicto y siempre lo marcamos así. Fue la Naranja la que mocionó en la primera asamblea la defensa de los contratados y luego en el acto en la puerta de la planta fue el eje de la intervención de Bravetti.   
            Pero las luchas llegan hasta dónde pueden, hasta dónde las circunstancias y sus protagonistas lo permiten. Sin dudas esta huelga quedará en la conciencia de los compañeros y compañeras de Cedinsa como un gran punto de apoyo para futuras  luchas.
            El balance (muy repudiado en la fábrica) del PTS no solo es unilateral sino que contrasta con lo que hace un año dijeron sobre el conflicto de Donnelley cuando quedaron diez compañeros en la calle.
                                                            F. Fabrini

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