El descargo que el PTS nos ofrece
sobre su actitud anticlasista (que consistió en no cumplir el compromiso mutuo
de avisar sobre cualquier convocatoria por la paritaria para participar con una
posición unitaria. Ver PO 1223) empeora todo: lo convierte en vocero de la
burocracia. Cómo no puede explicar por qué rechazó una acción frentista ataca a
nuestra agrupación repitiendo las viejas mentiras que el ongarismo utilizó toda
la vida.
En su periódico descaradamente
asegura que “el PO sabía de la convocatoria (a la reunión
de delegados) pero decidió no participar”. Esto es falso y el PTS lo sabe bien.
La verdad es que fue la Naranja quien alertó a la Bordó de que se preparaba una
reunión de la que se nos iba a excluir. La
proscripción de la Naranja de cualquier instancia de debate es para la
Verde una cuestión de estado. Un día antes tuvimos una reunión con el
secretario de organización para exigirle que se nos notifique y se negó. Con el
fin de evitar nuestra participación y la de otras internas que pudieran
presentar mociones independientes, dejan fuera a un amplísimo sector del cuerpo
de delegados.
La nota de Ayala mezcla todo con el
único fin de cubrirse: los criticamos por incumplir con el compromiso de
participar juntos no por haber hecho
un corte de calle. Con
relación a esa movida sí consideramos
una “agresión” que saquen un llamado
público a la Naranja cuando en varias ocasiones les propusimos reunirnos para
discutir acciones comunes sin obtener la menor señal.
La tradición de participación en los
plenarios de la que se jacta el PTS en la nota revela que la burocracia nunca
ha tenido el mismo celo proscriptivo con algunos de sus militantes.
¿Se
da cuenta Ayala que al asegurar que nosotros supimos de la reunión y decidimos
no ir actúa como segundo violín de la Verde? Repite las infamias de la
burocracia y se convierte objetivamente
en cómplice de la proscripción de centenares de delegados.
Corriente clasista o
autoconstrucción
Miente también Ayala cuando nos
acusa de tener una actitud pasiva en las
paritarias. Llegamos con nuestro boletín y luego con un volante a más de
cien talleres; impulsamos el debate en una cantidad de fábricas y llevamos el
planteo a la directiva; en Morvillo, en Interpack, en Ipesa, en AGR apoyamos este
reclamo con asambleas masivas...
Recorremos el gremio llevando
nuestros planteos a la base gráfica, disputando elecciones y cuerpos de
delegados sin concesiones ni coqueteos; como
corresponde a una agrupación clasista que quiere disputar la dirección
de los sindicatos.
Lo del PTS es la movilización
minoritaria y circunscripta a dos talleres. Su rechazo a coordinar con la
Naranja una intervención en la mencionada reunión de delegados (que nos hubiera
dado chances de ganarla) muestra que su preocupación pasa por exhibir un perfil
opositor pero sin perturbar a la burocracia.
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